Revenge (EM)

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Nunca creí en lo que la gente decía sobre la visión de tu vida cuando estabas a punto de morir, siempre pensé que eran simples supersticiones pero en ese momento lo entendí.

Estaba celebrando mi boda con el amor de mi vida, el hombre de mis sueños, mi ser más amado cuando escuché un estruendo hueco que resonó por todo el salón, a partir de ahí todo fue muy rápido. Sentí un dolor punzante en el vientre y en cuestión de segundos me encontraba en el suelo, podía escuchar a lo lejos los gritos de la gente y entre tantas voces logré distinguir dos de ellas.
Una era de Armin que pedía un médico, la otra era de Eren, mi querido Eren, su voz desesperada estaba llena de preocupación, podía escucharlo gritando mi nombre pidiendo que resistiera, me decía que la ayuda llegaría pronto pero yo sabía que era tarde... Podía sentir como la vida se me iba lentamente de las manos.

Una ola de recuerdos inundó mi mente, ahí estaba yo de pequeña jugando entre los jardines de la mansión de mis padres pero no estaba sola, un niño trigueño de ojos verdes me acompañaba, él llevaba una corona de mis flores favoritas, campanulas, una que yo misma le había hecho ya que en las épocas más cálidas del año los jardines de mi hogar adquirían un color violeta acompañado de un fresco aroma, todo debido a esas flores que me encantaba colocar en el cabello de mi compañero de juegos.
Así pasaron los años y siempre nos mantuvimos juntos, algunas veces había peleas entre nosotros pues Eren siempre fue un chico extrovertido y yo era todo lo contrario pero a pesar de eso seguíamos siendo inseparables y poco a poco nuestros sentimientos se descubrieron haciéndonos ver que ese amor inocente disfrazado de amistad que tuvimos desde niños había crecido con los años y se había vuelto algo más completo y pasional. Comenzamos un noviazgo y cuando estuvimos listos decidimos dar el siguiente paso, así fue como llegamos a esto, a este el día más feliz de mi vida y por lo visto el último.

Otra vez pude escuchar su voz llamándome pero ya no podía entender del todo lo que me decía, lo observé y sus hermoso ojos estaban llenos de lágrimas, no lo soportaba, no podía verlo llorar. Quise hablarle pero mi boca se inundó del terrible sabor metálico de la sangre y en un reflejo de mi cuerpo para evitar ahogarme comencé a toser escupiendo el líquido rojo, la expresión de mi amado se convirtió en la más triste porque fue entonces cuando lo supo, ya no tenía caso intentar nada más esos eran mis últimos momentos.

Lo observé tratando de memorizar cada una de sus facciones, no tenía idea de a dónde iría o qué pasaría después de la muerte pero no importaba, quería recordarlo tanto como pudiera. Mi mente me hizo una jugarreta imaginando lo lindos que serían nuestros hijos sí en este momento la vida no se me estuviera yendo, sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla y con la última pizca de fuerza que me quedaba levanté mi mano para tocar su rostro, él la afianzó con la suya y empezó a hablarme entre sollozos.

-Ya todo estará bien vida mía... No importa lo que pase te amaré por toda la eternidad... Vamos, descansa.- su voz se quebró y aún así fue capaz de regalarme una sonrisa.
Se inclinó hasta mí para darme un último beso, ojalá hubiera podido corresponderle.

¿Por qué me pasaba esto a mí? No quería irme y dejarlo solo pero mis párpados comenzaban a pesar, me surgió otra duda en ese momento... ¿Quién lo hizo?, ¿Quién jaló el gatillo para acabar con todo?
Antes de que mis ojos se cerraran para siempre y con el último aliento que me quedaba logré despedirme deseando con toda mi alma volverlo a ver...

          -Te amo... Eren…

El joven Jaeger se encontraba destrozado, no podía aceptar lo impredecible e injusta que era la vida, el día anterior había estado celebrando su día especial, acompañado de sus familiares y amigos, había pasado a la etapa más importante de su vida dispuesto a formar un futuro y una familia al lado de su amada Mikasa y sin previo aviso esa dicha se le fue arrebatada. En un abrir y cerrar de ojos alguien se la quitó para siempre, los médicos llegaron cuando ya era tarde; el día de su boda sería recordado por todos pero no por lo que deseaba sino porque ese día también le trajo desgracia.

Narrando el arte (SNK) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora