Capítulo 15

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Dejar a las 21 chicas les costó casi toda la tardé, todas fueron amenazadas con no decir nada y luego de agradecerle a Hope, corrieron a sus casas y abrazaron a sus madres, sus familias agradecieron y aquellos a los que solo se le entregó un cuerpo, se les mintió diciendo que el culpable ya había pagado, agradecieron por darles paz y descanso a su alma y luego de un asentimiento se alejaron.

El soldado no hablaba mucho por no decir nada, a veces solo algunas palabras en ruso que Hope no era capaz de comprender, estaba sentada lo más lejos que podía de él, estaba aterrada, lo peor era mirar sus ojos, ojos que antes estaban llenos de felicidad y brillo, ahora se veían fríos y crueles.

Cuando el camión se detuvo bajó con el resto, un guardia la guió adentro, pero esta vez en lugar de caminar a las celdas camino a un ala que no conocía, hacía frío, Hope se abrazó a sí misma, caminando lento como si así pudiera evitar lo inevitable, trago grueso y suspiro temblorosa mientras entraba la habitación, el jefe entró detrás de ella.

—Te diré cómo serán las cosas —la mira—. De ahora en adelante eres nuestra propiedad, harás lo que se te ordené, sin rechistar, completas el trabajo, vuelves y te mantienes con vida, eso es todo.

—¿Y si me niego? —lo mira y él sonríe de manera sádica.

—El soldado muere, oh sí, conocemos su pasado con el soldado, Miller. Triste historia, una chica va a la guerra por su amado y este muere en batalla —ríe.

Hope traga grueso y aprieta los puños, respira profundo y asiente.

—Entiendo —dice con la voz entrecortada.

—Mañana vendrá alguien a tomar tus medidas, necesitarás uniformes, en una semana empezarás tu entrenamiento y clases, necesitamos poner en acción ese suero en ti.

—¿Qué suero? —frunce el ceño.

—Oh, no habrás pensado que esas inyecciones eran solo vitaminas ¿no? —sonríe cínico—. El suero del súper soldado corre por tus venas.

—No... —lo mira y luego sus manos.

—Oh sí —sonríe— Otra cosa más, si el soldado está estresado, si el soldado no cumple con su trabajo —se acerca a ella y la toma con fuerza del cabello—. Será tu culpa y tú pagarás —sonríe y la suelta tirándola al suelo— Por cierto, no intentes hacerlo recordar, nuestro borrado de memoria es impecable.

—¿Por qué no me la borran a mi también? —dice con ira y él sonríe.

—¿Y perder la única ventaja que tenemos sobre ti? —niega—. Mejor que conserves tus lindos recuerdos —sonríe y sale del lugar.

Hope aprieta sus puños y mira la habitación, le da la espalda al guardia que había ido con ellos.

—Trae mis cosas —respira irregular y siente al hombre salir cerrando detrás de sí.

Hope se acerca a un pequeño mueble que había a un lado y se sentó metiendo su cabeza entre sus manos, lloró, lloró por lo que le había pasado a Bucky, lloró por lo que le había pasado a ella, lloró porque no pudo volver a ver a sus amigos. Lloró hasta el cansancio, hasta que la inconsciencia la reclamó.

Al día siguiente despertó exaltada, miró alrededor con el corazón acelerado, pero se encontraba sola en el mismo lugar de la noche anterior, sentía pesado el rostro, dejó escapar un pequeño suspiro y se levantó, vio sus libros en la cama junto con algunos elementos de aseo y algo de ropa.

Tomó la ropa y los elementos de baño antes de caminar al de la habitación, se cambio y ducho rápido, como si estar desnuda en ese lugar fuera un peligro, lo cual en su mente veía así, no sabía donde estaba el Bucky, realmente no quería saberlo, se vistió, peinó su cabello hacía atrás y salió a la habitación.

Un guardia entró con su desayuno y lo dejó en la mesa, una prisión pero más cómoda, fue lo que pensó mientras se sentaba a comer, comió poco, aún tenía el estómago revuelto, se levantó y caminó al ventanal.

Los hombres que la retenían ahí, tenían razón, por más oportunidades que tuviera de escapar, no lo haría, no sabiendo que Bucky o una parte de él, se quedaba ahí y podría ser torturado o asesinado por su culpa, no sabía como, no sabía cuánto tardaría, pero los sacaría de ahí.

La puerta se abrió mostrando a Miriam con algunas herramientas, suspiro antes de acercarse.

—Oh me alegra tanto que te eligieron, cariño —sonríe mientras toma su metro—. Eras la mejor opción —empieza a medir su cintura—. Con esa cintura unos vestidos te quedarían divinos —sonríe.

—Claro —mira a otro lado distraídamente.

Hope and winterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora