La decisión del Oficial Morring

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Bajo la sombra de sus alas
Capitulo 2.
La decisión del Oficial Morring

Los pasillos del hospital Hillgside siempre estaban abarrotados de personas, madres dando a luz, ancianos en silla de ruedas y niños llorando por su fobia a las agujas y enfermeras despiadadas.

A Jassiel tampoco le gustaba estar en ese lugar, pero no necesariamente por un miedo a las agujas.

«Los niños son estúpidos»

—Entraras solo, te esperare aquí afuera. —El oficial se recostó de la pálida pared y cruzo sus brazos. —No tardes.

Jassiel giro la mirada, tomo el pomo de la puerta, he ingreso a la sala de servicio de atención médica.

Era un lugar amplio, adornado por un gran ventanal al final de todo el corredor, el cual, estaba dividido en dos. Las paredes aun eran blancas, aunque llevaban pequeñas baldosas azules que dividían la parte baja como un pequeño toque de pulcritud en cada lado.

Jassiel comenzó a leer cada historial médico que se encontraba al lado de cada puerta del pasillo en un pequeño recuadro de acrílico, hasta que lo encontró.

Jave Burton.
Paciente masculino.
Veintiún año de edad.
Diagnóstico: Ruptura de la diáfisis femoral derecha y contusión leve craneal en el maxilar inferior.
Designado al Doctor Lewies.

El Sr. Enmerston se encontraba sentado al lado de su hija. Amber, quien había decidido jugar un pequeño partido de sopa de letras en los periódicos de pasatiempo que vendía el canillita abajo en la calle del hospital.

—Encontré telefonista.

Amber tomo el lapicero y marco con una línea la palabra en medio de tantas letras.

Enmerston frunció el entrecejo

—¿Estás haciendo trampa?

—No culpes a Amber de hacer trampa, nunca has sido bueno en las sopas de letras.

Mae, cambio de posición en medio del sofá, cruzando las piernas, mientras bajaba el teléfono para ver a su esposo y su hija con una media sonrisa en los labios.

—Siempre preferí Sudoku, tantas letras me marean.

Pero aquello fue una mentira.

Desde hace dos días atrás, luego de que le informaran del accidente que había sufrido su hijo, Enmerston no había pegado un ojo, aun sentía aquel retorcijón de tripas cuando ingresaron a Jave al quirófano.

Durante seis horas seguidas lo único que podía escuchar eran los llantos desconsolados de su esposa e hija.

Nunca se había sentido tan inútil e impotente como aquella vez.

Sin embargo, tener a su hijo estabilizado y en una camilla justo a su lado, no habia calmado su inquietud.

Enmerston Burton, se levantó del asiento, camino por medio del cuarto que le habían asignado y se detuvo al pie de la camilla donde se encontraba Jave.

Aspiro hondo.

«Todo estará bien, volverás a caminar y saldremos a trotar juntos, te lo prometo.»

Hasta ese momento, no fue consciente de lo que estaba a punto de hacer.

La puerta se abrió.

El Sr. Enmerston no se había girado a ver quién había entrado, sus ojos aún se encontraban sobre su hijo.

—¡Que haces tú aquí!

La madre de Amber se había levantado del sofá, incrédula, estupefacta, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.

Bajo la Sombra de sus AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora