Amor Mio

Capitulo 10

Draco se encontraba en su habitación viendo hacia cualquier parte menos a los ojos interrogantes de su madre que le veía con una una sonrisa pícara.

¡Harry! - el rubio giró con tal brusquedad que sintió las vértebras de su columna reacomodarse, su madre se rió triunfante- ¡te gusta!

¡No!- respondió rápidamente.

No lo estaba preguntando, cariño- su madre suspiró mientras se sentaba y acariciaba su cabello de manera tierna- Harry es un buen hombre.

Lo sé.

¿En qué estabas pensando al ir allá? - no era un reproche ni mucho menos y el rubio lo sabía.

Pasó algo- el rubio se reacomodó en la cama para poder ver a su madre - no entraré en detalles pero fue algo... Íntimo.- ella le miraba alentandole a seguir- fue mi culpa, yo lo provoqué... Sé que el quería más pero solo me quedé estático sin responder.

No lo entiendo, consumaste tu matrimonio con él desde el principio, ¿qué te preocupa?...

¡Sí! Pero... Creo me gustó mas de lo que creí así que esta vez no pude seguir porque la sola idea de pensar que solo está conmigo por el bebé- ahora  si que había lágrimas en sus ojos grises- creo que no soporté la idea de solo ser un acostón más para él. Por eso fuí a buscar a Ezra, porque no soporto esta situación.

Francamente...- su madre habló despues de un rato y en ese instante se cayó al escuchar un sonido sordo tras la puerta- Harry, adelante!

El chico parecía realmente sorprendido y casi triste, llevaba una bandeja con diferentes alimentos a los que Draco les tenía un gusto especial.

Yo... No sabía si tenías hambre o no así que de igual manera... - dejó la bandeja sobre el buró y salió sin decir más.

Draco se dejó caer dramáticamente sobre la almohada e hizo un berrinche- estaba escuchando de seguro, quiero morirme- se levantó rápidamente y se palmeo el rostro- deja de decir estupideces Draco- se decía a si mismo- papito no dijo eso en serio mi amor- se frotaba el vientre con cariño mientras su madre solo se reía de él.

No es tan malo darse cuenta de que estás enamorado de tu esposo ¿o si?- estaba segura de haber dicho eso ya otras veces o de haberlo pensado.

¿Qué voy a hacer?- preguntó con la preocupación pintada en el rostro.

Pues lo mejor que puedes, conquistar el corazón del León de Gryffindor- su madre tomó ambas mejillas y besó cada una de ellas, como si fuera un niño pequeño.

¿De verdad crees que pueda hacerlo?- preguntó un poco animado- no lo digo solo porque sea la mejor opción, lo digo porque de verdad quiero estar con él.

Creo yo, que vas por buen camino- le guiñó un ojo y se marchó.

Abajo, en la sala, Harry daba vueltas de un lugar a otro, tenía las manos entrelazadas detrás de la nuca y murmuraba con frustración. Él solo se había metido en ese lío, y ahora no sabía qué hacer. Le gustaba Malfoy, por supuesto que si, de eso ya se había dado cuenta pero no podía tenerlo a la fuerza ni tampoco deseaba que su estancia en la casa se volviera una difícil situación. Tal vez ahora podría convencer a Ezra de hacerse cargo del bebé.

¿En que demonios estás pensando Harry?- se reprendió en voz baja- ¿Porqué?¿Porqué?

¿Estás bien, Harry? - preguntó Narcisa sentándose en el sofá - pareces, frustrado.

Sí, lo estoy- fue a la barrita a servir un poco de alcohol, ni siquiera pudo verter una gota- en realidad no estoy bien. Es decir, jamás fue mi intención hacer la vida difícil para Draco.