La chica que se escondió del sol (TERMINADA)

AARON

Nota de autora: Hola de nuevo! Espero que disfruten de esta segunda parte como yo lo estoy haciendo mientras escribo. Hoy empecé el capítulo 6 y acá les dejo el primero para que vayan viendo y entiendo como se sentía Aaron. Espero que les guste y que les gusten los próximos capítulos <3

Y este capítulo va dedicado a CynthiaMelndezHernan , gracias por votar y seguir la historia ❤️❤️

PARTE 2

AARON

-Por favor-dijo Ana por séptima vez en tan solo diez segundos.

-Ana-pronuncie su nombre mirándola-No puedo, estoy tratando de estudiar.

-Pero ya nunca juegas conmigo-la volví a mirar.

-Eso no es cierto, juego contigo siempre-me cruce brazos mientras a ella se le llenaban los ojos de lágrimas.

-¡No es cierto!, ni tu ni Liz juegan conmigo.

Me sentí mal por un momento, estas semanas no estuvimos jugando con ella por los exámenes-Ana, tienes que entender que Liz y yo somos mayores, tenemos que estudiar.

-Estudiar es aburrido-reprocho.

-No te quejarás cuando me reciba y te compre muchas cosas con mi sueldo.

Su carita se iluminó-¿Me comprarás helado y chocolates?.

-Todos los que quieras.

Ana sonrió pero no salió de la habitación-¿No vas a irte hasta que intentes subir en la bicicleta?.

-Nop-esta vez, ella se cruzó de brazos.

Mire los libros y mis apuntes abiertos de par en par-Bueno, igual no entiendo nada-salimos al jardín delantero y me paré en el centro de la calle-Si un auto viene, sales corriendo.

-¿Y si me atropella?-preguntó mientras se ponía el casco violeta.

-Te dejo tirada y me seguiré con mi vida.

-¡Hey!. Le diré a Liz que dijiste eso.

-Si le dices no te compro chocolate.

Pareció pensarlo, se puso de pie y se acercó a la bicicleta-Fue un placer hacer negocios con usted.

Sonreí y me coloque detrás de ella, puse una mano en su espalda y otra en la parte de abajo del asiento-¿Ahora qué?-pregunté.

-No lo se, tu deberías enseñarme.

La miré incrédulo-Pero no se andar en bicicleta.

-¿¡Y como se supone que ibas a enseñarme!?.

-¡Pense que solo querías que te subiera en ella!.

-¡Aaron!-gritó enojada volviendo a mirar al frente.

-Escucha, no debe ser tan complicado... solo intenta tener equilibrio y no te caigas.

-¿Y si pierdo el equilibrio?-me miró sobre su hombro, esperando mi respuesta.

-Pues te caes.

-Ah, claro. Ya lo entendí, equilibrio y no caerme.

-Toda una genio.

Ana se cayó unas cinco veces pero no se rendía, yo me rendí a la primera, era cansador estar detrás de una bicicleta que se tambaleaba cada segundo. Mire hacia la ventana de al lado, la luz de la habitación de Olivia estaba prendida. Metí la mano en el bolsillo de mi pantalón y saqué mi móvil.