Era de noche, Dazai caminaba por la casa a oscuras. El living estaba desordenado.
Chūya no limpiaba lo que desordenaba, cosa impropia de él. Y cada vez que Dazai acomodaba las cosas en donde correspondía. El pelirrojo dejaba una cantidad de dinero en la encimera que siquiera ser fijaba en revisar.
Aquel dinero comenzaba a acumularse.
Las colillas de cigarro se desbordaban del cenicero. La cocina vacía, con un montón de botellas de diferentes alcoholes dispersos por ella.
Y Chūya siquiera usaba la habitación.
Suspiró.
Las cosas andaban mal.
Un centello llamó su atención en un largo mueble cerca de la entrada. Al acercarse logró ver el un pequeño recuadro de madera boca abajo y la cinta que solía adornar su cuello, aquello había brillado a la luz de la Luna. La tomó, no sabía desde cuándo la había pedido. Levantó aquel marco, adentro de este se encontraba una foto de ellos dos, que les habían sacado sin que se percatáran.
Ambos estaban riendo en el bar.
Dazai con su habitual wiskey y Chūya con una elegante copa de vino.
El castaño no tenía su venda en el ojo, Chūya había dejado al costado su sombrero y chaleco.
Acarició la imagen, se preguntó porque el contrario la había puesto boca abajo. Temió la respuesta, pensó en preguntarle cuando regresara, pero últimamente no obtenía ningún tipo de respuesta de su parte.
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No Respondes A Mí Voz
FanfictionDazai no supo que hacer, cuando ya no podía hacer nada.