Capítulo 6"Los gritos de una bruja"
24 de Mayo, 20218:33
Bianca volvió a casa luego de 27 días fuera, no la extrañaba, la verdad es que hace mucho que me había acostumbrado a ya no extrañarla en lo absoluto. Pero justo ese día en particular ella había decidido llegar de un humor tremendamente especial y arruinarme con todas sus ganas esa paz a la que la soledad me terminó acostumbrando por las malas.
Es Lunes 24 de Mayo, son recién las 8:27 de la mañana, despierto en un sobresalto por unos ruidos fuertes que se sienten muy cerca. Escucho, aún medio adormilado, cómo golpean la puerta de mi habitación con una brusquedad fuera de este mundo. ¿Qué pasa que esta mujer ha llegado vuelta el mismísimo demonio?
Me levanto de manera cuidadosa, siento que me voy a caer, estoy un poco mareado... Las pastillas para dormir son demasiado fuertes y me dejan mal por algunas horas posteriores al despertar.
Saco el cerrojo de la puerta con ayuda de la llave que está metida en la cerradura. La cara que me recibe del otro lado de la misma, me dice a gritos que se armará el infierno, así que comienzo a prepararme mentalmente de la manera más rápida que puedo, pero no me funciona porque la verdad innegable es que sigo dormido, y solo hacen falta algunos segundos más para que ella esté dentro de mi cuarto, encienda la luz y comience a soltar los gritos de la bruja.
— Solo vengo a decirte una cosa... ¡En qué mierda habíamos quedado, Luka Joaquim Riva!— Sus gritos resuenan en mi cabeza que pareciera estar viviendo su peor resaca, pero no, solo es que estoy más ahogado en fármacos de lo que nunca estuve en mi vida. Bianca me mira con un rostro que es realmente un poema, me confunde su expresión ¿será enojo? ¿será decepción? ¿será odio? yo ya no sé, pero siempre he pensado que me odia. Se ha quedado callada esperando que yo le diga algo, pero no lo hago. Sé a qué se refiere, pero no quiero discutir el tema porque por más que lo haga ella parece cada vez entenderme menos, así que solo dejo que me siga gritando como si el mundo fuera a acabarse si ella no lo hace— ¡Me prometiste que volverías a la universidad, me lo juraste, con un demonio! Llamé a tu estúpida universidad para decir que volverías a partir del 3 de Mayo porque resulta que eso era lo que habíamos acordado, me diste tu palabra ¡Ahora sabemos lo que vale! Me han llamado para decirme que nunca volviste, nunca, ni siquiera un miserable día, ¡Me dejaste en vergüenza y de verdad que ya no doy más contigo!— Hace una pausa por un breve momento y respira, yo estoy sentado en la cama mirándola, directo a los ojos, siento cómo la bruja me quema vivo. Agacho la mirada.
— ¿Ni siquiera eres capaz de decirme algo?— Me recrimina— ¡Mírame aunque sea una puta vez y dime algo!... Por la mierda Luka tienes 23 años, no puedo estar aguantando esto de tu parte, si fueras un poco más como tu hermana... Al menos ella terminó su carrera, se casó y tiene casa propia. Al menos ella es alguien en la vida, no como tú. Te lo he dado todo, Luka, y ni siquiera de esta forma puedes agradecerme...
Que me lo ha dado todo, eso acaba de decir. Seguramente habla de los bienes materiales y el dinero, porque la verdad es que no me ha dado nada más que eso, y es algo de lo que tal parece no se está dando cuenta. Me sorprende mucho que haya padres, si se les puede llamar así, que creen que solo con darles dinero o juguetes y regalos a sus hijos creen que se les soluciona toda la vida, que no tendrán problemas, que no los necesitarán... Quieren reemplazar todo el cariño que se necesita con lujos que al final de todo no sirven de nada, y se creen que son unos padres de maravilla. Es para reírse.
— Quiero que te vayas de aquí— Sentencia, y recién ahí vuelvo a mirarla— No te voy a dar más dinero, no te voy a pagar la mierda de carrera que estudias a duras penas en la universidad, puedes seguir yendo a esa estúpida terapia a ver si de algo te sirve, pero más allá de eso no pienso ayudarte más, eres un problema— asiento con lentitud, no como una manera de aceptar lo que ella me ordena, sino como una manera de reafirmar por millonésima vez cuánto me odia la mujer que lamentablemente tuvo que darme la vida.
— Bien.
— Puedes irte a esa basura de departamento, a ver si vivir en ese infierno hace que madures y superes las cosas— claro que diría eso, era obvio, ¿dónde más podría irme si no? el departamento era mío, pero hace un año no ponía un pie ahí... Volver a ese infierno, no era capaz, no me sentía capaz, pero tenía que hacerlo porque no podía ir a otro lugar.
— Sal de aquí, necesito empacar— Ordené, y me acerqué a la puerta esperando que ella se fuera para poder echar llave.
— Tienes hasta las 3, voy a salir y cuando llegue no quiero verte aquí— dice, y a penas pone ambos pies fuera de la habitación se voltea a verme otra vez— No sabes lo magnífico que va a ser descansar de ti por fin.
¿Descansar de mí, recién ahora? ¡Pero si siempre lo había hecho! Nunca estuvo, nunca se preocupó, siempre resulté ser ese problema para ella que menciona ahora. Esa mujer se había encargado de hacer de mi vida un infierno desde el día en que nací, y ahora tiene el descaro de culparme a mí, la osadía de suponer que en algún momento se esforzó por ayudarme. Nunca hizo nada, y esa era toda la verdad.
Tomé un bolso deportivo y guardé en él las cosas que consideraba más importantes: Al menos la mitad de mi ropa, porque no tenía espacio para más, zapatillas, artículos personales, un par de libros que eran de la universidad— no sabía si podría volver alguna vez, pero al menos podría intentar— y lo más importante para mí, una caja fuerte llena de objetos y recuerdos que alguna vez resultaron ser apreciados y vitales, y que al parecer siempre lo serían.
Puse mi laptop y algunas otras cosas en una mochila, tomé las llaves del departamento y también las de mi moto. Guardé mi celular y me despedí de esa casa de mierda con la idea de no volver nunca más.
Antes de salir, tomé un lápiz, un post-it y le dejé una nota a la bruja: Creeme, no te voy a extrañar ni un poco. Bruja.
Salí de ahí sintiéndome tranquilo, no niego que pensar en volver al departamento me inquietaba y me generaba un nudo en la garganta demasiado grande. Pero a veces en la vida no te quedan más opciones, y solo hay que hacer las cosas. Me subí a la moto, encendí el motor, y me dirigí rápidamente al centro de la ciudad.
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.Hola gente bonita<3 hace mucho no les dejaba una notita por aquí.El tema que trata este capítulo es, a mí parecer, bastante delicado. Porque, como ya sabrán, okey, Bianca siempre ha despreciado a Luka, eso es algo que ustedes tienen claro desde el capítulo 2. Pero pasa en este capítulo que Bianca está tratando a Luka como un parásito, como un problema, cuando Luka está ahí nada más y nada menos porque ha vivido una experiencia horrible y muy dura. Bianca es el ejemplo de cualquier "padre" que no merece ser llamado como tal, que de padre no tiene nada, que cree que dándole "lujos" a sus hijos suplirá una parte de su vida que se llena con amor, con apego, con fraternidad, con apoyo. Cosas que hay muchas personas que no se las dan a sus hijos, y que luego los desprecian porque creen que es culpa de ellos, que les han terminado por arruinar la vida.
Solo quería mostrar que hay gente muy desgraciada que tergiversa las cosas y las ve como quiere. Gente que abandona, gente mala con los demás, con los suyos, con los que son su sangre. Y bueno, no más reflexión, espero les haya gustado el cap!
Deja un like si eres Team Anti Bianca, yo creo que todos lo somos.
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Solo quedó tu recuerdo
Teen Fiction┏━ ━┓ No importa cuánto intente volver a tenerte, No importa cuánto me esfuerce por estar cerca tuyo una vez más... No importa cuánto sufra porqu...