Lavender

Siguiente fase

—¡Ah, que emoción! ¿Puedes traerlo algún día? —pidió Toga al heterocromatico.

—¿Ya estás mejor? —preguntó Mr.

Cuando volvieron a entrar, Touya se desplomó en el sofá murmurando la nueva noticia. Parecía algo mareado.

—Ah, ese rubio, te gustan los retos —comentó Bubaigawara.

—Me sorprende que no hayas quemado nada —opinó el lagarto.

—Siempre pensé que Tenko sería tu novio —recordó la rubia peinando las hebras bicolores.

—Con ese olor tendrás varios pretendiente —habló el celeste—, podrás cambiar al explosivo cuando quieras.

—¡Ese no tiene chiste! —señaló Touya sentandose—. ¿Cómo te conquistó?

La atención de los demás también se fue a lo que diría Todoroki, era sorprendente saber que ya tendría pareja y algo tenía que tener el muchacho.

Mientras, Shoto sentía vergüenza por esa pregunta, porque para empezar no sabría qué decir. En realidad se sentía como Katsuki, cuando él le dijo lo que sentía se sintió igual.

—Ha hecho muchas cosas por mí, y nos conocemos de hace tiempo —dijo simple.

—¡Pero es una bestia! —protestó su hermano.

—No, bueno, no tanto; también es muy amable.

—¿Estamos hablando del mismo Bakugo? —bromeó Tenko.

[...]

—

No lo puedo creer —comentó Hawks entrando en la casa de Rei— ¿Así que pronto tendrás novio?

—Nadie te invitó —reclamó Touya.

Habían ido a la casa de Rei, durante la cena el bicolor le dio las noticias a sus demás demás hermanos y padres sobre Bakugo.

Justo en ese momento hizo su entrada el alado.

—Pero si soy bienvenido, ¿verdad, Rei-San?

—Claro, Keigo. ¿Te quedas a cenar?

—¿Lo ves? —alardeó— Claro, traje postre —anunció alzando una bolsa—. Pero regresando al tema principal, al parecer ese chico robó el corazón de tu hijo, Endeavor-San.

—Me alegra saber que esto provoca que estés contento, hijo.

—Estoy tan feliz por ti, hermano —habló Fuyumi—, todos lo estamos.

—Por supuesto —aseguró el rubio—, sobretodo Touya y Natsu, sus caras delatan su regocijo —ironizó.

—¿También a ti te molesta Bakugo, Natsu? —preguntó Shoto.

—Espera —interrumpió el pelirrojo—, que quede claro que no me molesta la rubia, bueno sí. Pero sabes que no tu relación con él, bueno, tú me entiendes.

—¿Natsu?

—No diría que me molesta, solo que no me encanta la idea de que mi hermano menor ya está siendo cortejado.

—Pero está bien, ¿no? —indagó.

—Sí, mientras te sientas bien con eso, Touya y yo también estamos bien —aseguró el albino mostrando una sonrisa.