Capítulo 19

500 55 0
                                    

Para cuando volvieron a despertar era 6 de Agosto de 1989. Lo primero que hizo al despertar fue buscar a Winter, al parecer él, haciendo lo mismo golpeó a algunos guardias antes de levantarse y caminar hacia ella.

—Hola Winter —ella sonríe.

Estar ahí era extraño, todos a los que conocía había muerto, el jefe se había retirado y había todo un nuevo núcleo de trabajo.

Se enteró que Thompson murió cuatro años después de que los colocarán en las cápsulas en una misión que se complicó. Lastima, era la única persona en ese lugar que le agradaba.

La llevaron a una habitación apartada del resto, le habían dado una carpeta con lo que suponía era su próxima misión, pidió algunos libros y uno que otro diario para ponerse un poco al día. Se sentó en la cama y comenzó su lectura, para al anochecer winter entró a la habitación y se veía tan malhumorado como después de una mala misión, Hope se puso alerta pero winter solo se dejo caer a su lado, se veía cansado, como si hubiera sido....torturado, frunció el ceño

—Winter... ¿Estás bien? —solo obtuvo un gruñido por respuesta y tiró el libro que tenía en sus piernas al suelo—. ¿Eso es un no? —Winter colocó la cabeza en su regazo y la abrazo por la cintura.

—Cansado —murmuró y Hope acercó lentamente la mano a su cabello, sonrió leve ante el recuerdo de Bucky y ella en esa misma posición hace 50 años, hizo una leve mueca y se quedaron así por gran parte de la noche.

Al despertar les esperaba todo un día de pruebas para comprobar el suero en su sangre, su resistencia, velocidad, todo iba bien o por lo menos iba bien hasta que un guardia intentó manosear a Hope y está sin remordimiento metió una bala en su cabeza.

—Nunca intenten tocarme —mira alrededor a los guardias—. O terminarán como él —dispara de nuevo al cuerpo.

Fue llevada delante del nuevo jefe, quien la veía con el ceño fruncido.

—Hope... —empezó pero fue interrumpido.

—Soldado Miller para usted —dijo ella mientras cruzaba sus piernas.

Él enarca una ceja.

—Te llamas Hope.

—Eso no te da derecho de llamarme así, menos cuando lo acabo de especificar.

—No me retes, ¿sabes lo que puede pasarte?

Hope suelta una risa irónica.

—Dejame pensar, ¿seré torturada como nunca nadie ha sido torturado en la historia de la tortura? Eso de amenazar no sirve conmigo.

—Te mataremos —se relaja y la mira.

—Adelante, llevo esperándolo desde que me trajeron aquí —sonríe—. Y espero sea capaz de satisfacer a Winter —le da un guiño-

—Eres solo una mujer más, eres reemplazable.

Hope lo mira divertida.

—Veo que en este lugar no leen los informes —relame sus labios divertida y enarca una ceja cuando ve al hombre seguir el movimiento—. Lo usaré a mi favor —se levanta—. Dicen que a un hombre le gusta una de cada tres mujeres ¿no?

—Sí.... ¿Qué tiene que ver eso?

—Traiga a tres chicas, diganle que morí y debe elegir otra, veremos como le va —sonríe.

—Es una trampa.

—Él no me ve desde esta mañana —se apoya en la mesa delante de él sonriendo—. Debe estar al tanto que maté a uno de los guardias, se lo estoy poniendo en bandeja de plata, veamos que tan necesaria soy —sonríe.

El jefe frunce el ceño pero llama a dos guardias y da las indicaciones, al cabo de dos horas los guardias llegan con 6 chicas.

—Coloquelas en la sala y traigan al soldado —él se levantó y Hope lo siguió hasta la sala detrás del lugar de interrogación, podía ver a las chicas asustadas, pegadas a la pared y Hope pensó que quizás era algo cruel, pero ya no había vuelta atrás.

Vieron a Winter entrar a la sala con el ceño fruncido. El guardia tal y como le habían ordenado dio las palabras.

—El soldado Miller falleció, debe elegir a alguien más.

Vieron a Winter quien se quedó completamente quieto, luego miro a las chicas, el jefe sonrió satisfecho seguro de que había ganado y mataría a esa perra a su lado o eso fue antes de que Winter levantara su mano de metal y tomará el cuello del guardia partiéndolo, otro guardia se acercó y se colocó en posición para disparar pero él lo empujó y estrelló contra una pared, las chicas chillaban y lloraban desesperadas.

—Se lo dije —dice Hope satisfecha—. Les costo demasiadas chicas antes de que diera conmigo, lea los informes idiota —sale de la sala y entra a la de interrogación—. Winter, estoy aquí.

Winter tenía una mirada iracunda y cuando la miro se acerco rápidamente pegándola a la pared con una mano en su cuello, ella jadeo por el choque, él la besa de manera posesiva y Hope corresponde, se separa de él.

—Tienes trabajo que hacer, vuelve —lo empujó separándolo.

—No —dice serio.

—Ve, me encargare de las chicas, luego voy contigo —Winter le dio una última mirada antes de salir—. Lamento eso —les dice a las chicas—. ¿Nos vamos? —sonríe.

Después de ese día, Hope se ganó el respeto de todos, con el conocimiento de que ella podía controlar a Winter sin necesidad de máquinas la hacía peligrosa, ambos eran asesinos entrenados, meterse en medio era realmente un suicidio.

Hope and winterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora