Nuestro Pequeño Gran Secreto

30 | ¿Cómo sabes que miente?

POV'S Olivia:

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Todo estaba devuelta a la normalidad, entre comillas. Ya estábamos a 28. Estos días mi Papi a estado en observación y todo eso que hacen en los hospitales.

Ya hoy lo daban de alta, sin embargo, tendría que guardar reposo durante algunos días más. Aunque sí lo hacía bien, tal ves, y, solo tal ves, lograría celebrar con nosotros el fin de año.

Ya estábamos en el auto camino a casa, papá venía conduciendo, Verónica iba de copiloto y yo iba detrás con mi Papi quien estaba semi recostado a mi lado, ahí, junto a mí.

Cuando por fin llegamos logramos bajarlo y ayudarlo a subir las escaleras hacía su habitación, quedamos solo el y yo en la habitación.

Aunque no le había dicho nada sobre el mensaje, decidí no hacerlo ahora. Ya que sé perfectamente, que no descansará si sabe que me siguen escribiendo.

—Princesa.— llamó. Lo miré desde la puerta y ví que ya estaba sentado en la cama.— ¿Podrías ayudarme a quitar esta ropa? Quiero recostarme cómodo— dijo con una leve sonrisa.

Le sonreí— Claro, ya voy.

Me acerqué a él y con cuidado de que no haga mucha presión en su herida, ayude a quitarle su camisa. No conté con que me toparía con su hermoso, divino, exquisito y perfecto pecho. Con todos esos cuadritos que se asemejan al chocolate, se ven tan apetecibles literalmente podría pasar mi lengua por...

¡YA vAsTa nIÑa dEr DemOÑio!

Bueno si, perdón. Esto del embarazo me pone FreakyCrazy.

—Si te me quedas mirando así... — fingió pensar— tendré que castigarte, pequeña princesa pervertida.— sonrió.

Y hasta ahora me dí cuenta de que me le había quedado mirando como el más precioso y preciado dulce.

—Yo... E-este... Emm yo...— balbuceé

Puso su dedo índice en mi boca— Shh...— susurró interrumpiendo mi balbuceo.

Para luego besar fieramente con su mano en mi nuca.

No sé que pasó, ni como, ni en que momento, pero cuando me dí cuenta, mi camisa de botones delantero no estaba, mi falda tampoco, y el no tenía pantalón.

¿Pero que caraj...?

Pasó a besar mi cuello y ahí lo detuve—Wow, wow, wow. Alto ahí romeo.— le puse la punta de mi dedo índice en su frente— Usted, tiene una herida que sanar. Y, te dijeron que debías reposar. Así que, nada de esto, está bien señor Dallas.— dije con una sonrisa separandome de él.

Su sonrisa decayó. Me miró esperando ver aunque sea una gota de malicia en mis ojos, pensando que es broma. Pero al no conseguirla, simplemente bufó y se separó.

—Esto de no hacer nada interesante es una porquería.— dijo acostandose boca arriba.

Solté una gran carcajada. — Tranquilo. En menos de nada, volverás a poder hacer de todo.

Le di un pico recostandome a su lado, pasando un brazo suavemente por su torso.

—¿Sabes?, Aún podemos ver una película— le dije dándole otro pico

—Esperemos que sea buena— dijo.

Colocamos una película que yo tenía ganas de ver y en toda la película, la pasamos prestando poca atención. Ya que íbamos de beso en beso. Claro, más lejos no llegaría.