Capítulo II: Entre gárgolas que observan

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"En lo alto de la ciudad he visto la claridad del día y la oscuridad de la noche. He visto a la gente venir e irse. He visto alegría y dolor. He visto hermandad y traición. He visto paz y guerra. He visto todo tipo de personas, las que viven y las que luchan por vivir, las que se ríen de la vida y las que lloran de ella. He visto de todo y nada ya me impresiona."



La tormenta se había detenido, pero las nubes seguían bloqueando la luz del sol como paredes inmensas alrededor del cielo. El bar había quedado completamente vacío. Cada persona que había pasado la noche ahí había escapado en cuando tuvieron la oportunidad y Kiara le pareció ver, metafóricamente, una estampida de búfalos atravesar la puerta. Se había quedado pensando en la historia que el hombre les había contado. No tenía ningún sentido para ella, pero al mismo tiempo no dejaba de ser aterradora.

«Fascinante», concluyó.

Aún siendo consciente de que no era una chica normal que robaba dinero de los cajeros hackeando el sistema con prototipos y microchips, sino con lo más parecido a la magia que todo el tiempo veía en sus películas fantásticas, no importaba cuán relevante era esa historia para la ciudad, ella no la creía. No creía en historias de criaturas mitológicas ni de fantasmas; tampoco en nada que sus ojos no vieran, pero eso la hacía consciente también de lo contradictorios que eran sus pensamientos. Tampoco era fácil para ella ignorar la mención hacia las brujas que el hombre había hecho. Según el anciano, brujas de Blue Sky fueron las que habían traducido la piedra. Aunque no creyera la historia, era innegable que ella también era lo más parecido a una bruja, por lo que quizás no estaba del todo loco. ¿Había realmente brujas en Blue Sky o sólo eran las famosas señoras que se hacían pasar por videntes con esferas de cristal falsas que se quedaban con tu dinero?

No tenía un veredicto, solo sabía que la idea de Tyler la había traído hasta allí por casualidad y ahora todas sus intenciones de irse habían sido reemplazadas por un repentino interés en lo paranormal.

—Creo que vamos a quedarnos aquí por un tiempo Tyler.

—Claro... Ahora también dime que vamos a salvar el mundo de una maldición de trescientos años con tus poderes maquiavélicos.

—Con la suerte que llevamos, seguro nos rostiza un rayo antes. Tenemos que conseguir un lugar donde quedarnos, mi espalda no soportará otra noche en un taburete.


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Kiara estaba siendo presa de una sensación sofocante. Algo en su pecho no la estaba dejando respirar con normalidad, como si el aire se hubiera vuelto la virtud de unos pocos pero no la suya. El ambiente había cambiado pero todo a su alrededor estaba en calma, como si la única que pudiera sentirlo fuera ella.

La primera vez que lo había sentido, había sido en el bar. Podía sentir como su pecho se oprimía mientras metía la última bola de pura suerte en el billar. Había intentado aliviar el pesar concentrándose en otra cosa, pero ni siquiera la gran tormenta había podido conseguirlo. Constantemente sentía como si algo estuviera sobre su cuerpo impidiéndole caminar.

Blue Sky: El comienzo del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora