Amor Clandestino // Erwin Smith x Reader

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Capitulo 2: 

Amiga mojigata, ideas descabelladas, escape por la ventana, paseo nocturno y malas noticias. 

La llegada a Trost fue al medio día, justo a tiempo para compartir el té con la familia D'angelo, para tu sorpresa, además de Lily, allí se encontraba también Derek, el hijo varón de la familia y actual policía militar, parecía muy orgulloso de haber obtenido el primer lugar de entre los diez mejores de su generación, pues no dejaba de pavonearse al respecto, siempre había sido un muchacho demasiado engreído, 5 años mayor que tú y su hermana.

-Madre ¿Podemos subir a mi habitación? Comprenderás que luego de tanto tiempo, nos gustaría un rato para conversar a solas.

-Por supuesto Lily. –Respondió su madre y tu amiga te dirigió una mirada para irse de allí.

-Permiso señor y señora D'angelo, Derek, un gusto saludarte.

-Igualmente. –Murmuró el muchacho alzando su taza hacia ti, en una especie de brindis.

Subieron hasta el segundo piso, la habitación de Lily siempre te había resultado un lugar hermoso, con grandes ventanales que daban hacia un balcón exclusivo para ella, materiales de arte por todas partes y un tocador lleno de tantos cosméticos, perfumes y joyas que la joven ni siquiera debía recordar bien qué cosas tenía. Lily D'angelo, la hija menor de aquél matrimonio, una joven de llamativos cabellos rojizos, rasgos finos y pecosos y una sonrisa tan dulce que tenía a tantos muchachos haciendo fila por su mano; educada, propia y talentosa en todo su esplendor, sencillamente la señorita más refinada que podría haber.

-El corset me está matando, cierra la puerta y pon el pasador por favor, que pesado es Derek ¿Viste que hablaba y hablaba a propósito? El cabrón lo hace sólo para joderme, sabe que ya me tiene harta, pero aún así no podía dejar de lucirse con tu padre y contigo. –Rebuscó entre las ropas de sus cajones hasta sacar una botella que ya iba por la mitad.- Mira lo que te guardé, esto es buenísimo.

Y a su vez era la definición andante de mojigata, mentirosa y doble cara.

-¿Lily eso es... alcohol?

-Whisky, lo tomé de la reserva de mi padre y ni siquiera se ha dado cuenta, en todo caso Derek se adueña de tantas botellas que ya ni siquiera hace esfuerzo por indagar a dónde se van. –Lo destapó y le dio un enorme trago que la dejó en silencio por varios segundos apretando los ojos.- Está un poco fuerte, pero prueba.

-¡Estás loca! Es muy temprano, me va a apestar la boca a licor. –Te alarmaste enseguida, no podía ser, tu amiga no había cambiado nada en lo absoluto.

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Pero cómo siempre, terminabas dejándote arrastrar por la labia de aquella muchacha incorregible, que aún y con todas sus actitudes promiscuas, era la amistad más sincera y fiel que mantenías, en una situación social y familiar en dónde lo único que importaba era conseguir un marido que realzara tu estatus, las jóvenes se veían en la inevitable necesidad de desplazarse entre sí para poder escalar hacia los mejores candidatos.

-¿Y bien? ¿Qué me querías contar? –Preguntó ella, para esas alturas juntas tumbadas en la alfombra, pasándose la botella de mano en mano y sin importar que los peinados se les movieran de lugar.

-Me da un poco de vergüenza la verdad. –Murmuraste haciendo un esfuerzo por no sonrojarte y reír bobamente al pensar en él.

-Con todo lo que yo te he contado ¿Me vas a decir que hablar de algo te da vergüenza? Vamos, suéltalo sin miedo.