Capítulo 1

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     Caminaba por las calles en dirección a la feria, sabía que las personas que buscaba se encontraban allí, odiaba cuando Bucky hacía eso, dejándola de lado y siempre tenía que llegar porque Steve la llamaba, cuando eso sucedía siempre buscaba una excusa y no iba, su orgullo era mayor, pero esa noche era distinta, esa noche era la última de Barnes antes de ir a la guerra.

     Estaba extremadamente asustada, agradece al cielo porque Steve haya sido rechazado tantas veces, no sabía que haría sin esas dos cabezas huecas. Lastimosamente, Bucky si había sido seleccionado, eso la tenía angustiada y con Steve sin dejar de intentarlo sus nervios estaban de puntas.

     Llegó a la feria y miró alrededor, logró verlos entre la multitud mirando a Howard Stark, hizo una mueca al ver que iban con dos chicas.

     Eso no estaba en mi plan, pensó para sí mientras suspiraba, sabía que Steve odiaba estar en esos lugares con chicas que lo menospreciaban y Bucky siempre lo arrastraba. Terminó la presentación y siguió a Steve quien se alejó de los otros tres, camino hacia el centro de reclutamiento y rodó los ojos sabiendo lo que Steve haría, estaba a punto de acercarse pero Bucky fue más rápido.

—Olvidas que es una cita doble. vamos a llevarlas a bailar —Bucky empuja levemente a Steve y este se gira a mirarlo.

—Adelántense, yo los alcanzó. —Mira el suelo y luego de nuevo a él mientras mete sus manos en los bolsillos.

—¿Vas a intentarlo otra vez? —Bucky lo miro con algo de exasperación.

—Es una feria, probaré mi suerte —dice Steve de manera plana.

—¿Vas a ser "Steve de Ohio"? Te pillarán o peor, te enlistarán. —Bucky se coloca delante de él.

—No crees que lo pueda lograr.

—No es un callejón. Es una guerra —dice serio.

—Ya lo sé.

—¿Por qué luchar? Hay empleos —Bucky no entendía la razón de Steve de estar tan convencido de ser en listado.

—¿Cómo qué? ¿Recoger chatarra en mi carretilla? —lo mira sarcástico.

—¡Si!

—Bucky, no trabajaré en una fábrica. Hay hombres arriesgando sus vidas. No quiero hacer menos. No entiendes, no tiene nada que ver conmigo —Steve niega y la chica sonríe desde su lugar y niega. Steve siempre ha tenido ese deseo de ayudar y no podía hacer menos.

—Claro, porque no tienes nada que probar —Bucky lo mira con cansancio y la chica prefiere intervenir.

—Sargento Barnes, mejor déjelo en paz —la chica sonrió de lado y Bucky se giró a mirarla.

—No pensé verte hoy —sonríe de lado de manera coqueta.

—¿Pensabas que te dejaría ir sin despedirte? —dice divertida.

—Estaba bastante seguro de eso —dice en el mismo tono y Steve solo los mira a ambos.

—Eres un idiota. —Ríe y le da un golpe en la nuca, escucha a las chicas llamarlo y él les pide un momento, se gira hacía Steve y suspira.

—No hagas nada estúpido hasta que vuelva.

—No puedo. Tu eres el experto en estupideces —Steve dice mirándolo.

—Eres un patán —Bucky lo abraza.

—Imbécil —corresponde el abrazo—. Ten cuidado.

Bucky se gira hacia ella y ella sonríe tratando de ocultar su miedo

—No mueras, te necesito de vuelta ¿bien? —sonríe de lado y levanta su meñique.

—Bien —lo entrelaza con el suyo y ambos besan su mano en esa estúpida forma de prometerse volver, él la abraza con fuerza y ella corresponde.

—Cuidate, lo digo en serio —murmura y se separa limpiando rápidamente una lágrima—. Ve, aquellas chicas te esperan.

Bucky, la mira a los ojos, asiente y se aleja con las dos chicas.

—No ganes la guerra hasta que llegué —Steve le grita y Bucky se gira haciendo su pose militar antes de alejarse.

—¿Sabes que eso fue muy idiota de tu parte no? —Steve la mira—. ¿Dejarlo ir con esas chicas en lugar de hacer que la pasará contigo?

—¿Más idiota que decírselo antes de ir a la guerra? No lo creo —lo mira—. Vamos, haz la prueba y vamos por algo de comer.

     Steve asiente y entra al lugar, ella se queda ahí, se sienta en las gradas y mira al cielo, seca algunas lágrimas y aprieta sus manos entre sí, realmente no era de rezar, pero desde que la guerra empezó no hubo día en el que no pidió al cielo. Era creyente porque Sarah, la madre de Steve, le enseñó a rezar cuando ella se lo pidió, desde que Sarah la acogió en su hogar cuando sus padres murieron se tuvo que adaptar, Sarah le enseñó todo lo que pudo, como ser una mujer, le enseñó sobre su religión, le enseñó a respetar y respetarse, le enseñó que nadie debe pasar por encima de nadie, que no debían hacerla sentir menos por ser mujer, le enseñó a ser fuerte, le enseñó tanto y la extrañaba, soltó un leve suspiro y escuchó pasos apresurados acercarse

—¡Hope! ¡Hope! ¡Lo logré! —La voz de Steve resonó y Hope sintió que el alma caía al suelo.

—¿Qué? ¿Como? —lo miro confundido.

     Lo habían rechazado unas cinco veces y el hecho de que esa vez lo hubieran aceptado era muy raro, ya que no contaba con la complexión física, sufría de asma, escarlatina y fiebre reumática, realmente no creía que soportará una guerra y según tenía entendido, cinco doctores tampoco...hasta ahora.

—Un doctor dijo que era especial —sonríe—. ¡Entre!

—Si....lo hiciste —sonríe leve mientras respira profundo.

Hope and winterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora