UNEXPECTED LOVE

Capítulo 3: The Letter

 - La carta - Sábado por la tarde - El cuarto de los chicos y el despacho de Sev

Severus estaba a punto de decir algo mordaz, pero cuando levantó la vista y se dio cuenta de quién era, y de la mirada de su visitante, reprimió cualquier cosa que pudiera haber dicho.

-Los has visto, ¿verdad?-, dijo, con no poco humor en su voz.

Lucius levantó la cabeza y asintió en silencio, con los ojos muy abiertos. No pudo encontrar las palabras para hacer funcionar su boca, así que se quedó parado mientras Severus reía en silencio. El rubio finalmente encontró su voz, aunque no era mucho más que un susurro, mientras se desplomaba en la silla ante el escritorio de Severus.

-Dioses, Sev. Harry sobre sus rodillas....y Draco detrás de él... esas cosas tan sucias saliendo de sus bocas...-

Severus parpadeó: -Bueno, eso es nuevo-.

Lucius miró a su amigo: -¿Qué es? ¿El remate de Draco o las palabrotas?-.

El jefe de Slytherin se lo pensó un momento, y luego respondió: -Se turnan, y también Blaise-. Lucius se sobresaltó ante esto, sin darse cuenta de que el otro chico estaba involucrado. Severus sonrió: -Ahh, veo que esta vez no estaba allí. Bueno, ya se sabe que están en esa posición, y las palabras sucias ocurren de vez en cuando, pero dime esto, Lucius; ¿por qué la escena te puso tan nervioso?-.

El rubio sacudió la cabeza, abrió y cerró la boca un par de veces mientras ponía en orden sus pensamientos, y luego habló: -Draco, mi propio hijo, lo estaba degradando, Severus. ¡Y Harry lo estaba aceptando! De rodillas, Harry Potter se hacía el sumiso con mi hijo. Esto no puede ser una relación sana, Severus. Es decir, quiero a mi hijo, le daría casi todo lo que quisiera, pero no puedo, no quiero, quedarme de brazos cruzados y dejar que abuse de un joven tan maravilloso e increíble como Harry-.

Severus parpadeó, perdido por un momento, y luego recuperó la función de su cerebro: -Lucius, ¿acabas de defender a Harry Potter y jurar protegerlo de tu propio hijo...?-.

-Bueno, no con tantas palabras, pero sí-.

-Santo cielo, creo que tengo que escribir el Profeta. Lucius Malfoy, señor de la Mansión Malfoy, se ha vuelto blando de corazón!- Dijo Severus con una carcajada.

-Oh, Severus, ahora en serio. Si estos dos chicos, mi hijo incluido, están utilizando a Harry para sus propias necesidades sexuales y perversas, entonces necesita ser salvado. Quiero decir, si están forzando...-

Severus levantó la mano y cortó al otro hombre: -Lucius, te prometo que no lo están forzando, número uno, y número dos, sé a ciencia cierta que es una relación de igualdad. Todos se ocupan de las necesidades de los demás y, a decir verdad, suele ser tu hijo el que se encuentra en la posición en la que estaba Harry esta noche, por si quieres saberlo. Te aseguro que sólo hacía lo que se le pedía-.

-¿Relación...?- Dijo Lucius en voz baja.

-Sí, relación... oh, espera. ¿Tú... Potter...?- Severus se echó a reír: -No es ese tipo de relación, Lucius. No están enamorados y además sé a ciencia cierta que el señor Zabini se está viendo con otra persona, o está en proceso de intentar hacerlo. No me cabe la menor duda de que pedirá mudarse a su propia habitación esta misma noche o al final del fin de semana. En cuanto a tu hijo y Harry, se ocupan mutuamente de sus necesidades y punto. Son mejores amigos y amantes, sí, pero no se están viendo. Ambos son libres de ver a otras personas si lo desean, o incluso de iniciar una relación con alguien. No están atados el uno al otro; simplemente son amigos que tienen sexo regularmente-.

-Ya veo-, dijo Lucius en voz baja.

Severus se inclinó hacia delante sobre su escritorio: -Lucius, no tengo ninguna duda de que tu hijo se quedaría con Harry si pudiera. De hecho, estoy bastante seguro de que Draco está enamorado de él, pero Harry está enamorado de otra persona y se niega a decirle a nadie quién. Draco es el único que lo sabe, aunque Blaise tiene una buena idea-.