Valerian, una alma marcada por sombras familiares y negocios turbulentos, emerge de una relación destructiva al borde del abismo. Su huida la lleva a un destino impredecible donde una misteriosa mirada desmorona sus defensas, sumergiéndola en un tor...
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Otra copa de vino fue llenada entre varias risas, la cena estaba siendo mejor de lo que ambos habían esperado, aunque Valerian llegó al departamento con un escepticismo palpable, con el pasar de los minutos todo eso fue siendo más y más flexible, ciertamente la pelirroja estaba muy cómoda y un tanto sorprendida por lo bien que cocinaba el oficial, él estaba contando alguna anécdota sobre su trabajo mientras ella se perdía descaradamente en los detalles de su rostro «Reacciona Ivy» logro escuchar en su mente, Betty la reprendió una vez más, lo que hizo que sonriera inconscientemente, por lo que tuvo que regresar a la realidad, lo que fuera que le sirviera para no quedar como loca. Cuando lo hizo, notó como Logan la miraba con detenimiento, analítico pero no al punto de sentir incomodidad, era más bien una sensación cálida.
—¿Qué ocurre? — pregunto la chica sonriéndole
—Tal parece que solo eso nos decimos últimamente... estaba preguntándome ¿Qué es lo que te hace tan...
—¿Extraña? ¿loca?
—Atrapante — acompañó con una amplia sonrisa, de esas que sabía le gustaban tanto a su compañera e incluso pudo sentir que su mirada se suavizaba en torno a ella — Me refiero a que, aunque quiera, no puedo sacarte de mi mente o vida
—¿Eso deseas? — preguntó ella elevando una ceja, acercándose un poco más
—Ciertamente no
—Sin embargo... creo que debes contarme un poco sobre tu "no" novia — jugó la pelirroja inclinándose para alcanzar el tazón de papas, al mirarlo la diversión brotaba de sus poros, Logan estaba notablemente incómodo con aquello, por lo que decidió presionar un poco más — ¿A qué juega oficial?
—No es mi novia y si... sé que lo parece pero es algo complicado
—Me gusta lo complicado, continua
Él rio nerviosamente, su mente había comenzado a trabajar rápidamente en las posibles versiones que podía darle sin caer en el abismo de la incredibilidad, con la mirada azulina sobre sus movimientos, lucho contra aquello que lo hacia ver inquieto y algo tonto.
—Salimos un tiempo, nos conocimos hace varios años cuando llegué al pueblo, mi familia era de aquí y ellos tenían una amistad con los padres de Keyla, no lo sé, las cosas sucedieron rápido y para cuando me di cuenta ella estaba hablando de cómo decoraríamos el living de la casa, creo que me acobarde — bromeó riendo y luego frunció el ceño — de todas maneras, eso fue hace mucho, nosotros somos buenos amigos aunque ella aún tiene fe en que si arreglo mis dramas lo que teníamos podría funcionar
