Capítulo 12

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* Narración desde la visión de Hugo Lewis*

Me desperté, solo llevaba unos calzoncillos con una camisa gris encima, estaba estirado en la cama. Por lo visto la calor cada día que pasaba era más fuerte, en cuestión de meses, llegaría el verano.

Me levante apartando con los pies objetos del suelo, refregué mis ojos y empece a palpar con las manos sobre la cama en busca del móvil. Una vez lo había cogido, el brillo golpeo con tanta fuerza como cuando miras al sol, rápido baje el brillo y mire la hora. Eran las 7 de la mañana, del todo temprano para ser un domingo.

Me desperté y me dirigí a la cocina pasando antes por el comedor. Allí me encontré con Elsa, que estaba mirando alguno de esos programas para chicas.

- Hola chiquitina - Dije despeinando su cabello y seguidamente saltando hacía el sofá desde atrás- ¿Que haces despierta a estas horas de un domingo?

- MIERDA HUGO! YA ME HAS DESPEINADO. - Replico mi hermana mientras se volvía a peinar. - Mamá ha llamado, dice que no volverá hasta mañana por la mañana, y como tú estabas durmiendo, ya me he quedado despierta.

- De acuerdo chiquitina, ya has desayunado?

- Sí, Sr. Grandullón abuelo de Tutankamon. - Renegó mi hermana sacando la lengua.

Le guiñe el ojo a mi hermana mientras me levantaba del sofá de dos plazas y me dirigía a la cocina.

Una vez allí, empece a observar que podía beber, pero no encontré nada de mi agrado, así que al final, después de pasar unos minutos debatiendo en que podría desayunar, opté por hacerme una tostada y dirigirme al Sturbacks a por un café.

Volví a pasar por el comedor, allí me encontré con mi hermana, acomodada en el sofá, mientras que yo me dirigía de nuevo a mi habitación. Una vez arriba entre en mi baño a darme una ducha.

Pasado un rato, salí de la ducha, revolví mi pelo mojado y coloque una de las toallas blancas colgadas detrás de la puerta sobre mi cintura tapando mis zonas intimas. Abrí la puerta del servicio y note como todo el aire caliente que se había formado se mezclaba con el frió aire de la habitación. Seguidamente, me dirigí hacía el centro de la habitación, donde estaba situado el armario, y seleccione la ropa que me iba a poner, de allí, retire un pantalón azulado oscuro, con una camisa de tirantes blanca, raro en mi llevar colores claros, una vez vestido, me senté en mi cama y rebusque mis bambas bajas negras que me ponía constantemente.

Una vez vestido me volví al baño, orine, me peine a mi manera, con lo cual eso significa pasar los dedos por encima de mi cabello un par de veces, me lave los dientes y baje a despedirme de mi hermana.

Baje las escaleras sin hacer mucho escándalo, y me dirigí hacía uno de los rincones del comedor donde se encontraba el perchero, donde, a más, se encontraba mi chaqueta también azulada de un tono oscuro, pero no tanto como los pantalones .

- Elsa, me voy ya, ¿Quieres algo? - Le dije desde el perchero donde me encontraba poniéndome la chaqueta.

No contesto, solo había silencio. La mire y me acerque a ella. Se había dormido. Evidentemente estas horas no eran para que estuviera despierta. La di un beso en la frente y me dirigí a la puerta, agarré las llaves del coche, y salí intentando hacer el menos ruido posible.

**

Llevaba unos 10 minutos conduciendo, cuando por lo visto, el coche se empezó a quedar sin gasolina. Así que me acerque a la gasolinera más cercana a reponer.

Allí me atendió una chica de aproximadamente un par de años mas joven que yo.

- Hola guapo, en que puedo ayudarte?

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