❤︎ 𝑲𝒊𝒍𝒐𝒔 𝑫𝒆 𝑨𝒎𝒐𝒓 ❤︎. «ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ»

ᑭᗴՏO 16: 𝐓𝐞𝐦𝐚 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨

[𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫]

- ¡Amor, Mira esto! - deje de resolver el crucigrama para mirar al alfa que saltaba emocionado frente mío.

-¿Que cosa?- pregunté metiéndome un pedazo de pizza a la boca.

- El director me debia favores, y los muchachos y yo nos la pudimos arreglar para que yo esté ahí y sea su entrenador por última vez....-

Un pedazo mal comido hizo que empezará a toser, después de casi morir, lo mire.

- Dylan ¿Estás seguro?-

- Pero claro que sí, mi sueño echo realidad. No es como si estuviera esperando este momento desde que se anunció... No espera. ¡Si lo estoy!, Imagínate recibir ese trofeo, es algo ufff... Me tomare un baño frío y despues tu y yo celebraremos.- Se acercó a mi y me besó salvajemente.

Celebro hasta llegar al baño y se metió, escuché como empezaba el agua a caer y volví a lo mío.

Seguí comiéndo. Mire la comida, mi mente vaciló empezaba a sentir como mi estómago ardía y mi garganta tenía un sabor asqueroso, fue cuando corrí fuera tome una bolsa de papel y saque todo lo que mi estómago había consumido minutos antes.

Cerré mis ojos para tranquilizarme pero de nuevo mi estómago se presionó y volví a sacar lo poco que quedaba.

Mis ojos se cristalizaron, ahora que lo había echo se sentía mejor, pero me asustaba la razón.

Tire la bolsa en un contenedor de basura y me metí de nuevo al departamento.

- Dylan ¿Que día es el partido?- pregunte tomando las llaves del auto y poniéndome mi chaqueta, me mire al espejo y me acomode el cabello, con una servilleta me limpie el resto de vómito.

- Este Domingo. Me preguntó cuánto han procesado.-

- Saldré un rato, me siento un poco mal y necesito aire.-

-Esperame te acompañó bebé - asomo medio cuerpo por la puerta.

- No, está bien iré solo. Terminaré de bañar bien.-

Sin esperar respuesta salí del departamento y baje las escaleras.
Al llegar a la salida me dirigí al auto, lo abrí y entre.

Mi parada era una farmacia, aún que en el camino deseaba que no era verdad.

No estaba preparado, arruinaría no solo mi vida si no también la de Dylan, nunca podría llegar a ser entrenador de ligas y yo nunca volvería a ser maestro.

Con presión golpe el volante.

Salí del auto azotando la puerta, entre y saludé a la cajera.

- Disculpe Señorita.- hablé nervioso, como si alguien me estuviera siguiendo.

- Buenos Días, ¿En qué puedo ayudarle?- Su voz era suave y amable, sus ojos azules y esos labios rojos.

- Necesitó... Una prueba - hablé rápidamente, agradecí que si me entendió