Pasaron los días y olvidé por completo el percance de los ogros. No se lo conté a nadie, me daba demasiada vergüenza mencionarlo y preferí guardarlo como algo muy personal.
Finalmente llegó Septiembre, ese odiado septiembre para muchos y amado para otros. Sinceramente no entiendo a la gente que le gusta ir al instituto o la universidad, el colegio aún tiene un pase, pero desde que entras en la ESO todo se resume en: estudiar, llorar, ganas de morir, prejuicios y preocupaciones. Es horrible.
Como veis no tengo ningún tipo de ganas de pisar ese centro, pero como soy un chico responsable y que le teme a sus padres voy a ir.Después de un verano entero todo sigue igual, no han pintado las paredes y las vayas siguen rotas. Delante de la puerta principal se puede ver un gran número de personas aplastandose por ver unas listas. Soy capaz de reconocerlas a todas, está claro, llevan siendo mis compañeros tres años.
Cuando pude llegar por fín, después de una guerra de empujones, codazos y patadas a la gran pared donde estaban colgadas todas las listas. Busqué mi nombre entre todos y pude ver que estaba en la clase B.
-¿ En cual estás?- Me preguntó una voz la cual reconocí. En realidad más o menos, sabía que conocía a esa persona pero no recordaba quien era.
-En la B. -Dije con un tono frío y cortante.
-¡Enserio?! ¡Entonces estamos juntos!.
-Cuando me giré a ver quién era me di cuenta de que ya tenía arruinado el curso entero. Vi a un chico pelirrojo y alto, vestido con una camiseta verde.
-Thibaut cuánto tiempo, me alegro de verte -Obviamente no me alegraba de verlo, es la persona más insoportable que he conocido nunca.
-¡Siiii! ¿Has visto ya quienes más están en nuestra clase? ¿Sabes que dicen que ha entrado un alumno nuevo? Creo que está en el B con nosotros porque hay un nombre que no reconozco. Aparte también nos ha tocado con las populares. Que suerte ¿verdad?, con lo buenas que están todas tenemos el curso hecho. Oye ¿Te sientas conmigo en la clase? No tienes a nadie más ¿Verdad? Entonces no te importará ¿No?. -Ahí tenéis al la persona más insufrible de todo el Instituto, que además está obsesionada con querer ser mi amigo. Realmente pienso que soy un desgraciado en vida, que en mi vida pasada hice algo malo y me lo están pagando con esto.
-Nos vemos -Dije con una sonrisa notoriamente falsa cuándo me iba.Al llegar al aula me aseguré de que Thibaut no estuviese cerca de mi a la hora de elegir pupitre. Me senté en la cuarta fila, justo al lado de la ventana.
A mi lado había una mesa vacía, pensé que se quedaría así el resto del curso o mi compañero coñazo se sentaría conmigo a molestarme los próximos meses. Para mi sorpresa no fue así, en la puerta vi entrar a un chico q no había visto nunca. Supuse que era el chico nuevo, se veía bastante perdido pero a la vez satisfecho de haber por fin podido encontrar el aula que era. -Su cara es graciosa. -Pensé.
Luego de entrar en el aula buscó rápidamente un asiento libre con la mirada y se dirigió hacia mí.
-¿Está libre el asiento? -Preguntó con la voz cortada.
-Sí, siéntate si quieres -Dije con un tono seco.
-Gracias -Dijo el chico rubio mientras se acomodaba en la silla.
Le ignoré y seguí mirando hacia afuera.
El chico estaba un tanto inquieto mientras jugaba con sus dedos. Es adorable, pensé mientras hacía una pequeña media sonrisa con la cara.Al poco tiempo llegó la profesora.
-Buenos días a todos chicos, soy Marisa, vuestra tutora este curso. Tengo entendido que en ese aula todos os conocéis excepto una persona, por favor, ponte de pie y presentate.
Mi compañero de pupitre se levantó de la silla y con una voz grave dijo: Hola, soy Liam, el año pasado estudié en Madrid, espero ser bien recibido este año. Luego de eso solo se sentó y suspiró. Por lo visto solo estaba nervioso por tener que presentarse delante de la clase, luego de eso se calmó.
-Asique su nombre es Liam. Debería haberlo leído en las listas. - Susurré.
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¿Por qué es tan cliché?
Fiksi RemajaLiam acaba de mudarse al pueblo y entra en la escuela secundaria convirtiéndose en poco tiempo en el primero de su promoción. De esta forma, Ichigo le pide ayuda para sus estudios, sin pensar que la línea entre el amor y la amistad es tan fina como...