Capítulo 5

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Las palmeras y el calor empezaron a invadir el coche y sus vistas según nos dirigiamos al centro de San Diego, Boris sonreía de oreja a oreja, debería de estar extremadamente nervioso por ver a Celeste. Se le ve tan lindo cuando esta enamorado.
Mire al techo pensando en el cielo azul, mire a Boris de reojo, y al parecer, él hizo lo mismo, y nos sonreimos, después, decidí observar el cielo por la ventana, el color azul claro se veia espectacular.

- ¿Que haces Hanna? - dijo Boris sin quitar ojo a la carretera.

- Mirar el cielo, se ve hermoso hoy. - Dije cruzando mis brazos mientras los colocaba en la ventana cerrada.

- Cierto, pero no crees que es más hermoso si lo ves de este modo- Justo al haberme dicho aquello, presiono a un boton de su auto que yo desconocía, y justo al instante, vi como el capo del Audi se desvanecía hacía atras. Los rayos de luz empezaron a iluminar el coche, el aire movía mi melena morena desordenada en el aire. Cuando mi morena melena fue golpeada por el aire, un pequeño sonido de ritmo conocido llego a mis timpanos, inconscientemente subí la rueda del volumen de la radio en la que se podía escuchar "Four five seconds" de Rihanna.

Seguidamente, fui envuelta por la letra y el ritmo de la canción, y una vez la cancion había terminado volvi al mundo real, donde Boris ya había empezado a subir el capo del coche, donde él se estaba preparando para salir y seguidamente, tendríamos que bajarnos del Audi.
Una vez había vuelto del todo de mi mundo, sacudí mi pelo con intencion de ponerlo de nuevo en su sitio y de ordenarmelo mínimamente, me coloqué unas gafas de sol y baje del coche lo más rapido posible para que Boris no tuviera que esperarme.

Boris se encontraba al lado de mi puerta, esperando apoyado, cerro el coche y una vez cerrado, empezamos a caminar sin rumbo.

- ¿A donde nos dirigimos Boris?- Dije mirando al suelo.

- Debido a que es pronto iremos Starbucks coffee a tomar algo, ¿te parece bien?

- Me parece perfecto.

El camino se hizo algo largo, hacía mucha calor, a pesar de que la brisa era fria. Boris bromeava y me mencionaba el motivo de la fiesta y cosas que tal vez debía saber antes de presentarme en fiestas universitarias, Elsa Lewis, la chica más popular de todo el baxillerato cumplia los 16, con lo cual, todo el mundo estaría allí. Pero podía assegurar que Boris solo iba por Celeste, la mejor amiga de Elsa. Mi mejor amigo no tiene remedio, y sin embargo, todo esto me incumbe a mi en relacion a la fiesta.

Llegamos al Starbucks coffe, y decidimos reservar sitio en una de las mesas cercanas a las ventanas. Una vez sentados allí, al poco, un camarero realmente agradable, y apuesto, se acerco para tomarnos nota.

Alce mi mirada hacía el chico de ojos azules y pelo castaño. Hermoso, a decir verdad. Para poder pedir la comida, pero por costumbre de Boris, me interrumpio - Dos capuchinos y algun dulce para comer porfavor. El chico sin dejar de posar la mirada en mis ojos verdes, me sonrió, hasta que Boris se aclaro la garganta consiguiendo llamar la atencion del misterioso pero sensual camarero. Tomo nota y se dirigio hacía la cocina.

- Hanna, has visto como te miraba?

- Sí Boris, sí. - dije un tono mas bajo con el con intencio de que el tambien acortara la intensidad de la voz.

- Si se propasa contigo prometo no hacerme responsable de mis actitudes. - Dijo intentando contener la risa.

Mire a Boris y sonreí al ver la cara de intentar contenerse la risa.

**

Boris y yo començamos a sorber el cafe una vez lo había traido con una ensaimada y un trozo de pastel, el apuesto camarero.

- Me pido el pastel! - Dijo cogiendo rápido el plato que contenía tal manjar.

- De acuerdo, pues es todo tuyo. - Dije antes de dar un sorbo a mi café.

Empezamos ha hablar de nuestra infancia, ¿A qué se debía tanto interés en Tennessee ahora?. Boris sostuvo su café con ambas manos y bajo sus ojos sin separarlos del café. Espera...¿Boris? ¿Triste? Algo estaba ocurriendo y no me había explicado nada.

- Boris, ¿ocurre algo que quieras contarme? - dije posando mi café en la mesa.

Hizo un largo suspiro y volvió a dar un sorbo a su café a pesar de parecer que estuviera ardiendo, dejo su taza en uno de los rincones de la mesa y trago saliva antes de empezar hablar. - Hanna, te he traído aquí por que creía que era el sitio más indicado, este sitio siempre nos ha dado buenos recuerdos desde que llegamos a California y prefería traerte aquí antes de asistir a cualquier otro lugar para explicarte esto. - dio otro sorbo a su caliente café dejando que mi corazón se fuera parando por instantes de tanta tensión- ¿Recuerdas Tennessee? Todos los años y todas las corridas a caballo? ¿Todo? - su tono ahora parecía irreconocible, lleno de tristeza... - ¿recuerdas a mi tía...?

Cedí con la cabeza. Por supuesto que me acordaba de su tía, había sido prácticamente una madre para mí.

Una lágrima callo del rostro de Boris, aún sin explicar nada, dirigió su mirada sería y dolida al ventanal que teníamos a nuestro lado y con un pequeño aliento dejo escapar: Ayer me llamaron de Tennessee... Ella, a muerto. Y... - me miro intensamente sin parpadear y con tristeza destacada en sus ojos - Me vuelvo a Tennessee.

Buenas lectores y lectoras aquí les dejo el capítulo 5, es algo impactante a decir cierto, y más corto de lo que realmente pensé que llegaría a ser, pero aún así espero que les gusté el capítulo.

Para los siguientes capítulos: a pesar de que falten pocas horas para la fiesta de Elsa Lewis, la confesión de Boris a dado un gran cambio para Hanna haciendo que no tenga ganas de asistir a ningún lugar. ¿Podrá Hanna conseguir que cambie de idea o perderá a su amigo de toda la vida?.

Abrazos psicológicos para todos vosotros!!

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