Rider in love I (Juliantina)

Capitulo 18

Juliana POV.

Dejé a Valentina durmiendo y bajé a desayunar, Elena me estaba esperando, quería hablar conmigo pero su hija no nos había dejado solas en ningún momento.

- Buenos días, Juliana ¿Café?- Me recibió y asentí.- Sé que quieres a Valentina.- Me puse tan nerviosa mientras me tendía una taza que casi se desparramo el café. ¿Era una charla?.- Nunca había visto a mi hija tan enamorada de alguien, aun no se ha decidido, se esta planteando seguir. Si cuando lo haga elige los circuitos, solo quiero saber que estará bien y que vendréis para navidad.

- La cuidaré como a mi vida.- Le aseguré.- Y por supuesto que estaremos para navidad, en noviembre ya estaremos aquí.

- No sé como tomarme eso sabiendo que arriesgas tu vida cada vez que subes en una moto.- Me dijo escéptica.

- ¡Buenos días!- Interrumpió Valentina.- ¿No me estaréis poniendo verde?

- Solo un poco.- Confesé divertida molestándola a lo que me quitaba la taza.

- Mama, se que te prometí que pasaría aquí toda la semana pero ¿Te importa si paso el resto de días libres con Juliana?

- En absoluto cariño.

Valentina POV.

Llevábamos unas horas de viaje pero no habíamos dejado de cantar a gritos en el coche.

No sé de que habían hablado mi madre y Juliana por la mañana, ni siquiera quería saberlo porque me hacia una idea de que podía ser y no quería hablar de ello. Había sido tan contundente diciéndole a Juliana que no continuaría en el trabajo y ahora me lo estaba planteando todo de nuevo, pero no sabia si sería capaz de hacerlo, así que no quería ilusionarla en vano.

Cruzamos un pequeño pueblo de interior pero continuamos hacia las montañas, a los pocos minutos vislumbrè una casa entre la arbolada. Estaríamos completamente solas, lejos de la civilización.

Al entrar al gran jardín me fijè en un pequeño huerto, todo estaba demasiado bien cuidado.

- ¿Como mantienes esto si estas tanto tiempo fuera?

- Un hombre del pueblo sube de vez en cuando y se ocupa de todo, él me ayudó a plantar las hortalizas y los arboles porque no tenia idea de como hacerlo yo sola.- Respondió con un extraño brillo en los ojos.

- ¿Le diste las llaves de tu casa a un desconocido?- Ignorò mi pregunta.- ¿Es un jardinero atractivo? ¿De esos qué no solo arreglan el jardín?- Insistí fingiendo algo de celos.

- Uhm...- Se hizo la interesante antes de responder.- Quizás lo fuera en algún momento. Tiene sesenta y tantos años Val, a veces sube con su mujer y comen aquí, son adorables.

- ¿Has adoptado a unos ancianos?- Mi confusión la hizo reír.

- Creo que son ellos quienes me han adoptado, no tienen hijos, se preocupan mucho por mí, son mis fans numero uno.

Entramos las maletas a la casa jugando, tenia una casa preciosa, salimos para ver que tal estaba todo cuando apareció un coche, deberían ser el matrimonio del que hablaba Juliana, pues bajó una señora de avanzada edad.

- Juliana cariño, he visto tu coche pasar por el pueblo y le he dicho a mi marido que viniéramos por si necesitabas algo.- Parecía una señora muy amable.

Se abrazaròn tiernamente.

- Le presento a Valentina.- Dijo Juliana acompañándola hasta mí.

- Oh sí, tu novia, os vi en la revista, mucho gusto hija.- Me estrechò entre su brazos.- Eres muy guapa.