Capítulo 9

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Harry se atragantó con su propia saliva y tosió un par de veces antes de hablar, antes de decir ¿Decir qué? Lo cierto era que el rubio acaba de dejarlo sin palabras, solo atinaba a verlo con los ojos muy abiertos, la boca seca y un extraño calor.

El ojigris comenzó a sentirse completamente avergonzado ante la mirada de Harry, el idiota había perdido la capacidad de hablar, de decir cualquier cosa aunque fuera alguna estupidez, su rostro se tiñó de un rojo carmesí y tenía calor, mucha calor. Ese sonrojo fue el colmo, como si la humillación de haber pedido ayuda no fuera suficiente.

Espera- murmuró el ojiverde en cuanto vio la intención del rubio de salir- lo siento es... me tomaste por sorpresa.

No te preocupes- respondió sin voltear a verle- no debí...

Te ayudaré- Harry había llegado demaciado rápido hasta donde estaba él, quedando muy cerca, casi pegado a su espalda. Cerró la puerta mientras seguía de pie, con su mano tomo la de Draco que aún sostenía el picaporte- te ayudaré.

No te pido que me hagas el amor, ni siquiera te pido sexo "normal", solo...- se maldijo a si mismo, preguntándose porqué no dejaba de decir estupideces, ¿porqué no lograba callarse?- no me gusta tocarme a mi mismo, no me gusta la sensación al final...

Shh- estaba hablando demaciado pero el ojiverde estaba entendiendo, el sentimiento de soledad que queda al final- tranquilo.

Milagrosamente eso bastó para que el rubio se callara y se recostara en la cama con los brazos inmóviles a sus costados y viendo al techo. Respiraba profundamente y olía a Harry, a pasta dental, a jabón... Se aclaró ruidosamente la garganta, dándose cuenta de lo mucho que le gustaba la combinación de los olores. El peso del ojiverde casi le hace rodar pero se aferró a las sábanas, se negaba a ver a Harry, comenzaba a sentirse demaciado avergonzado. Cómo se le había ocurrido pedirle "ayuda", ahora definitivamente podía decir que no tenía mas dignidad.

Harry le distrajo de sus pensamientos al acomodarse a su espalda, su mano temblorosa le ponía aún más nervioso, era como si fuera la primera vez que tocaba a alguien... Se pegó aún más a él y pudo sentir la tibieza de su piel, su respiración en la nuca enviaba pequeñas corrientes por su espina haciéndole sentir aún más exitado. Apretaba con fuerza la sábana cuando el ojiverde metió su mano debajo del pantalón de pijama para acariciar su cadera, subió a su cintura para después bajar sus muslos, que para sorpresa de Harry, eran bastante suaves y firmes. Acariciaba con la punta de sus dedos el vientre bajo del rubio, muy cerca de su caliente miembro.

Draco ahogó un gemido en cuanto sintió el tacto de su mano enroscarse sobre su firme miembro, caliente y ligeramente humedo por el preseminal, el movimiento de su mano era tortuosamente lento y sensual. No sabía cómo reaccionar ante lo que estaba pasando, a las sensaciones que inundaban su cuerpo; cerró los ojos dejandose llevar, cualquier pensamiento coherente desapareció, su cadera se movía en busca de más, el aliento calido de Harry en su cuello era demaciado caliente, desquisiante, apretaba los dedos de los pies con fuerza para Intentar controlarse pero era difícil. Puso su mano sobre la de Harry como para guiarlo mientras este aumentaba sus movimientos, los labios del ojiverde se posaron definitivamente sobre su cuello y eso de alguna manera lo enloqueció completamente y terminó de manera ruidosa y convulsa.

Sus pensamientos se volvieron claros en cuanto su respiración se normalizó, Harry lo presionaba contra su pelvis y su miembro duro, el ojiverde aún tenía en su mano el del rubio, un poco flacido. Draco fue dolorosamente conciente de que su propio cuerpo pedía más, Harry volviendo a masajear su miembro porque habia notado que seguía medio firme, cerró los ojos aceptando lo que viniera, en lugar de eso sintio el frío en su espalda y su miembro siendo liberado.

Amor MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora