Amor Mio

capitulo 4

Harry azotaba su cabeza con la mesa mientras sostenía el periódico, no podía creer todo lo que leía. Sabía que lo que publicara Rita sería, en su mayoría mentira, pero decir que estubo loco por el rubio desde el colegio era exagerar.

¿Pero qué mierda...- se levantó y vio a su amiga - puedes creerlo? ¡Yo lo perseguía desde el colegio!

Harry, no le prestes atención- trataba de calmarlo.

¡No puede ser!- se volvió a quejar- ahora también es un héroe.

¿Qué? - la castaña le pidió el periódico, normalmente ella no lo leía- ¿en qué momento ocurrió eso?

El periódico básicamente decía que su relación comenzó desde que estaban en el colegio siendo Harry quien persiguió al rubio, qué durante la guerra Draco había ayudado a Harry a escapar y por eso el azabache estaba tan dedicado a qué se les perdonará. También decía que Lucius siempre apoyó a su hijo, incluso cuando supo sus preferencias y también había contribuido a la victoria. Que habían mantenido en secreto la relación por motivos de seguridad pero ahora, con un bebé en camino la situación había cambiado, que Harry era un esposo devoto y
cariñoso.  Se mencionaba también el tema de la fortuna y la herencia hacía el bebé de Malfoy.

Seguro Lucius pagó para manipular así la información- la chica cerró el periódico y lo puso sobre la mesa- esto solo los beneficia a ellos.

Sí, pero si cree que la tendrá fácil está muy equivocado- el azabache parecía muy decidido.

¿Harry, estás seguro que el bebé no es tuyo?- preguntó preocupada- creo que sí no has dicho nada sobre separación es por qué crees que el bebé podría serlo.

Me conoces Hermione, no dejaría un hijo mío en el abandono- aunque la chica sabía que Harry hablaba en serio no dejaba de notar la duda en su voz- me aseguraré primero de que sea mío. Hoy iré a por Draco para que se realice una prueba.

¿Crees que aceptará así de fácil?

No se lo voy a preguntar, estoy seguro que también quiere saber- zanjó seriamente.

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Harry se apareció dentro de la propiedad de los Malfoy, esta vez iba solo. Suspiró, no tenía ni la más mínima gana de estar ahí, le causaba cierta repulsión. Entró justo como la última vez y se dirigió a la salita de estar donde encontró a los tres Malfoy. El mayor leía el periódico con algo de diversión mientras Narcisa tenía en su regazo a Draco. Acariciaba su cabello con toda la dulzura que una madre puede tener hacía su hijo, mientras él parecía bastante triste y con los ojos rojos, seguro había llorado.

No sabía muy bien como dirigirse a ellos, ¿Esposo? ¿Hurón?¿Suegros?... Solo se aclaró la garganta para llamar su atención.

Potter, ¿en qué podemos ayudarte? - preguntó con sarcasmo el mayor.

Draco, vamos- ignoró completamente al patriarca - iremos al hospital.

Valla insolencia- resopló.

Será mejor que te acostumbres "papito suegro"- Harry no estaba para nada de buen humor- porque me verás y escucharás muy seguido.

Draco se levantó y camino hacia él, casi sumisamente. Harry sabía que lo hacía por la duda pero aún así le habló con un tono melosamente fingido.

Vamos esposito, se hará tarde- Draco lo odió con todas sus fuerzas en ese momento.

El azabache le dedicó una mirada hostil a Lucius que veía estupefacto a Draco ir con él. A Narcisa le dió una leve reverencia a modo de despido.