My Sweet Psycho || Jenlisa G!P

Capítulo 23

Se supone que este capítulo era para mañana porque 23 de Jenlisa obvio, pero bueno, hagan de cuenta y caso como que hoy es 23.

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Sentí un calor abrasador en la cara. Por inercia me tapé los ojos, bloqueando la luz del sol que ilumina mi habitación. Cuando mi visión por fin se ajustó, ví un cielo despejado con pájaros piando en el balcón.

Hoy hace buen tiempo.

Pero me dí una palmada en la frente. Oh, mierda. Ayer estuve tan ocupada que hasta me olvidé de cerrar las cortinas. El edificio de enfrente es una boutique y oficinas, así que... ¿alguien nos vió ayer?

Oí una respiración a mi lado y sonreí. Jennie duerme profundamente, abrazada a mi cintura y con su cabeza apoyada sobre mi pecho, escuchando mis latidos. No pude evitar sonreír mientras apartaba algunos cabellos que cubren su rostro.

Se ve tan pacífica y hermosa sin esfuerzo con su rostro al descubierto. Pero mierda, follamos de nuevo. Los recuerdos de ayer hicieron que mi cara se calentara.

Sexo anal. Sí. No puedo creerlo. Finalmente tuve mi experiencia con eso. Pero lo que me hizo pensar en ello es ella.

Primero, me dió su virginidad y ahora, incluso su segunda virginidad? ¿Qué he hecho yo para merecer eso? Me reí en silencio y apoyé mi barbilla en su cabeza.

El olor de su champú me embriaga. En verdad no puedo evitar olerlo, a la vez que enrulo un mechón con mi dedo. Su pelo es tan suave. Me pregunto que tipo de champú estará usando.

"Lili, todavía tengo sueño." Su voz perezosa me hizo cosquillas en los oídos. Entonces me mostró su cara adormilada, con los ojos caídos y los labios hinchados. Dejé salir una risa leve y le besé la frente.

"Buenos días." Su mano capturó mi mejilla mientras se inclinaba para besar mis labios con un suave tarareo.

"Buenos días, mi Lili." Luego me levanté de la cama, desnuda como el día en que nací para estirar mis extremidades. En toda la noche ella hizo de mi brazo su almohada.

Podía sentir su mirada sobre mí. Me volví hacia ella y su hermoso cuerpo desnudo estaba cubierto detrás de ese edredón blanco. Me senté en la esquina de la cama.

"¿C- cómo... te sientes? ¿Te sientes dolorida de ahí abajo? ¿Te duele?" Ella sonrió y tomó mi mano que estaba a su lado, besando el dorso de la misma.

"Un poco. Todavía me siento rara en el otro orificio, pero puedo manejarlo." Dijo, jugando con mis dedos. Tuve que morderme el interior de las mejillas, pero entonces ella se dió cuenta, y ladeó la cabeza confundida.

"¿Qué pasa, Lili?"

"Y-yo... Lo siento. No podría saber como... te sientes." Ella soltó una risita y me atrajo hacia sus brazos, permitiéndome apoyarme en su pecho, para empezar a darme besos de mariposa en la frente, que también me produjeron mariposas en el estómago.

"Pero sé que te gustó. Nos gustó a ambas y estoy feliz." Me mordí el labio, sintiendo los latidos frenéticos de mi corazón. Pero me sorprendí. Su corazón estaba igual. Me aparté un poco de ella para mirarla directo a los ojos.

"Vamos a bañarnos, Nini." Ella se quedó sin habla. Un tono rojo rosáceo se reveló en sus mejillas, pero después soltó una risita y me picoteó los labios, acunando mi mejilla.

"Cárgame entonces, Lisa." Y obedecí. Me puse de pie y envolví mis brazos en su cintura y debajo de sus piernas, levantándola. Ella automáticamente me rodeó con sus brazos, y acurrucó su cara en mi cuello, oliendo mi aroma, con su aliento haciéndome cosquillas.