UNEXPECTED LOVE

Capítulo 2: Brunch and Dessert

Almuerzo y postre - Sábado por la mañana - El Gran Comedor y la Sala de los Muchachos.

A la mañana siguiente, Draco se despertó antes que sus compañeros de cama y empezó a tirar cosas de su armario mientras buscaba "el traje perfecto" para que Harry se pusiera en el brunch en el Gran Comedor donde su padre iba a encontrarse con ellos. Cuando Draco viera a Lucius, se iba a asegurar de que su padre supiera todo lo bueno de Harry, lo maravilloso que era Harry y que él y Blaise habían acogido al león descarriado y le habían demostrado su amor. Cómo Harry vivía en Slytherin entre las serpientes y encajaba como si hubiera nacido para ser una de ellas.

Harry se despertó y entornó los ojos hacia el otro lado de la habitación, de donde provenía todo el ruido. Se puso las gafas y tuvo que reírse de la imagen de la cabeza de Draco enterrada en el armario con el culo al aire mientras buscaba ropa.

-Draco, ¿qué demonios estás haciendo?-, preguntó divertido.

Sin sacar la parte superior de su cuerpo de dicho armario, contestó; aunque su voz estaba ligeramente apagada: -Estoy tratando de encontrarte algo adecuado para ponerte para el brunch, Harry-.

-Woah, woah, woah Espera un momento. No me estás vistiendo, Draco-.

Blaise, que había parecido estar dormido todo el tiempo, finalmente habló: -Déjalo, Harry. Sabes tan bien como yo que cuando está en una misión no hay quien lo disuada-.

Draco por fin se había arrancado con un grito de triunfo, -¡Ahh!- se giró hacia la cama, -Demasiada razón tienes, Blaise. Ahora, Harry, ven al baño y te prepararemos-.

-Pero no quiero...-, se quejó.

El rubio lo fulminó con la mirada y Blaise rió entre dientes: -Mejor vete, Harry, antes de que te arrastre allí...-

El Slytherin honorario se levantó y se dirigió al baño dando un pisotón, quejándose todo el tiempo: -Más vale que no me hagas quedar como un puto marica, Malfoy. Que sea gay no significa que disfrute de parecer afeminado-.

Draco se llevó la mano al pecho en señal de dolor fingido, -¡Me ofende la insinuación de que soy afeminado y que te vestiría como tal!-.

Blaise se rió: -Déjalo, Drake; ambos sabemos que eres tan afeminado que lo único que te impide ser realmente una mujer es el equipo equivocado-.

-Cierra el pico, Zabini-, dijo con una mirada burlona, -No te quejas cuando te meto la polla por el culo, ¿verdad?-.

-Eh... no. Oye, Harry necesita ayuda para vestirse-.

-Cierto, vamos, Harry-, dijo Draco alegremente.

Blaise suspiró y se enterró en las sábanas, contento de haber conseguido cambiar de tema y sacar a Draco por otra tangente. Pudo oír a Harry murmurar sombríamente: -Me las pagarás, Zabini-, mientras se dirigía al cuarto de baño y se rió en voz baja cuando Draco obligó al otro chico a pasar por encima.

Se oían gritos, maldiciones y forcejeos procedentes del baño, pero finalmente la puerta se abrió y Draco salió, seguido de un Harry con el ceño fruncido que tenía muy buen aspecto, a pesar de que parecía ligeramente incómodo.

Blaise silbó: -Buen trabajo, Drake-.

Draco sonrió con satisfacción: -Lo sé. Parece que hago milagros. Claro que no tenía mucho con lo que trabajar...-

Harry le dio un puñetazo en el brazo: -Vete a la mierda, pajero-.

El rubio soltó una risita y se frotó el brazo con un mohín: -Me quieres-.

-Sigue pensando eso-, murmuró Harry con un bufido.

Blaise se echó rápidamente algo de ropa, y luego se dirigió a la puerta, bajando las protecciones. -¡Almuerzo!-.