The air that I breathe ≋ Bob Dylan x Donovan

IV

La neblina que se extendía a lo largo del rio hacía un total contraste con el clima frío que trae consigo el otoño, sin embargo, no llegaba a sentirse hasta los huesos como el duro invierno en aquel pueblo tranquilo. El clima gris combinaba a la perfección con el semblante del rizado, el ceño estaba levemente fruncido y la mirada azul hacia abajo, centrándose en las piedritas que había bajo ellos, no era tan incómodo como parecía.

—¿Ah, sí? ¿Por qué elegiste bien?

—Porque me gustas. Me gustas, Bob.

La escena se repitió en su mente una y otra vez en cuestión de segundos, parecía una película a blanco y negro, como las que salían en la televisión o en el cine de sus abuelos, a pesar de ello, Zimmerman no lo estaba disfrutando en lo absoluto. No era la mejor declaración de amor, si es que de eso estábamos hablando. Pero, ¿el chico sentía una especie de atracción hacia él? No dijo nada al respecto. Completamente callado se mantuvo, analizando lo anteriormente ocurrido, tratando de encontrar una respuesta digna entre el mar revuelto que era su cabeza. La mente, su mente, voló a los pensamientos precipitados que tuvo sobre el escocés hace apenas unas horas. Quizás no se equivocó, quizás sí es un marica. Aunque Donovan se mantenía tranquilo, como si nada de lo que pasara a su alrededor fuera importante. Ni siquiera lo que acababa de pronunciar con desinterés. Pareció olvidarlo todo. Ahora eran sólo ellos, dos adolescentes frente un bello y triste paisaje.

La mirada brillante que poseía el europeo se mantuvo pérdida entre el extenso río de aguas tranquilas. A pesar del clima, era un lugar demasiado hermoso a su parecer. Permanecía fascinado ante la vista que le ofrecía el lugar, tanto de frente como a su derecha. De vez en cuando pasaba sus labios sobre la boca de la botella, el vidrio y su contenido liquido habían adoptado un estado frío pero, el cigarrillo de marihuana lo mantenía caliente, al menos parcialmente. Por instantes, volteaba a su derecha para ver a quien lo arrastró a todo eso, pero no lo culpaba, fue el mismo Donovan quien insistió en probar aquellas sustancias en acto rebeldía y una buscada libertad que no podía obtener en su tierra natal.

Algo que notó fue que Bob dejó de hablar. No le tomó importancia. ¿Para qué hacerlo? Por el poco tiempo que lleva conociendo al contrario, se había dado cuenta que su actitud era así, simplemente y jodidamente hostil. No podemos ignorar el hecho que a veces le preocupaba eso a Donovan, le preocupaba no caerle bien, también le inquietaba hacer algo que le molestase al americano. No conocía la razón lógica del por qué le afligía tanto, quizás, le aterraba no tener amigos. No iba indagarlo en ese momento, tampoco se llenaría de dudas y preguntas que se quedarían sin respuesta. Estaba fumando por primera vez en su corta vida, debería aprovechar y también disfrutar del momento. Los recuerdos de hace apenas unas horas embriagaron sus pensamientos. Sintió la adrenalina de las nuevas experiencias que soñó alguna vez mas nunca creyó experimentar. El viento en su cara y avanzando por las calles a gran velocidad, era de admitir que al comienzo le causó un gran temor. La sonrisa se hacía más amplia y echa para atrás su cabeza en señal de total satisfacción y asombro mezclado, dando así mil emociones en una sincronización perfecta.

Estaba feliz. Pleno. Podría proclamarse así mismo como el rey del universo si se lo proponía. Los efectos de la droga hacían lo suyo.

—Uhm, Bob, ¿te gusta leer poesía? —preguntó, creyendo que tal vez podrían tener algo en común, otra cosa más de la cual podrían hablar después. Horas sin fin de entretenimiento.

—Uhjum— ni siquiera le miró.

—En lo personal, John Keats es mi poeta favorito. Me parece bastante trágico su muerte, incluso Percy Shelley le escribió "Adonaïs" en su honor: "No está muerto, ni duerme. Ya despertó del sueño de la vida". Me parece un gesto muy hermoso, ¿a ti no?— suspiró, mientras apoyaba una mano en su barbilla, imitando el gesto que está plasmado en el lienzo respecto los retratos que habían hecho sobre el melancólico poeta.