Descendencia I (EM)

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Luego de la llegada de los Azumabito a Paradise y su reunión con los altos rangos militares, Kiyomi pidió una charla a solas con Mikasa para poder hablarle de su nación, la que por derecho prácticamente estaba en sus manos. Nadie tuvo ninguna objeción, nadie excepto Eren que no se sentía muy confiado de las personas de fuera, quiso quedarse pero sabía que no debía meterse en esos asuntos, no si Mikasa no se lo pedía.

Pasó alrededor de una hora cuando Mikasa salió de la reunión pero no traía muy buena cara, parecía más seria que antes ignorando a todos incluso al propio Eren, eso hizo que todos se asombraran definitivamente algo malo había pasado. Por el resto del día no la encontraron por ninguna parte.

A la mañana siguiente Eren se levantó más temprano que de costumbre para ir a ver a Mikasa, sabía exactamente dónde podía encontrarla, el lugar que ella visitaba siempre que se sentía mal y necesitaba despejarse, los antiguos campos de entrenamiento, más específicamente uno de los bosques.
Al llegar el ojiverde no la vio por ninguna parte pero minutos después escuchó el ruido del equipo de maniobras, era ella. Se adentro un poco más entre los árboles para encontrarla al momento que ella se detuviera pero de repente escuchó un fuerte golpe en seco que lo hizo correr y hallar el cuerpo de la joven tirado de espaldas en el suelo, al parecer su cálculo para engancharse había fallado algo increíble tomando en cuenta que en ninguno de tantos años que llevaban usándolo le había pasado algo así hasta hoy.

-¡Mikasa! ¿Estás bien?.- la chica que tenía los ojos cerrados los abrió rápidamente.
-E-Eren…- ella estaba aturdida por el fuerte golpe que recibió. -Estoy bien.- quiso incorporarse pero no pudo, estaba mareada así que Eren la sostuvo.
-Tienes que decirme qué está pasando, parece que es algo grave.

La chica tomó la bufanda entre sus manos y agachó la mirada, había planeado hablar con Eren más adelante pero sabía que ya no sería así, tenía que hacerlo en este momento.
-Historia tenía razón, llevo una carga muy pesada sólo por el simple hecho de haber nacido…- Eren la miró confundido pero no la interrumpió. -Soy la última descendiente viva del Shogun se los Azumabito, por lo tanto Kiyomi me ha pasado una encomienda, ella quiere que cuando todo esto acabe yo gobierne sobre Hizuru y también…-se quedó en silencio, tal vez sí estaba hablando de más.
-¿Qué quieren de ti?.- el castaño estaba totalmente serio.
-...que haga lo que mi madre me pidió años atrás.
-¿A qué te refieres?
Ella tomó un gran respiro y siguió. -Quieren que me case y forme una familia con un joven reconocido de Hizuru… parece que ese mismo llegará a Paradise en unos días a que lo conozca.

Eren sintió su furia arder, jamás de ninguna manera lo permitiría, no entregaría a Mikasa a ningún hombre.
-No.- su respuesta fue cortante y definitiva. 
-¿Eh?
-No voy a permitirlo, ya pensaremos en algo pero tú no puedes estar con ningún hombre y ser obligada a eso.

Después de esa plática Eren y Mikasa estaban juntos todo el tiempo, no era extraño verlos juntos, siempre había sido así pero ahora su cercanía era extrema, prácticamente no se separaban para nada.
Días después un barco de Hizuru arribó a Paradise, ese mismo día conocieron a Hikaru un joven un par de años mayor que ellos, alto de piel blanca, cabello negro, rasgos característicos de su nación, sumamente atractivo y amable sobre todo con Mikasa, cosa que a Eren y Jean no les agrado para nada.
Aunque Kiyomi quiso que los jóvenes se conocieran más le fue imposible, Eren no se despegaba de Mikasa tomando como excusa el hecho de que estaban afinando detalles para su próxima visita a Marley. 

Una noche antes de que la legión partiera Eren se escabullo hasta el cuarto de Mikasa para hablarle del plan que ideó con el fin de que ella no se casará con Hikaru, estuvieron hablando hasta el amanecer y en la mañana embarcaron a su misión.
Cinco meses más tarde la legión volvió a la isla, se habían quedado mucho más tiempo del planeado pero tenían una razón, Eren y Mikasa escaparon dejando sólo una carta para sus compañeros.

Narrando el arte (SNK) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora