Desilusiones

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Bajo la sombra de sus alas
Capitulo 3.
El correccional.

Las pupilas grises de Jassiel se movilizan con astucia por todo el pasillo de la comisaria.

Hacía diez minutos que se encontraba esperando el llamado del oficial Morring, quien, lo cito para hablar sobre un tema que, según él, era importante. Pero desde hace cinco minutos atrás, Jassiel estaba pensando en la posibilidad de irse, caminar hasta su casa y volver a la cama.

No sabía cuál era la enfática invitación que el oficial le había proporcionado en medio de aquella madrugada, ni lo urgente que sería como para no esperar que el sol se colara por las pequeñas ventanas de su habitación.

Pero ya estaba perdiendo la paciencia.

«¿Dónde esta Morring? ¿por qué me hace esperar tanto?»

La estación se encontraba algo solitaria a como Jassiel acostumbraba verla.

Uno más que otros oficiales somnolientos, caminando de un lado a otro por medio de un pasillo alargado, donde una luz tenue parpadeaba continuamente, al fondo las bocinas de la estación radial del pueblo se escuchaba con bastante interferencia, Jassiel se había comenzado a preguntar porque no cambiaban la estación de radio y entonces se dio cuenta que al lado del monitor que emitía el sonido, se encontraba un oficial cabeceando, con un pequeño baso de café frio entre su mano.

Estaba más dormido que despierto.

—Terencott.

De la oscuridad, al final del pasillo, surgió la figura de una persona alta, corpulenta, hablando con la misma autoridad que le agradaba ejercer gracias a su cargo de sheriff.

Era Morring. Había sacado medio cuerpo de su oficina y observando que Jassiel se acercaba, colgó el teléfono que tenía entre las manos, se paró a un lado del marquillo y dio paso al chico para que entrara en su oficina.

—Bienvenido.

Jassiel tomo asiento delante del escritorio del oficial.

Morring, cerrando la puerta detrás de él, se movió con cautela hasta el escritorio, esparciendo varios documentos y afincando su cuerpo en el filo de la mesa.

—Enmerston te denuncio.

Ambos sostuvieron las miradas por algunos segundos.

—No me digas. ¿Por esto me has citado a las dos de la mañana?

—Parece que no te sorprende.

Si, Jassiel lo sabía, Enmerston se había tomado la molestia de enviarle un mensaje.

'He cumplido con mi palabra, estaré esperando con ansias el día que te encuentres bajo rejas.'

El mensaje terminaba ahí.

«Ja»

Jassiel bajo la mirada hasta sus botas, luego se recargo cómodamente en la silla.

—Enmerston es un hombre de palabra, pensándolo bien, había tardado demasiado.

—¿Aun no asumes la situación en la que estas metido, verdad? No tienes abogado en el pueblo, nadie que quiera dar la cara por ti.

—Me doy cuenta de eso.

—Tienen suficientes argumentos para encarcelarte.

—¿Y por qué aun no me han detenido?

El oficial Morring saco un cigarrillo.

—Enmerston está buscando que hagas algo que te incrimine más, al parecer, unos cuantos meses en la cárcel no son jactanciosos para él, milagrosamente no ha obtenido suficientes evidencias para lo que quiere culparte—Hizo una pausa—Aun.

Bajo la Sombra de sus AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora