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Capítulo 7:

Verdades incómodas, miedo y advertencia. 


Al día siguiente despertaste cuando Lily abrió la puerta de la habitación en la que dormías, la sentiste caminar de puntitas y meterse al otro lado de la cama, llevaba una taza en mano y no dejaba de tararear.

-Buenos días. –Te canturreó al oído.- Despierta ya, si te ven así de desvelada no nos creerán en lo absoluto que venimos a dormir temprano, toma, es té negro, es el favorito de Levi.

-Estás muy entusiasmada con él. –Murmuraste sentándote despacio en la cama y aceptando la bebida.

-Pues claro, vamos a casarnos, me dio un anillo. –Acercó el dorso de su mano para que apreciaras bien su dedo anular.

-Esa cosa es baratísima, tus padres lo van a odiar. –Refutaste y enseguida caíste en cuenta de lo mal que habías sonado.- Lily perdóname, no era mi intención...

-La legión es el sector del ejército con los sueldos más bajos, yo sé a lo que me estoy ateniendo. Escucha, este anillo no será tan bonito como el tuyo, pero me lo dio él y eso me hace muy feliz, verdaderamente, la que se tiene que disculpar soy yo, parece que vengo a restregarte mi felicidad en la cara mientras tú tienes un pie adentro de un matrimonio que no te emociona en lo absoluto.

-No es tu culpa, tal vez sólo no soy suficiente contra peso a comparación de su trabajo, pero ¿Sabes? Fue una noche muy linda.

-¿De qué hablaron? No pueden seguirse viendo una vez estés casada.

-Lo sé, en realidad no hablamos mucho de eso, preferimos disfrutar el momento, nosotros...

-¿Ustedes qué? –Lily te miró con detenimiento y su semblante empezaba a preocuparse.

-Yo dejé que me subiera la falda y...-No podías encontrar palabras para describir lo ocurrido.

-¿Dejaste que te penetrara, eso quieres decir?

Las mejillas te cosquillearon y asentiste, tu amiga se puso de pie, como si le hubieras dicho que habías hecho lo más horrible del mundo.

-¿Por qué me miras así? ¿Nunca lo has hecho? Ustedes dos se fueron también para estar a solas y...

-¡Pero no llegamos a esos límites! ¿Entiendes la consecuencia? –Se acercó a ti para susurrarte con mortificación.- Puedes quedar embarazada así.

Te llevaste una mano al pecho, mientras empezabas a hiperventilar, Lily tomó un abanico con el que te echó aire esperando que te calmaras, estaba tan alterada cómo tú.

-Tranquilízate. –Te pedía ella.- Contrólate, contrólate o alguien se dará cuenta, mira... Tal vez no pase nada, fue tu primera vez.

-¿Pero y si sí? –Preguntaste espantada.

-Hay unas hierbas... Con ellas se prepara un té y...

-¡¿Qué?! ¡No voy a abortar Lily!

-¡Cállate, te van a oír! No te queda de otra, es eso o hacerlo con Fabián en estos días para que piense que es suyo, embriágalo tanto cómo puedas y mancha unas sábanas con sangre... Sé lo horrible que suena esto pero no te queda de otra.

Casi se te para el corazón cuando Lucy, la criada y tapadera de Lily en todo momento se dejó ver tras abrir la puerta.

-Señorita. –Te llamó.- El joven Fabián insiste en verla.

-Estoy en camisón. –Apenas pudiste articular palabra.

-Él insiste en que sea ahora.

-De acuerdo... Dile que pase.

Lily te miró con pesar y salió de la habitación junto con la sirvienta para permitir pasar a tu prometido.

Fabián emparejó la puerta al entrar y se acercó hasta la cama de la cual no te habías levantado.

-No deberías estar aquí, no llevo ropa adecuada y no podemos estar solos con puerta cerrada hasta casarnos. –Le recordaste, en un intento desesperado de hacer que se fuera lo más rápido posible.

-"Hasta casarnos" –Dijo y repitió un par de vece más- ¡¿Hasta casarnos?! –Te arrebató la taza para arrojarla contra la pared, viste volar los trozos de vidrio y te cubriste los oídos con pánico, tu corazón latía con violencia contra tu pecho y te habías quedado inmóvil del miedo- Si te elegí a ti como esposa era porque esperaba a una joven decente, pero me queda claro que tienes pegadas todas y cada una de las mañas de la zorrita de tu amiga ¿Pero sabes qué? –Te sujetó del cuello y apretó hacia adelante tus manos impidiéndote respirar correctamente.- Una vez casados tú y yo en tu maldita vida volverás a verme la cara de imbécil, no voy a tentarme el corazón ni un poco si descubro que quieres burlarte de mí ¿Me oíste? Si intentas algo te voy a buscar y te voy a matar, a ti y a quién te haga segunda.

Te soltó y por fin pudiste tomar aire con desesperación, lo escuchaste salir y enseguida entró Lucy quién pareció venir al escuchar el sonido de la taza rompiéndose.

-Lucy...- Dijiste apenada y te levantaste con rapidez para ayudar a recoger los trozos de vidrio.- Lo siento, se me resbaló... Fue un accidente, de verdad se me resbaló a mí.

-Señorita... -Te puso una mano sobre el hombro y tú la miraste al borde de la crisis.- No se preocupe, a cualquiera se le cae una taza, yo lo limpio y enseguida le lleno la bañera con agua caliente para que pueda darse un baño.

Asentiste frenéticamente y te sentaste en la cama, pensando en qué ibas a hacer con aquella horrible situación, Lily desde el pasillo te miraba también con los ojos llorosos al comprender lo que tu prometido te había dicho. 

Amor Clandestino // Erwin Smith x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora