Capítulo 4
"Olvidando al mundo"
16:11
Estaba sentado en el césped, bajo un árbol que lograba tapar la luz del sol que me daba en los ojos. De fondo, probablemente proveniente de alguno de los bares o quizá de alguna tienda de discos de esas que aún perduran por estos rincones de Italia se escuchaba Teenagers de My Chemical Romance. Esa canción está persiguiéndome siempre... Tal vez la vida intenta decirme algo...
Entonces te diría que huyeramosCon este baúl lleno de municiones también
Terminaría mis días contigo
En medio de una lluvia de balas
Estoy tratando
Estoy tratando de hacerte saber cuánto significas para mi
Y después
De todas las cosas que nos hicimos entre los dos
Yo conduciría hasta el fin contigo
Tarareaba la canción a volumen muy bajito, sentía impulsos demasiado grandes de cantar, pero no quería que la gente se me quedara viendo raro. Me puse a mirar las cosas que traía conmigo, había una bolsa con papas fritas y otra con dos bebidas, dos cervezas y un paquete de cigarros...
Por el desastre que se oía de fondo cuando Matteo me llamó, era obvio que necesitaba distraerse a toda costa. Y yo estaba de lo más dispuesto a ayudarlo con eso, aunque me costara sobremanera.
Parecía ser que en el último mes, desde que había conocido a Matteo, mi vida había comenzado a ser demasiado distinta... No quiero decir que haya dejado de tener problemas, que haya dejado de estar mal o de sufrir... Solo que tener a alguien así de cerca, de ocuparme en ayudar a alguien también me ayudaba a encontrar maneras de sobrellevar mi propio dolor.
Miré mi celular, inquieto porque ya había pasado casi media hora... No quería pensar en que le hubiese pasado algo. Le había mandado mi ubicación hace un buen rato, era un parque que quedaba cerca de mi casa al que solía venir cuando no quería estar demasiado solo pero tampoco con gente que me conociera. Al menos el simple hecho de ver a personas— que nunca me dedicaría a conocer—pasar caminando, demasiado apuradas o demasiado distraídas, acompañados por más gente, por una mascota o hablando por celular me ayudaba a olvidarme un poco de todo, me resultaba entretenido, veía más vida de la que habría jamás en mi casa.
Veo de lejos que se acerca un chico en bicicleta. No me hace falta mucho tiempo para averiguar qué se trata de Matteo, su cabello castaño reluce demasiado al sol y noto que sus mejillas y nariz están demasiado rojas... Ha estado llorando durante el camino...
Viene muy agitado, contemplo cómo arroja la bicicleta al suelo con desesperación al momento en que sus pies tocan el suelo. Lo siguiente que hace es sentarse en el suelo y ya puedo escuchar con lujo de detalles su llanto, su respiración entrecortada y sus dedos crujiendo mientras hace sonar sus huesos de manera vehemente. De un momento a otro grita- probablemente frustrado- para luego tirarse hacia atrás en el pasto y seguir llorando en silencio mientras se tapa la cara, noto cómo su cuerpo tiembla levemente.
Yo solo me quedo mirándolo... Está teniendo un ataque de pánico, y la verdad es que no sé qué hacer para contenerlo... Siento deseos de abrazarlo pero tampoco sé cómo va a reaccionar en su situación. No sé si me tiene permitido ya hacer eso tampoco, no sé sus límites, quizá no le gusta que lo abracen... Hay muchas cosas que aún no se de él, al fin y al cabo, solo llevamos un mes conociéndonos.
Cuando se quita la mano de los ojos veo que se han puesto demasiado rojos, al igual que su rostro que es susceptible al cambio por ser demasiado blanco. Poco a poco está dejando de temblar, y su pecho comienza a subir y bajar con un poco más de normalidad.Suelta un largo y apesadumbrado suspiro, luego me mira.
— Lo siento, Riv, probablemente no es el saludo que esperabas— Dice en un susurro que a duras penas logro escuchar, su voz es tan débil y temblorosa. Posterior a eso se acomoda el cabello lentamente con una mano mientras con la otra se toca la mejilla y va limpiando las lágrimas.
— Está bien, Matt, no tienes que preocuparte por eso... Sólo desahógate, ¿okey?— Cuando terminé de decir aquellas palabras él se enderezó y apoyó sus brazos en sus rodillas, no me miró, no dijo nada, simplemente se quedó mirando el suelo por unos segundos. Yo lo contemplé respentando el silencio por unos dos o tres minutos, le di un par de palmadas suaves en la espalda de la manera más tensa posible— Traje unas cervezas, no sé si te gustan pero creí que podrían ayudarnos a pensar en otra cosa... No tenía ningún termo a mano como para traerte algo con cafeína amigo.
— No me dejarás olvidar nunca que ese día me tomé 4 cafés, ¿cierto?— Preguntó esbozando una pequeña sonrisa que por más que intentara ocultar logré divisar con facilidad, luego negó con la cabeza pero siguió sonriendo.
— Oye cuatro cafés son bastante...
— Luka... Eran expressos, hasta tú te los tomas de un sorbo— Por fin me dirigió la mirada, había una sonrisa muy leve grabada en su rostro, pero sus ojos seguían tristes.
— Pero no pedí otros tres al terminarlo— Le devolví la sonrisa, que más bien me salió como una mueca... Era un tema tonto, sí, pero si lo hizo reír seguiría hablando de mil temas tontos. Solo quería que se relajara, que se sintiera a gusto y sin presiones.
El silencio que se armó luego de eso me dejó demasiado indefenso, fueron unos largos minutos en que Matteo Ricci miró a la gente que pasaba trotando, a los perros que arrastraban a sus dueños por el parque mientras ellos olían el pasto... Y luego miró hacia el cielo demasiado celeste y que siempre me parecía demasiado lúgubre, aunque fuera luminoso.— Luka... Estoy muy cansado, ¿sabes?— Susurró luego de un rato. Yo no pude decir nada, al menos no de inmediato... solo lo miré, a veces pensaba si sería capaz de ayudarlo en serio... Realmente, realmente se había vuelto alguien muy importante para mí, sin importar hace cuánto lo conocía, ni en qué circunstancias lo vine a encontrar... Matteo me volcó el mundo en un giro de 180 grados, no me importaban los malos momentos que tuviera en mi casa, no importaba cuán cansado me sintiera... Ricci me llamaba y yo podía volar, sabía lo que me pasaba con él, pero no me sentía capaz de decírselo.
Él soltó un suspiro, agarró una de las bolsas y sacó un par de papas fritas las cuales se llevó a la boca. Después de eso abrió una cerveza y me la pasó, para luego abrir la suya propia.
— Sólo... dejemos de pensar por un momento— me dijo, y sonaba más bien a algo que se estaba pidiendo a sí mismo. Me sentía un tonto por no haberle dicho nada, pero la verdad es que sentía que su dolor era tan grande que cualquier cosa que le dijera podría incluso herirlo más...
— Si me acuesto aquí... Si simplemente me acuesto aquí... ¿Te acostarías conmigo aquí y te olvidarías del mundo?— No sabía si me entendería, no sabía si conocería la canción, pero la verdad era que no se me ocurría otra cosa que decir... Él no quería pensar en nada más, y yo solo quería olvidarme de todo junto a él. No lo miré luego de hablar, solo contemplaba mi propia mano sosteniendo la cerveza.
Aun así pude ver de soslayo cómo él me sonreía ampliamente, siento que esta vez su sonrisa era muy real, y un calorcito se produjo en mi pecho, no imaginaría nadie en el mundo cuánto me alegró verlo sonreír de esa forma... Sinceramente fue algo mucho más natural que en todo el último mes.
— Chasing Cars— susurró aún sonriendo, yo me atreví a mirarlo y le sonreí también— Muy bien...— volvió a tirar su cuerpo hacia atrás, recostándose en el pasto. Me miró, esperando a que copiara su acción, así que dejé la cerveza en un lugar donde no se derramara y me estiré en el pasto, junto a él...— Quedémonos aquí, Luka, y olvidémonos del mundo.
Hola personitas bellas c: lamento mucho haberles fallado con el tema de subir capítulo el lunes, pero hubo muchas cositas que hacer y se me fue muy rápido el tiempo. Les pido una disculpa, pero ya está aquí el capítulo 4! <3 espero de verdad que les guste.
PD1: Próximo capítulo el lunes 26 de Abril (AHORA SI O SÍ, LO JURO)
PD2: Tengo una duda existencial, cuénteme qué piensan de la familia de Luka con lo que saben de ella hasta ahora.
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Solo quedó tu recuerdo
Ficção Adolescente┏━ ━┓ No importa cuánto intente volver a tenerte, No importa cuánto me esfuerce por estar cerca tuyo una vez más... No importa cuánto sufra porqu...