𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 5

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Capítulo 5

"Panico"

17 de Abril, 2017

Llevaba cerca de 4 horas en un aburridísima entre las clases de historia de pedagogía y de historia de la psicología que se daba en mi carrera en la Sacro Cuore, al menos esta era la última y era libre al fin. No tenía nada en contra de lo que estudiaba, supongo que por algo lo elegí, pero a veces tanta cosa antigua me ponía nervioso.
Mi celular vibró en mi bolsillo y lo saqué para ver de quién se trataba, en una de esas era Camilo, o tal vez Alessandra, que seguramente estaban juntos en su clase de economía.
Me llevé una sorpresa cuando vi que eran mensajes de Matteo.

Matt: Hola Riv, ¿qué hay? 11:19 ✓✓
Matt: Pensaba que podríamos ir a tomar café después de tus clases... 11:37 ✓✓
Matt: ¿Puede ser? 11:38 ✓✓

Son cerca de la 1 ya, le escribo que disculpe la demora pero que no podía contestar, y que puede esperarme fuera de la facultad a las 2:30. Minutos después recibo un nuevo mensaje.
Matt: Genial, nos vemos entonces 13:01 ✓✓
Matt: Esta vez invito yo el café porque ya te has gastado un buen dinero en mis expressos 13:03 ✓✓

Sonrío, nos hemos quedado pegados con el tema ese de su adicción al café. Han pasado poco más de dos meses desde que Matteo y yo nos conocimos, y la verdad se ha dado bastante bien conmigo, está relajado, hablamos con normalidad. Seguimos teniendo esas juntas como la de hace un mes donde tuvo una crisis, donde desahoga todos sus problemas con esa familia caótica que tiene.

A veces vamos a cafeterías o heladerías y contamos cosas de nuestras vidas que nos hayan marcado. Pero hay temas que no se tocan, están ahí implícitos, se les siente latentes, pero no se habla de ellos: ¿Por qué sus papás se comportan así con él? ¿Qué pasó exactamente ese 14 de Febrero como para que él estuviera en ese bordillo a poco y nada de suicidarse? ¿Qué pasó con mi padre? ¿Por qué mi familia se comporta así conmigo? Es algo que quizá es muy simple de contar, pero no se hace porque no queremos abrir aún más heridas que ya están sangrando.

Me habló la última vez que nos vimos sobre el cómo descubrió que era gay, que fue una de las muchas otras razones que le trajo problemas en la escuela y en su familia. Fue algo así como que una compañera de curso (que ahora es su mejor amiga) le robó un beso y lo "invitó" a salir con ella, aunque según me dijo sonó más a una orden que a una pregunta. Luego de unos meses se dio cuenta de que realmente no le pasaba nada (aunque según él "lo intentó", no sé si había algo que intentar, pero él lo intentó) y que al final se dio cuenta de que se sentía un poquito atraído por el hermano de su amiga. Nunca tuvo nada con él, pero gracias a esa pequeña atracción se dio cuenta de muchas cosas.
Luego me dijo que debía irse, pero me advirtió que la próxima vez tendría que contarle mi historia. Ese día llegó y probablemente no me salvaría, Matteo suele ser muy persistente cuando quiere saber algo.

Cuando terminó mi clase me sentí tan liberado, agarré mis cosas y me reuní antes que todo con Ale y Camilo para saludarlos. Habíamos retomado el contacto luego de lo que pasó hace meses con Dante Moretti, y la verdad es que esperaba de todo corazón no tener que alejarme otra vez de mis amigos por una persona externa.

Hablamos un poco y me despedí de ellos tras algunos minutos, esas conversaciones de pasillo solían ser ajetreadas, pero quedamos de juntarnos el fin de semana en casa de Alessandra y Antonella.
Cuando estaba a punto de salir de la facultad mi celular comenzó a vibrar avisándome de una llamada entrante.
— Hola Ricci, mira mira, voy saliendo ya de la facultad, ¿tú dónde estás?— me dice que se acaba de bajar de la micro y que está cruzando hacia la calle de la universidad— Genial, te veo bajo el manzano entonces.

Cuelgo la llamada y me dirijo al estacionamiento rápidamente para ir por mi moto.

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Matteo va afirmado de mis hombros, siempre se pone muy tenso cuando se sube a mi moto, pero es la manera más rápida de llegar a cualquier parte. Nos bajamos en la cafetería de siempre y él parece estar agradecido de tocar tierra firme. Me río al ver su cara de pedido de auxilio, sé que dirá que nunca más se subirá a la moto, siempre lo dice.
Recuérdame por qué sigo subiendome a tu moto— me dice mientras entramos al café.
Es una excelente pregunta, Mat, pero creo que no te queda otra opción— sonrío— Además confías en mí, si no lo hicieras no querrías ver ni en pintura a esa belleza.

Luego de ordenar un latte de vainilla y un expresso doble para el señor adicto al café nos dirigimos a una mesa y comenzamos a hablar primero de cómo avanzó el día... Hablo vagamente de las cosas aburridas que me han ido enseñando en las clases de hoy y él me dice que ha estado haciendo muchos trámites relacionados a su familia y también con una posible idea de entrar a estudiar algo. Me dice que solo quiere matar el tiempo, porque la verdad no lo motiva ahora mismo, pero conjetura que tal vez sobre la marcha le vaya gustando.
Ahora Riv, tú no te vas a salvar tan fácil— me dice tomando un sorbo de café— Tenemos un tema pendiente, cuéntame tu historia, yo te conté la mía.

Hago una mueca, no es un tema que guste mucho hablar.
Bieeeen... Veamos— susurro, tomo un gran sorbo de latte, no me importa que esté caliente— Se llama Dante Moretti— Matteo levanta su cabeza de golpe, estaba viendo el grabado de las servilletas pero escuchar ese nombre lo ha hecho mirarme de inmediato— ¿Lo conoces?— pregunto al ver tal reacción, claro que debe conocerlo.
No sé, puede ser un alcance de nombres... Hay muchos Dantes y muchos Morettis en Italia— se encoje de hombros.
Mmh si, supongo— digo entonces, para luego continuar— Mira fue una relación muy mala, de verdad... Creo que ambos fuimos muy manipuladores y muy bordes en todo sentido, nos alejamos de nuestros amigos, sobre todo yo... Y bueno, hicimos de la vida del otro un infierno, de verdad que yo no busco quedar como un blanca paloma porque yo también tuve culpa e hice cosas. Pero éramos niños prácticamente, y todavía somos demasiado jóvenes, entonces realmente no sé cómo se pudieron dar cosas tan fuertes a tan corta edad. Y bueno al final estuvimos más o menos desde lo 15 a los 18 casi 19 sufriendo todo eso, ambos, claro. E igual es reciente, ha pasado poco más de un año y tuve que rehacer mis amistades de nuevo, amigos que tenía desde los 10 años o menos fue como que en ese periodo dejar de existir. Siempre supe que era gay y eso, pero fue mi primera relación y fue horrible.
— Vaya... Al menos ya terminó, ¿no? creo que salir de ese tipo de cosas realmente es una liberación demasiado grande.
Digamos que es una suerte— le sonrío, pero mi sonrisa se borra cuando miro a quienes vienen caminando por detrás de él. No me lo creo, realmente que hace meses no hablaba de Moretti y ahora que lo menciono a la rápida se me viene a aparecer, yo no lo quería invocar tampoco.
Su mirada choca con la mía y me siento en pánico muy de golpe, se acerca a la mesa... Que alguien me diga que no se está acercando porque estoy yo aquí, por favor...

Él y la chica que lo acompaña llegan junto a la mesa, siento que estoy anclado a la silla... Llevaba más de un año sin verlo, ¿por qué pasan estas cosas? ¿por qué la gente entra en pánico cuando ve a alguien a quien deseaba no ver nunca más?
Mira nada más a quién tenemos aquí— me mira, directamente, siento sus ojos sobre mí aun cuando no lo estoy mirando— Luka Riva, mi querido Luckyer, ¿cuánto tiempo sin vernos ya?

Solo deseo que se vaya, de verdad, estoy que le salto encima para golpearlo y que se calle. Lo ignoro, no encuentro algo mejor que hacer que ignorarlo.
¿Matteo Ricci, eres tú?— pregunta la chica que va junto a Dante— ¡Hola Mat! no esperaba verte aquí.
Hola Karla— dice él mirándolos un poco incómodo y saludandolos a los dos con un beso en la cara... Luego me mira, como si estuviera apenado— Eh, Luka, ella es Karla, es la amiga de la que te hablaba hace rato... ella es... prima de Dante.

Matteo conoce a Dante desde hace años, porque Karla es su amiga de la primaria. El mundo me da vueltas, ahora si entro en pánico y necesito aire. Me pongo de pie y los miro a los tres.

Disculpa, Ricci, te veo afuera— lo siguiente que hago es irme lo más rápido que puedo de ahí. Que puta mierda que venga a pasar todo justo así y justo ahora. Si no respiro aire puro me voy a desmayar.

Solo quedó tu recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora