*Narra Zoe*
-Bien hecho imbecil, por poco y la matas.- dije dándole una bofetada con una fuerza que hizo que chocara con la pared. Me agaché a la altura de Danielle, tenía un golpe que sangraba en la cabeza y estaba inconsciente.
-¿Que se suponía que hiciera entonces?- me preguntó un Ashton que se tocaba la mejilla donde le había dado el golpe.
-Seguir el puto plan- contesté molesta.- Se suponía que tu la sujetabas y yo le inyectaba esto- dije enseñándole una jeringa que contenía un fuerte sedante.
-Da igual, no está muerta.- me contestó indiferente. De pronto una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.- Pero si está sangrando.
-Aléjate si no quieres que te haga la vida miserable por toda la eternidad.- y así iba a ser, al ser vampiros, y de los más antiguos por lo tanto los más fuertes, podía darme el lujo de ser inmortal.
-De acuerdo, relájate, ponle el sedante, voy por la camioneta.- me dijo retirándose del lugar.
Le puse el sedante, la cargué sobre mi hombro y comencé a caminar por el pasillo.
Al salir, Ashton estaba en la camioneta esperándome. Coloqué a Danielle en los asientos traseros atando sus manos y sus piernas. No era por temor a que se despertase, sino que cargarla era más fácil así.
-¿Cuanto crees que dure esta?- me preguntó Ashton.
-¿A que te refieres?-
-¿Cuanto tiempo crees que va a sobrevivir antes de que Joe la mate?-
-No lo sé, la última no duró mucho.-
Así emprendimos el viaje hasta el puerto, desde allí salimos del continente y a los tres días estábamos en nuestro destino. Danielle no había despertado, debido a que le habíamos puesto un poco más de sedante.
Era de noche, estábamos frente a la entrada de la casa de Joe, el salió a recibirnos.
-Allí están, par de idiotas.- dijo sonriente.
-Aquí estamos, pero los únicos idiotas son ustedes- contesté de igual manera.
-¿Tienen a la chica?-
-Claro, síguenos- nos dirigimos hacia el baúl del auto, lo levantamos y dejamos que Joe vea a Danielle.
-Tengo debilidad por las pelinegras- dijo con una sonrisa.- vamos al sótano.
Tomó a Danielle en brazos y se adentró en su casa seguido por nosotros.
Joe parece ser una "persona" fría, distante y aveces hasta mala. Y créanme que puede llegar a serlo con quienes no conoce.
Quizás se pregunten como es que terminamos siendo amigos. Bueno, el me convirtió cuando una enfermedad mortal estaba a punto de acabar con mi vida. Estuve explorando el mundo con el como trescientos años, y nos encontramos con Ashton, el estaba en la misma situación que yo, por lo cual Joe lo convirtió. Desde entonces no nos hemos separado y somos los mejores amigos.
Ashton y yo le estamos agradecidos por salvarnos, por lo cuál nosotros buscamos a sus fuentes de alimento.
Entramos en la casa de Joe, me encantaba esta casa, es rústica y moderna a la vez, con suelos de madera, grandes ventanales y libreros que adornaban las paredes.
Debajo de la escalera había una puerta, esta puerta conduce a un sótano común y corriente. Pero en este sótano, hay una entrada que pasa despercibida, por allí, se entra a "El Sótano". Es un pasillo con calabozos al estilo medieval, pero en vez de rejas, las puertas son de hierro sólido. Aquí es donde tenemos a las fuentes de sangre de Joe, de aquí no se pueden escapar.
Joe entró en uno de los calabozos y puso a Danielle en el suelo, luego colocó un grillete con una cadena en su mano, así podía moverse por el calabozo hasta un retrete en una esquina, pero no llegaba a la puerta.
-Bueno, ahora vayamos arriba por un trago.- dijo Ashton dirigiéndose hacia la cocina.
Lo seguimos y nos servimos unos tragos para celebrar.
Al cabo de un rato escuchamos unos quejidos y nos dimos cuenta de que Danielle había despertado.