Narrando el arte (SNK)

Pandemia (EM)

Año 2020 y una terrible enfermedad azotaba al mundo entero, se había descubierto meses antes pero no se le tomó la atención necesaria y aquí estaban las consecuencias, lo peor del caso es que los doctores, enfermeras y todo el personal médico era ahora el que llevaba toda la carga por esos errores.

Mikasa vivía en la ciudad de Toronto, Canadá. Hace unos años se había mudado ahí junto a su ahora prometido Eren, compraron un departamento en un muy acogedor edificio en la ciudad ya que era mejor para ellos por su trabajo, Eren era médico especializado en cardiología mientras que ella una Project manager, o en otras palabras Directora de proyectos de Bravehart Interiors una de las empresas más  importantes en la ciudad o quizá el país, aunque por obvias razones estos meses había trabajado desde casa a diferencia de su prometido que trabajaba en El Hospital General de Toronto o más específicamente en el centro cardíaco que lleva el nombre de Peter Munk.
Hacía casi un mes que no lo veía ya que se le ordenó a todo el personal quedarse por los continuos pacientes que ingresaban todo con el propósito de que, en caso de enfermar ellos también, no contagiaran a sus familias.

Afortunadamente Mikasa no estaba del todo sola, los vecinos de enfrente eran una pareja de rubios a los que en ocasiones visitaba con todas las medidas de seguridad, Armin y Annie; Armin era el mejor amigo de Eren, se habían conocido desde pequeños pero se separaron en el momento en que ingresaron a la universidad y por azahares del destino volvieron a encontrarse justo en ese edificio. Él era maestro de en una escuela prestigiosa y Annie una reconocida modelo que además daba clases de defensa personal en sus tiempos libres.
También para fortuna o desgracia de Mikasa en el mismo edificio vivía uno de sus jefes del trabajo, Levi junto a su esposo Erwin y su hija adoptiva Gabi, en ocasiones también lo veía para discutir asuntos de su empleo.
Sus días en casa sola se basaban en actividades diferentes pero había cosas que jamás faltaban como era su trabajo, ejercitarse y las videollamadas nocturnas con su amado.

Ese día en particular Eren terminaba su jornada y se encontraba en la sala que se les había asignado a los doctores para descansar preparándose para su cita virtual cuando entró Hange, una de las directoras del hospital y doctora más reconocida, que además era su amiga y apoyo.

-¡Oh! Hola Eren, siento interrumpir.
-Hange, no te preocupes no interrumpes nada.
-Vas a hablar con Mikasa ¿No es así?.- sonrió la castaña.
-Sí… yo la extraño.
-Ni que lo digas, entiendo perfectamente yo también extraño a Moblit y ni se diga a mi pequeña Merit.
El ojiverde la miró comprensivamente. -Debe ser difícil.
Ella suspiro. -Lo es pero no importa, hago esto por ellos, son mi motor.- sus ojos se iluminaron al decir eso. -Supongo que para ti Mikasa es tu motor ¿Me equivoco?.
Eren sonrió genuinamente. -Ella es todo para mí.
Hange le dió una palmadita en el hombro con esa ternura maternal que la envolvía antes de salir de la sala. -Anda no la hagas esperar más.

Ya estando solo el ojiverde tomó su celular para hacer la llamada que de inmediato contestó su prometida.

-¡Eren!.- saludo con alegría la joven. -¿Cómo estás?, ¿Qué tal tu día?.
Él sonrió en cuanto la vio y seguía haciéndolo cuando contestó. -Mika estoy bien, mi día pues ya sabes… atareado ¿El tuyo qué tal?.
-Estuvo bien, hoy entrene un poco junto a Annie.
-Eso debió doler.- rio el ojiverde.
-Sí pero es divertido.- ella hizo una pequeña pausa y su sonrisa se apagó un poco. -Te extraño Eren.
-Cariño yo también te extraño… pero sabes qué es lo que más extraño…- su sonrisa pícara amenazaba con hacer algún comentario cargado de tensión o gracioso para animarla.
-Dime…
Él se acercó un poco más a la pantalla y bajó ligeramente el tono de voz. -Tus piernas en mis hombros…
Esas palabras hicieron que la chica se sonrojara fuertemente y riera muy avergonzada. -¡Ereen!  
-¿¡Qué!?, ¿Tú no extrañas eso?.
Mikasa sonrió coquetamente mientras se mordía el labio inferior, aún con la cara de un color escarlata brillante. -Pues… sí. 
El ojiverde soltó una carcajada. -Mika no puedo creer que pones la misma cara de avergonzada que las primeras veces.
-¡Basta!.- ella se cubrió el rostro con las manos y aún así se podía ver lo roja que estaba su piel.

Mikasa no sólo era su prometida, su pareja, su novia o como quisieran decirle, ella también era su amiga lo fue por mucho tiempo antes de darse cuenta de cuánto se amaban, así que de vez en cuando le gustaba molestarla como dos adolescentes aunque claro ahora sus temas eran más subidos de tono y aunque ella se avergonzaba lo hacía en buen modo pues ambos ya conocían todo del otro.
Después de burlarse un rato él se puso serio.

-Mikasa tengo algo que decirte. 
-¿Qué pasa?.- ella se preocupó un poco al verlo serio y escuchar su nombre así, él siempre la llamaba con apodos o contracciones de su nombre.
-Me hicieron estudios para saber si no me contagie.
-¿Y bien?.- quería verse tranquila pero ahora su preocupación había crecido.
-Estoy bien.- él sonrió. -Mañana mismo estaré en casa.- ahora su expresión cambió a una de felicidad pura.
-¿¡Enseriooo!?, ¡Mi amor que felicidad, al fin después de tanto tiempo!.
-¿Crees que es bueno?.- otra vez estaba serio.
-Sí ¿tú no?.- ella le bajó a su emoción.
-Oh claro que sí, sólo que tengo que advertirte que no te dejaré salir de la habitación por unos días, tú entiendes.- allí estaba de nuevo la sonrisa pícara que la volvía loca.
-Haré el sacrificio.- ella también sonrió atrevidamente, sabía que Eren no bromeaba él era capaz de cumplir lo que le decía y más ahora después de tanto tiempo de no verse.

-Bueno futura señora Jaeger entonces le recomiendo que duerma muy bien esta noche, la dejaré para que lo haga.
-Okey… Te amo Eren.
-Yo más.

Después de eso colgaron la llamada, ambos no podían esperar que llegará el siguiente día, ni siquiera estaban seguros de poder dormir debido a la emoción de volver a tenerse cerca.

Art:

By:@ampala_yeah

Las imágenes son aporte de una seguidora de la obra.✨
No sé me ocurrió otro nombre para este capítulo jajajajaja.