¹𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒛𝒐 [𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓&𝑻ú][✔]

C8. "Miedo a perderlo"

Narrador omnisciente:

La pequeña de tan solo 14 años de edad llegó a su casa,  estaba algo aturdida y triste por lo que había pasado con aidan, pero debía comprender, tal vez estaba siendo demasiado egoísta en cuanto al deseo de querer hacer más amigos aparte de ella.

Sabía perfectamente que este era muy amigable pero... sesentía mal por el simple hecho de que la cambiara por alguien mejor.

Como hanna.

Hanna era una pelirroja realmente linda y tierna. La habían conocido el año pasado cuando se cambió al instituto, nunca habían hablado con ella pero últimamente se la pasaba tras el pelimarrón.

Por supuesto, aquella pequeña no sabía nada ya que a aidan se le había olvidado comentarle aquello.

—Hola cariño, todo está bien?... hice tu platillo favorito. — dijo su madre viendo a la chica.

—No tengo apetito, mamá... pero gracias.— suspiró.

—Oh si, te tengo una noticia que tal vez cambie esa carita... me llamó el padre de aidan, dijo que está en un proyecto en el que necesitan un personaje femenino... que están haciendo castings así que en la mañana me fui temprano y aparté un lugar para ti.— explicó la señora.

La adolescente solo jadeó.

—Estás hablando en serio, mamá?...— preguntó y esta asintió feliz de ver a su hija emocionada.

—Nunca había hablado tan en serio en mi vida, mi amor... sé cuanto te gustaría ser actriz así que no le vi lo malo el intentar al menos, aunque dejame decirte... confío en ti, sé que podrás obtener el papel.— dijo.

—Claro que si!... tengo que contarle a aidan! Seguro le emocionará tanto como a mi!.— dijo y se levantó de la silla tan rápido como pudo.

Corrió escaleras arriba y entró a su habitación.

Tomó su celular y pronto marcó a aidan. Se sonrojó al ver el nombre que le había puesto: "Aidan❤❤". Sip, con 2 corazones, tal vez debía cambiarlo luego...

Los pitidos sonaron y sonaron pero jamás contestó.

Haciendo una mueca y tragando saliva volvió a marcar. De nuevo... nada.

Mordió su labio suspirando algo decepcionada.

—Siempre contesta el celular, porqué ahora no?.— se preguntó a si misma..

Y es que desde ese momento su corazoncito empezaba a preocuparse, no por el hecho de que no contestara si no... de que tal vez pudiera perder a su único amigo.