𝑰 𝒘𝒂𝒔 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒏𝒆𝒓 ·· 𝑩𝒆𝒏𝒏𝒚 𝑾𝒂𝒕𝒕𝒔··

𝟎𝟒. 𝑷𝒂𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔

MIENTRAS QUE BETH ESCRIBÍA A SU amigo, yo me quedé con mi madre, estaba en la cama con un montón de pañuelos alrededor de esta.

—¿Mamá, estás bien? —Le pregunté al llegar a su habitación.

—Creo que me he resfriado... —Me dijo con una pequeña sonrisa ladeada.

—¿Quieres que te traiga algo? —Le cuestioné.

—No, está bien, no te preocupes. —Al decir eso se oyó un ruido que provenía del piso de abajo.

—Voy a ver si es Beth. —Le dije y bajé por las escaleras y efectivamente era Beth que estaba poniendo el sello a su carta.

—Beth, ¿eres tú? —Gritó nuestra madre desde su habitación.

—Sube a verla, está resfriada. —Le dije a Beth, que subió hasta le habitación de nuestra madre.

Yo me quedé en el sofá leyendo algunas revistas de ajedrez de Beth, no me entero de mucho, pero entiendo por que le gusta a vez, parece entretenido, espero que alguna vez me enseñe.

Después de un par de minutos Beth por las escaleras y se fue hacia la salida.

—Beth, ¿a dónde vas? —Le cuestioné.

—Alma me ha pedido que vaya a comprar unos medicamentos. —Me dijo para después salir por la puerta. Y continúe leyendo la revista.

Cuando Beth volvió con las pastillas subió corriendo a su habitación, ni siquiera dirigió la mirada hacia donde estaba para saludarme.

A la mañana siguiente fuimos a la escuela y antes de entrar Beth aceleró el paso dejándome atrás, desde que volvió de comprar las pastillas ha estado actuando diferente,será solo mi imaginación...

Después de volver a casa estaba ayudando a Beth a fregar los platos, ella fregaba y yo secaba hasta que vino nuestra madre.

—Beth, ha llegado esto para ti. —Dijo entregándole una carta a Beth.

Beth miró el nombre y se quitó corriendo los guantes para coger la carta.

—Gracias. —Dijo y nuestra madre y yo nos fuimos de la cocina para dejarle privacidad a Beth.

Al día siguiente iba a ir a comprar las pastillas de mi madre, se le acaban demasiado rápido, pero Beth no me dejó, ni tampoco acompañarla.

Mi madre me llamó para ver una película con ella, pero no me apetecía mucho, así que me quedé en mi habitación sin hacer nada.

Después de un rato escuché unos ruidos en la habitación de Beth, pero ella no estaba en casa, así que fui para ver que pasaba.

Al entrar por la puerta vi a Beth tumbada en su cama mirando al techo con un puñado de pastillas de las que toma mi madre en la mesita de noche.

—Beth, ¿qué haces? —Le pregunté, pero no me contestó. —¿Beth? —Le volví a hablar y esta vez me acerqué a ella y le toqué un poco el hombro.

Beth al notar mi tacto se levantó de golpe y me miró algo asustada.

—¿Qué hacías? ¿Esas son las pastillas de nuestra madre? —Le pregunté muy sorprendida.

Beth al principio no me contestó, pero después me explicó que en el orfanato le daban esas pastillas y su amiga Jolene le dijo que las verdes se las tomara por la noche, Beth la hizo caso y cuando empezó a jugar al ajedrez gracias a las pastillas se imaginaba un tablero en el techo y recreaba todas las jugadas que aprendía.

La verdad me sorprendió mucho esa historia, no me esperaba que le dieran tranquilizantes a los niños en orfanatos.

—Mañana es el torneo, necesito esto para ganar. —Me dijo mirando al techo.

—No te preocupes, te entiendo y no te preocupes por el campeonato, vas a ganar seguro. Pero no hace falta eso para hacerlo.—Le dije con una sonrisa.

—Gracias, lo intentaré, buenas noches. —Me dijo con otra sonrisa.

—Buenas noches. —Le dije mientras me acercaba a ella para abrazarla y después irme a mi cuarto a dormir.

Estoy nerviosa por la competición de mañana, aunque no juegue, es una cosa muy importante para Beth y voy a apoyarla aunque necesite pastillas..... Estoy segura que ganará el torneo, aunque sea su primera experiencia de este estilo...