Capítulo Dieciocho

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Estabamos desayunando y viendo la televisión cuando pasó un comercial de una feria que estaba en la ciudad.

-Vayamos a la feria- propuse sonriendo, desde niña me encantaba ir a la feria y jugar todos los juegos que me alcanzaran con mi mesada.

-Si, hace tanto tiempo que no vamos a una, apoyo la idea de Dani.- dijo Tessa.

-Bien, vayan a cambiarse e iremos de inmediato- dijo Ashton.

Cada uno fue a su habitación para cambiarse ya que seguíamos en pijama. Abrí mi ya organizado armario y saqué unos jeans mostaza y una blusa manga tres cuartos negra con cuello en V, me puse unas zapatillas negras y peiné mi cabello en una trenza de lado.

Volví a la sala donde se encontraban Danna y Joel hablando muy animadamente. Un sentimiento de querer estrangular a Danna llegó a mi, pero puse mi mejor sonrisa y me acerqué a ellos.

-¿De que hablan?- dije falsamente animada.

-Oh, solo de algunas tonterías de tiempos pasados, nada importante- dijo Danna restándole importancia.

Solo podía pensar en estrangularla y Joel pareció notarlo, ya que me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hablemos de otra cosa- dijo sin borrar su sonrisa- Danna, ¿recuerdas a mi ex novia Mara?- dijo.

En ese momento tenía ganas de ahorcarlo a el y a la tal Mara. No es más que una zorra.

-Si, ¿que sucede con ella?- preguntó Danna con cierto interés.

-El otro día me la encontré, estaba mucho más bonita que la última vez que la vi, y eso que tenía un cuerpo asombroso. En fin, me dijo que quería tomar un trago un día de estos, obviamente le dije que si- dijo sin quitar esa estúpida sonrisa.

-Ah, pues bien por ti, es una chica muy bonita- dijo Danna.

Rodé los ojos y me senté en el sillón esperando que los demás lleguen para ir a la estúpida feria de una vez. Ya no tengo ganas de ir, ya no tengo ganas de hacer nada.

Los demás llegaron y salimos a buscar un taxi, pero como siempre los muy hijos de puta quieren verte sufrir.

-¡Taxi!- gritó Tessa, pero el taxista simplemente siguió de largo- estoy harta- dijo mirando fijamente al taxi, dos segundos después el vidrio del parabrisas trasero estalló en mil pedazos.

-Controla tu brujería- dijo Joel divertido- podemos caminar- dijo restándole importancia.

-¿Olvidas que estamos con Miss Flojera aquí?- dijo Ashton señalándome.

-Puedo caminar- dije enfadada por algún motivo desconocido

-Pero la feria está en la salida, si el camino desde la entrada hasta aquí te pareció largo definitivamente morirías si caminas hasta la feria- dijo Ashton.

-Estaba cansada, por eso me pareció largo, ahora que estoy con energía puedo caminar- dije decidida.

-Si tu lo dices- dijo Ash y comenzó a caminar con nosotros al lado.

¿Que tan malo puede ser? Solo es caminar unas cuantas calles. Yo puedo hacerlo.

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¡QUE ALGUIEN ME MATE! ¡TENGAN PIEDAD DE MI!

Caminar: mala idea, si me había preguntado que tan malo podía ser, ahora tenía la respuesta: era muy malo.

No puedo con esto. Las piernas me matan y todavía no puedo ver la famosa "vuelta al mundo" de la feria, lo que me indicaba que estábamos demasiado lejos.

-¿Como vas Danielle?- me preguntó un Joe divertido, seguramente le causaba diversión ver mi mueca de dolor cada vez que daba un paso.

-De maravilla-  dije, estaba mintiendo demasiado, todo me dolía y quería morir

-Como digas-dijo Joel siguiendo su camino junto a los demás.

Pasó una hora y al fin llegamos. Lo primero que hice fue sentarme en una banca.

-Felicidades, lo has logrado- dijo Zoe sentándose a mi lado.

-Bien, ahora vayamos a divertirnos- dijo Tessa en un tono aniñado.

Así pasó la tarde entre juegos y risas.

Estábamos frente a un puesto de algodón de azúcar comiendo tranquilamente, cuando escuchamos los gritos de la gente.

Al voltear a ver nos dimos cuenta de que la vuelta al mundo estaba cayendo y la gente corría desesperada por salir ilesa.

-Diablos, largemonos de aquí- dijo Danna seria.

Lo siguiente no lo pude escuchar, debido a que entre la multitud pude ver la silueta de la mujer de mis pesadillas, estaba allí mirándome fijamente con sus ojos rojos y su piel pálida.

Perdí el control de mi cuerpo, me acercaba involuntariamente hacia la mujer, quería gritar, pero las palabras se quedaban atoradas en mi garganta.

Por un segundo pude sentir mi cuerpo y aproveché ese momento al máximo.

-¡Joel!- grité con todas mis fuerzas.

-¡Danielle!- gritó de vuelta.

Lo único que pude hacer es voltear la cabeza y ver a todos mis amigos acercándose a mi, pero vi como se tomaban la cabeza como si les doliera y caían de rodillas. Volví mi vista hacia la mujer, vi como extendía su mano y entendí como ella era la causante de su dolor, y sospechaba que también de la caída de la rueda. Observé como Tessa y Danna podían obviar un poco el dolor al ser brujas, extendieron sus manos y la mujer hizo una mueca de dolor. Pensé por un momento que todo iba a terminar bien, pero tres mujeres tan escalofriantes como la de mis pesadillas llegaron y me señalaron. Un dolor me inundó y caí de rodillas sujetando mi cabeza en un intento fallido de calmarlo.

-Deja de hacer eso o la mataremos- dijo una de las tres chifladas.

-La necesitan para poder terminar su maldición, no la matarán- dijo Tessa.

-Pues entonces los mataremos a ustedes- dijo señalándolas, ellas cayeron de rodillas sujetándose la cabeza.

-Basta- fue lo único que pude pronunciar- iré con ustedes, pero no los lastimen- dije llorando.

Las brujas asintieron y me paré yendome hasta la mujer escalofriante.

No iba a permitir que le hicieran daño a lo único que puedo llamar familia, y si eso significaba morir, lo haría.

Les di la posible última mirada a las personas que tanto quería. Le di una posible última mirada a Joel, que me miraba negando con la cabeza tratando de llegar a mi, aunque el dolor no se lo permitía.

Pronuncié un adiós con mis labios y me di la vuelta, sacrificándome por mis seres queridos.

Lágrimas amargas salían involuntariamente.

-Te volveré a ver Joel, juro que lo haré- susurré para mi misma, a partir de allí, todo se volvió negro.

Amor con colmillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora