No hay lugar seguro para mí

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No me pasaba nada bueno, sentía que solo recibía golpes, todo me salía mal,
extrañaba a mi familia, y con mi pensamiento les reclamaba porque me habían dejado, lo peor de todo era que en el colegio me hacían la vida imposible, no tenía un lugar seguro, porque al llegar a casa también recibía castigos.

Los maestros si es que observaban lo que pasaba, no hacían nada al respecto, porque temían por sus trabajos, yo algunas veces me queje con el director, pero él le contaba a mi mamá y ella se enojaba y me iba mucho peor al llegar a casa.

Así que lo mejor era no contar nada. El dinero que me daba para mis almuerzos siempre me lo robaban, y si llevaba algo de la casa era destruido y tirado a la basura. La señora encargada de la comida, me dijo que nunca le fuera a pedir si no llevaba dinero.

Así que mis tiempos de comida eran solo en la casa, cuando mi mamá no estaba molesta o cuando no estaba.

Cuando intentaba que algún taxista me llevará a otras direcciones, mi mamá siempre se enteraba y me terminaba pegando, así que deje de hacerlo, me quedé con la duda de adonde estaba enterrado mi papá y mis hermanos, también me rendí en averiguar que había pasado con mis amistades, aunque mantenía la esperanza de algún día verlas en la calle.

Mis notas eran malas, sabía que traería consecuencias graves y no porque yo no cumpliera, si no porque siempre le pasaba algo a mis apuntes.

Cuando fue la primer reunión de padres, mi mamá no asistió, eso me dió un poco de tranquilidad porque no se enteraría de mis notas. Mi sorpresa fue que al siguiente día, fui llevada a la Dirección, cuando entré mi mamá estaba allí, mi mente y mi cuerpo ya sabía lo que iba a pasar, mis ojos se llenaron de lágrimas y aún nadie había comentado nada.

Mi mamá dijo; ¡Ven aquí! Yo estaba parada junto a la puerta y no quería ir al lugar que ella me indicaba. El Director dijo: " permiso" y salió de su oficina.

Camine lentamente, mi mente y cuerpo ya sabía lo que pasaría, el enojo en el rostro de mi mamá era mucho y sabía que si hablaba me iría mucho peor.

Cuando estuve enfrente de ella, recibí un golpe en mi cara, me había dado un golpe con su puño, sus golpes fueron continuos y en todas direcciones, cuando se cansó de hacerlo dijo: Dedícate a estudiar, no haces nada más y aún así no rindes, que es lo que te pasa.

Llorando le dije que ella tenía parte de culpa por mantener fuera de mi alcance toda clase de tecnología. Eso la enojo aún más y sus golpes no parecían tener fin, hasta que el Director entro de nuevo, no me dirigió la mirada, hablo con mi mamá y le dijo que debía esforzarme, que le estaba causando muchos inconvenientes.

Por la golpiza que recibí, no era conveniente que regresara a clases, pero hubiera preferido asistir que ir con mamá, sabía que al llegar al departamento continuaría con los castigos.

El viaje fue terrible, no paro de decir cosas, cuando llegamos, el encargado se asustó al verme, pero mi mamá le dijo que ella tenía todo bajo control. Ya en el departamento, me pidió que le enseñará mis cuadernos, no se los quería mostrar porque ya estaban destruidos, entonces me arrebato la mochila y la vacío, todo era un desastre.

Estaba muy molesta, entonces le dije que por favor me cambiara de colegio que eso me lo hacían ahí, que no era yo quien destruía mis útiles, le suplique que me creyera, pero no lo hizo, estaba furiosa y entonces se quitó el cinturón y empezó a golpearme, los golpes eran muy fuertes, intenté quitarle el cinturón y recibí varios golpes en los brazos, eso la enojo más y cuando intenté correr, la hebilla del cinturón golpeó mi cabeza, caí y ella continuo golpeando mi espalda, cuando me pude poner en pie me fui a la habitación, pero ella me siguió y continuó con sus golpes, lo hizo tantas veces que me desmayé, no se cuánto tiempo paso, pero cuando reaccione no logré ponerme de pie,  la puerta estaba cerrada, y con un solo dedo que movía sentía mucho dolor.

¡Espero que todo Mejore!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora