Momento 4

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  Chūya se encontraba frente a él, con la mirada clavada en el plato de comida recalentada frente a él.

- provecho - señaló Dazai con una sonrisa, había intentado cocinar algo para animarlo, pero no funcionó, por lo que tan solo recalentó la última comida que el contrario había cocinado; hace quien sabe cuándo.

Hacia semanas que no comía nada.

El pelirrojo levantó la vista, para observar al frente.

- lo siento, no soy tan bueno para cocinar como tu - rió un poco avergonzado, Chūya no estaba comiendo bien y él no había podido prepararle nada - pero deberías comer un poco, estás muy delgado. No quiero que enfermes Chūya...

El contrario apretó la mandíbula y hundió su rostro en sus manos.

Aquella reacción lo desencajó, ¿que había hecho mal?

Se levantó de su lugar y se arrodilló al lado del más bajo. Allí apoyo su cabeza en su regazo, y lo dejó liberar las lágrimas que guardaba.

- lo siento - repitió.

Chūya estaba sufriendo y él no sabía cómo ayudarlo.

No Respondes A Mí VozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora