Capítulo 31 [M]

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Oh, she's sweet, but a psycho. A LITTLE bit psycho.

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La luz del sol me golpea en la cara. El crepitar de las llamas, el canto de los pájaros y una brisa refrescante me hacen sentir tranquila. Pero arrugo la cara con una mueca de dolor al sentir un inmenso dolor en mi cabeza.

"Mierda." Maldigo y trato de reajustar mi visión borrosa. Me deslizo y cierro los ojos con fuerza, tratando de frotarlos, sintiendo un pitido en mis oídos. Pero mis cejas se fruncen cuando algo me retiene.

Miro a ambos lados y veo que mis manos están esposadas a los gruesos postes de la cama. Intento incorporarme, pero mis tobillos también están encadenados.

"¿Qué carajo?" maldigo en seguida. Estoy atrapada, crucificada en la cama. Tengo los brazos y las piernas separadas y estoy completamente desnuda.

¿Qué está pasando? Y diablos, ¿cuánto tiempo estuve así? Ya no siento los brazos ni los hombros.

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en un lujoso lugar desconocido. El candelabro colgante de aspecto antiguo iluminando el techo de caoba, me da la bienvenida.

Una enorme ventana con cortinas de rayas negras y rojas recogidas a los lados, me ofrece la hermosa vista de un amplio lago y una montaña.

Aparte de eso, también hay una mesa y sofás individuales de lino gris frente a mí. Una chimenea con ladrillos de piedra está construida en la esquina con el fuego ardiendo adentro, y supongo que eso es lo que hace que sea cálido aquí.

 Una chimenea con ladrillos de piedra está construida en la esquina con el fuego ardiendo adentro, y supongo que eso es lo que hace que sea cálido aquí

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Qué habitación rústica tan elegante.

Espera, esta no es mi habitación. ¿Cómo demonios he llegado aquí? ¿Dónde diablos estoy?

La ansiedad me entra de golpe. El recuerdo de ella inyectando una droga en mi nuca aparece en mi mente y tiemblo de pánico.

Intento tirar de las esposas con fuerza, pero solo consigo que me duelan las muñecas. Estoy condenada. ¿Cómo voy a escapar de aquí?

De repente, la puerta hace un ruido. Alguien sacude el pomo de la puerta, causando que me estremezca.

Mierda, ¿es ella?

Observo atentamente la puerta. Mi corazón late como un tambor golpeando dentro de mí.

Entonces la puerta se abre con un crujido, revelando un demonio que lleva puesto un camisón de seda blanco, con una bata y una bandeja de comida.

"Lili..." Su mirada se suaviza al verme.

"J-Jennie..."

"Buen día, cariño. Por fin te has despertado. Me moría por hablar contigo." ¿Día? ¿Así que he dormido aquí toda la noche? Ella se acerca a la cama y pone la bandeja en la mesita de noche.

My Sweet Psycho || Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora