No sé qué hacer sin ti

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-Lo has hecho a propósito, ¿verdad?- digo desafiando con la mirada a mi amigo.

-Que no _____, juro que no sabía que vendría, simplemente dijo que pasaría por algo y ya, él ni siquiera sabía que vendrías- se defiende y suspiro.

Este último tiempo estoy teniendo más "reencuentros" con mi ex que con mi familia. Grandioso, ¿cierto?

Decido dejar el tema a un lado, ya que Christopher había vuelto a la sala luego de ir por un trago. Puede incomodarte estar en el mismo lugar que él pero jamás haría algo para hacerlo sentir mal, a pesar de las circunstancias.

Pasamos mucho tiempo riendo mientras tomábamos y hablábamos de cosas prácticamente sin sentido en nuestra vida diaria, he notado a Christopher un tanto excluido y mi intuición me dijo que sería por mi así que me decido por salir al balcón y fumarme un cigarrillo. Últimamente me aliviaba de todo el estrés de mi día a día.

Inhalo el humo para luego exhalar luego de segundos. Paso unos minutos cuando caigo en cuenta de la presencia de alguien a mi lado, giro mi cabeza y veo a Christopher.

-¿Aún sigues con ese hábito?- dice cuando se percata de mi mirada en él. Alzo los hombros a modo de desinterés.

-Sabes que nunca pude dejarlo del todo.

-Cuando estábamos juntos ya no lo hacías con tanta regularidad...

-Si, pero ya no estamos juntos.

Mierda, eso no era lo que quería decir.

-¿Quieres decir que has vuelto a fumar porque ya no estamos juntos?

-Quise decir que sigo fumando porque me alivia el estrés, es todo- de soslayo veo como él asiente la cabeza levemente y vuelve su vista al frente-¿Qué ha sido de tu vida?- decido romper el silencio que se había formado, que rara vez se formaba entre nosotros. Mucho antes de que las cosas acaban como acabaron, claro.

-Pues bien, supongo. ¿La tuya?

-Igual, viajes por aquí y viajes por allá.

-¿Tu madre cómo sigue?

-Bien, ha resivido el tratamiento y según los médicos todo indica que hay mejoras.

-Me alegra mucho- dice mirando directamente a mis ojos.

-Gracias. Tu madre...¿Cómo está?

-Muy bien también, por cierto, Mimi me sigue preguntando por ti cada vez que hablo con ella por videollamada. Quiere hablar más contigo que conmigo- él ríe y lo acompaño, su hermanita pequeña es un verdadero amor. Siempre que íbamos a visitarlos con Chris se apegaba a mi más que al hermano. Es muy tierna y mentiría si dijera que no extraño esos momentos tan lindos que compartimos.

-La extraño...-digo con una sonrisa nostálgica mientras no aparto mi vista del frente, de repente siento la mirada penetrante de Christopher fijarse en mi perfil

-Tambien yo- suelta en un suspiro. Aún sigo sintiendo su mirada puesta en mi y esto me pone nerviosa. Aún no se me ha ido ese efecto por lo que veo. Y al parecer el lo nota porque cuando le doy un vistazo de reojo noto una media sonrisa en su rostro, pero aún así, ninguno dice nada durante unos largos minutos. Hasta que dejo de sentir su presencia a mi costado, ahora lo siento detrás de mi.

Creí que estaba alucinando pero todo se aclaró cuando ví sus dos brazos apoyarse en la baranda, dejando atrapada delante de él. Sin saber que decir ni que hacer, solo sigo disfrutando de la vista que ofrece el balcón tranquilamente, pero eso dura poco ya que siento como Chris empieza a restregar su nariz por mi cabello.

-Extrañaba sentir el rico aroma de tu pelo...

-¿Que haces?- decido darme la vuelta para enfrentarlo, aún estando atrapada entre sus brazos. Él me mira con una tierna sonrisa y puedo notar sus ojos brillar.

-Estoy tirando mi orgullo a la mierda- dice y casi logra que salga una sonrisa de mi cara. Trato de ocultarla y lo logro, al menos hasta saber bien el significado de sus últimas palabras.

-¿A qué te refieres con eso?- le pregunto intentando mantenerme lo más seria posible, intentando que la manera en la que se acerca cada vez a mi rostro no me afecta en nada.

-A que ya no puedo seguir así, fingiendo que estoy bien cuando no lo estoy. Te necesito en mi vida, necesito tus abrazos, tus besos, tu amor. Sin ti he dejado de ser yo mismo. Ya no se que hacer sin ti...