05|Historias de la vida

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I know that in the morning now

I see us in the light upon a hill

Although I am broken, my heart is untamed, still

-Story of my life, One Direction

_____º_____

Apenas aparco en el estacionamiento del edificio principal del campus Sam y Georgina se despiden antes de saltar fuera del auto y de alejarse de nosotros cogidos de la mano.

Tanto Phoebe como yo nos quedamos observándolos hasta que desaparecen de nuestra vista. Luego de eso, sin comentar nada, procedemos a bajar del Jeep también y nos reunimos frente al capo.

—Gracias por traerme —agradece de forma incómoda— Y por invitarme esta noche. No tenías porqué hacerlo, en especial con las circunstancias.

—Claro que sí, no eres una vecina cualquiera —respondo, no muy seguro de si esa es la respuesta que ella buscaba—. Además, Geo tiene razón, la pasaremos genial.

—Conociéndote a ti, de eso no tenía ninguna duda —afirma. En seguida comienza a caminar con dirección a la entrada principal. Tras echarle el seguro al auto, la alcanzo y me coloco a su lado. Ella vuelve a hablar—: Aunque creo que a ella no le caigo muy bien. Y que Sam no está muy contento con la idea de que los acompañe.

—Créeme, no tienes de que preocuparte. Georgina tiene esa cara de que todo el mundo le cae mal en un principio, parece una persona fría, pero no lo es, ya lo verás —aseguro, no solo para tranquilizarla, sino porque es verdad. Geo tiene un aspecto frío en su expresión, pero con tan solo pasar un par de horas con ella te das cuenta de que no es así.

—En cuanto a Sam... No creo que esté molesto, sino más bien confundido. Él ve esta cara familiar, pero le pertenece a una persona que le resulta completamente distinta a la que solía conocer —añado tiempo después.

— ¿En qué sentido? —cuestiona.

—Bueno, hace cuatro años jamás hubieses accedido a ir con nosotros a una fiesta. Te negaste a ir cada vez que te invitamos desde la vez del Club Colors, por ejemplo —señalo— Y no sé, han pasado años desde que no te veíamos, naturalmente has cambiado de alguna forma desde entonces. Sam sabe eso, pero no lo entiende.

—Si lo hace sentir mejor, yo tampoco lo comprendo. Una persona no se da cuenta de que ha cambiado hasta que alguien más se lo saca en cara —admite con el rostro serio y la vista fija al frente—. Aunque, de alguna forma, cuando echas la vista atrás puedes sentir como ya no eres la misma persona de antes.

—Palabras de una poetiza —comento, esbozando una sonrisa después. La poesía juega un gran rol en la música, a veces.

—O de un escritor —sugiere, sonriendo también.

Seguimos caminando por los pasillos de la universidad hasta que llegamos al inicio de unas escaleras. No es tan concurrido como una secundaria, pues existe una gran variedad de diferentes horarios basados en tu inclinación académica. Hago ademán de subir, pero enseguida recuerdo que ya no compartimos clases como lo hacíamos años atrás, ni siquiera estamos en una carrera similar. Es más, las artes musicales no se practican en este edificio.

Me volteo hacia Phoebe antes de subir y me la encuentro observándome con una sonrisa burlona.

—Me has distraído, querías engañarme —acuso.

—Te he hecho de escolta —corrige ella.

—Para la próxima me toca a mí —indico apuntándola con el dedo índice y entrecerrando los ojos.

Chicos que Sueñan DespiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora