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DONOVAN REÍA EN SILENCIO, SIN DUDA SÓLO ÉL HABÍA VISTO SU COMENTARIO COMO UN CHISTE

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DONOVAN REÍA EN SILENCIO, SIN DUDA SÓLO ÉL HABÍA VISTO SU COMENTARIO COMO UN CHISTE. PERO ESAS RISAS NO ERAN NADA MÁS UNA CAPA QUE ENCERRABAN NERVIOS Y PREOCUPACIÓN.

    Sobre él, una tenue luz iluminaba los montones de libros y hojas que estaban sobre su escritorio. Era medianoche, no se escuchaba ningún ruido más que una canción de los Hollies, The Air That Breathe mientras pensaba en el hecho que lo había alejado de Bob. Unas cuantas palabras tuvieron mucho poder y Donovan no pensaba en nada más que en que eso tenía que ser arreglado, pues todo fue un malentendido por los efectos de las drogas y el intento de tener más confianza con él. Sin embargo, nada de eso había salido bien.

    Soy un idiota, pensaba. Toda su vida había tratado de encajar en cualquier grupo, desde los populares hasta los tranquilos hippies que escuchaban música toda la tarde. Había seguido "reglas", modas y había tratado de ser él mismo pero nada de eso funcionaba, prefirió ser tranquilo y mantenerse alejado de ese tipo de cosas.

    Cuando obtuvo su permiso para ser estudiante de intercambio en Estados Unidos, pensó que su suerte con los círculos sociales cambiaría pero Robert "Bob" le había probado que no fue así. Pero trataría de arreglarlo.

    Por ello, a la mañana siguiente esperó con paciencia a que Bob terminara de desayunar y cuando salió para recoger su motocicleta, Donovan trató de hablar.

    —Hey Bob, quiero hablar contigo—Dijo él, tan apacible. Estaba quieto mientras Bob, con la mochila cargándola sobre su espalda y sus lentes puestos, limpiaba el asiento de su motocicleta—. Quería decirte que lo que te dije el otro día fue broma, no pensé que te molestaría demasiado. Además...vamos, estábamos drogados.

    — ¡Cierra la boca! Aléjate de mí, marica. No quiero que me vuelvas a hablar, ni a mí ni a Joan. Consíguete amigos que sean iguales a ti.

    Donovan se quedó pasmado ante aquella contestación. El otro se fue con un aspecto tan serio, como si supiera manejar tan bien sus emociones. Encendió la moto y se fue, mientras el otro lo veía irse y sentía como si un puñal se lo hubiesen clavado en el estómago. Como una patada en los bajos. Pero no, no había punto de comparación cuando el dolor era por algo peor que golpes; palabras.

    Al muchacho no le quedó otra opción más que irse caminando hasta tomar encontrar el autobús de la escuela. Todo el día se resumió en que Bob lo ignoró lo más que pudo, con excepción de Joan, que le habló justamente para el almuerzo, en una oportunidad dónde Bob se había ido a comprar cigarrillos de contrabando.

    —Parece que se lo tomó en serio, casi quería golpearme.

    —Oh, no lo hubieras hecho—La chica le tendió la mano y después la frotó sobre el brazo de él como una muestra de comprensión—. Si hubiera sido real lo que dijiste yo lo respetaría, respetaría tus preferencias, pero Bob es un cabeza hueca. Está molesto con todo el mundo por naturaleza.

The air that I breathe ≋ Bob Dylan x DonovanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora