Katsuki se dirigía a la habitación del bicolor cargando unos libros para comenzar con su trabajo en equipo de la clase de Aizawa.
Era un jodido mal chiste que el pelinegro eligiera a los equipos sacando papelitos, como así terminaba más rápido y dormía más.
Era evidente que a partir de sus clases para conseguir las licencias provinciales habían mejorado su convivencia. Incluso había dejado de negar e insultar a Shoto cada que decían que eran amigos.
Ahora intentaba eliminar ese sentimiento de malestar que aparecía cuando Todoroki los etiquetaba como amigos. No entendía qué era y no iba a perder su tiempo en eso.
Había cosas más importantes que hacer, como llegar al cuarto del heterocromatico para insultarlo por dejarlo plantado en la biblioteca; veinte minutos, hablando de Bakugo, era no llegar.
Importandole poco la privacidad abrió de repente la puerta solo para encontrarla vacía. Mitad-mitad no pudo ir donde acordaron, lo habría encontrado en el camino.
Y lo confirmaba que en el escritorio estuvieran un libro y una libreta, que era lo que iban a necesitar.
Lo esperaría, porque nadie dejaba a Katsuki plantado sin darle una explicación lo suficientemente buena para convencerlo.
Diez minutos después de estar ahí, Shoto regresó con una pequeña caja en sus manos.
—¿Qué haces aquí? —habló cerrando.
—Tenemos tarea que hacer, bastardo —dijo molesto intentando no explotar por la serenidad que tenía el otro—. Deje claro el lugar y la hora.
—Te mandé un mensaje —respondió poniendo disimuladamente la caja detrás de él.
Dejó su teléfono en su cuarto. Pero no importaba, no tenía que saber eso.
—¡Esa no es excusa!
—Pero ya ponemos irnos —dijo intentando llegar a sus cosas.
Se detuvo en seco cuando el objeto en sus manos se le fue arrebatado. El ojirubí lo había visto, si esa mierda era la razón del problema entonces vería qué era.
—Bakugo, damela —demandó.
—Ah, no —aseguró esquivando los intentos del otro—. Veré que es tan importante.
—No te incumbe.
No esperaba que su mano fuera congelada cuando intento abrir la envoltura que no dejaba ver la verdadera caja. Aún así eso no lo iba a detener, una pequeña explosión y ya estaba libre.
Ninguno usaría a gran escala su Quirk, no querían problemas ni un castigo por causar escándalo.
Bakugo aprovechó la cercanía de su contrarío para hacerle una rápida llave, le dio el tiempo suficiente para de una quitar ese envoltorio.
—¿Inhibidores? —pronuncio extrañado — ¿Para que quieres esta mierda?
No hizo nada para impedir que Shoto se lo quitara de sus manos, de todos modos ya sabía que era. Mientras, el otro solo dio la vuelta para abrir un cajón y ponerlo dentro.
—Hey, te estoy hablando.
—Como te dije antes, no te incumbe —declaró tomando sus útiles para encaminarse a la puerta.
—¿De quién es? —indagó tomando su brazo.
Decidió no abrir su puerta, si iban a discutir sería mejor en la privacidad de su cuarto; no quería imaginar llegar a la sala y que el cenizo grite lo que vio.
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Lavender
FanfictionTodoroki Shoto es un omega, pero nadie lo sabe, bueno; ahora lo sabe Katsuki. Publicada: 07/Jun/21 Terminada: 12/Jun/21