𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 7

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Capítulo 7

"De Escenarios Dolorosos"
14:17

Llevaba varias horas sentado en la "calle"- si es que en verdad le podía llamar así, parecía más una especie de estacionamiento- al que se llega a través de la salida de emergencia del edificio. Me quedé aquí por el simple hecho de que me sentía demasiado incapaz de siquiera estar dentro del edificio... No quería entrar, no quería volver a ese lugar...

El silencio me acompaña, no hay nadie más que yo en aquel lugar, y es normal, casi nunca hay gente por aquí. Suelto un suspiro mientras contemplo mis propias manos que descansan sobre mis piernas.

Llego a la conclusión de que por más que trate de evitarlo, parece no quedar otra opción para mí. Remuevo mi cabello un poco mientras miro a mi alrededor, es un día bastante frío pero por suerte no está lloviendo. El cielo tiene un ligero tono gris que se me hace demasiado melancólico, y las copas de los árboles se mueven con el viento que también se encarga de arrastrar algunas hojas que hay en el piso. En el fondo agradezco haber salido con polerón de esa casa.

Me saqué el celular del bolsillo. La verdad es que no sabía cómo sentirme respecto a nada, necesitaba hablar con alguien, necesitaba sentir aunque fuera una mínima compañía. Decidí hablarle a la única persona que sabía que podía entender mi dolor casi en su totalidad, porque siempre lo había hecho, desde que comenzamos a acercarnos un poco más hasta volvernos amigos.

La foto de perfil en el whatsapp de Karla es un pequeño gatito negro escondido entre un montón de margaritas. Viene a mi mente el día en que la tomó, cuando Matteo y yo fuimos a visitarla, cuando vio a su gato- llamado cafeína- corrió de inmediato a tomar la foto porque según ella era "una postal digna de admirar"... Recordarlo me duele. Puedo oír en mis memorias las risas que compartimos los tres ese día, y siento cómo una presión en el pecho surge y luego comienza a aumentar a pasos agigantados.

Trato, con todas mis fuerzas, de contener las lágrimas que luchan por salir. Pero me siento demasiado débil incluso para eso. Decido comenzar a escribirle un mensaje a Karla.
¿Estás?— Tecleo y envío, luego vuelvo a dejar el celular sobre mi pierna. Siento que me arden los ojos, quiero llorar con muchísimas ganas pero aún así intento reprimirme. Me dedico a mirar los árboles moviéndose hasta que el celular vuelve a vibrar.
Karla<3: Aquí estoy, ¿cómo estás? ¿ocurrió algo? 14:48 ✓✓
¿Estás ocupada? No quiero molestarte pero necesito hablar con alguien...— envío el mensaje y esta vez no se tarda nada en ver el mismo y comenzar a contestar.
Karla<3: No estoy ocupada, tranquilo, ¿Quieres que nos veamos? 14:50 ✓✓
Sería genial...
Karla<3: ¿Dónde estás? 14:51 ✓✓
En un lugar al que no tenía pensado volver en mucho tiempo... —Tras envíar ese mensaje siento cómo me estoy quedando corto en mi lucha por contener mis emociones, me tiembla un poco el mentón, estoy a poco y nada de comenzar a llorar. Sé que ella entenderá de qué lugar le hablo.
Karla<3: Voy para allá ¿sí?, llego en 10 minutos. 14:53✓✓

Vuelvo a soltar un suspiro en el que intento botar todo el dolor y la ansiedad que siento y que aumenta a cada segundo que sigo ahí intentando resistirme contra mis propias emociones, pero parece ser inútil, porque las manos comienzan a temblarme también en cuestión de segundos. Mis pasos se dirigen con demasiada lentitud a la puerta de acceso... Me congelo en mi sitio cuando tomo la manilla, respiro profundo tres veces y empujo esta misma para poder abrir.

Camino hacia el ascensor porque ni siquiera siento energías para subir la escalera, marco el piso 7 y espero a que la puerta se cierre... Siento como si el aire a mi alrededor estuviese más pesado que nunca.

Cuando el ascensor se detiene salgo del mismo con pasos temblorosos. Camino un poco y me detengo. Mierda, de verdad no quiero estar ahí.

Doblo a la derecha luego de avanzar algunos metros a través del primer pasillo. Al final del segundo pasillo me espera la puerta negra con el número 749 grabado y pintado con color dorado. Suelto nuevamente un suspiro, siento que me estoy comenzando a ahogar muy lentamente. Comienzo a caminar hacia la puerta mientras rebusco las llaves en mi mochila con la dificultad que implica llevar otros bolsos en la mano contraria.

Luego de un lapso corto de tiempo por fin saco las llaves del bolsillo más pequeño de la mochila, llego junto a la puerta y cuando estoy a punto de poner la llave correcta en la cerradura, me detengo y observo mi mano. Estoy temblando, también estoy sudando.

Demasiada angustia me genera la situación y entiendo- aunque al parecer siempre lo tuve más que claro- que no puedo hacerlo, al menos no estando solo, no hasta que Karla esté aquí conmigo. Decido esperarla.


Guardo la llave en el bolsillo de mi pantalón, dejo los bolsos apoyados en una de las paredes pintadas en un tono amarillo pastel y posterior a eso me siento en el suelo, recargando mi espalda en la puerta. Me quedo un rato ahí, sin hacer absolutamente nada, solo observando de manera minuciosa a mi alrededor, todo está igual que hace un año, no ha cambiado nada. Unos 10 minutos después opto por volver a tomar mi celular pero esta vez con la intención de escuchar un poco de música. Conecto los audífonos y pongo un aleatorio cualquiera que comienza a oírse en cuestión de segundos.

Pasan algunos minutos, se han reproducido cuatro o cinco canciones, quizás hasta seis. La verdad es que no les he prestado demasiada atención. Hasta que, de pronto, comienza a sonar a través de los audífonos Hold On de Chord Overstreet. El mundo parece detenerse a mi alrededor, solo puedo escuchar el sonido de la música y mis propias pulsaciones. Miles de pensamientos y recuerdos vienen a mi mente, y la verdad es que no aguanto mucho antes de estar llorando de una manera horriblemente dolorosa. 

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2021 ⏰

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