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Tweek aún no le dice la razón de porqué sus alas estaban tan dañadas.

Por las tardes tiene que pasar el rato en detención por su reciente pelea y después tiene que regresar a la cafetería a cumplir con su trabajo allí.

Los padres de Tweek saben sobre ese incidente y lo tienen castigado, pero parece ser que no saben nada con respecto a lo de sus alas.

Por ello, sin importarle que tan tarde es, va por las noches a verle por un rato.

Ambos se dedican a cuidar de sus alas, aunque Tweek aún sigue algo tímido al respecto.

Con cuidado coloca un ungüento antiinflamatorio en las raíces algo irritadas e hinchadas.

— Cómo se siente?— Pregunta suave.

— G,genial... alivia la comezón, es refrescante. — Sonríe tímido.

— Bien. Te lo pondré más seguido. — Asiente para sí mismo.

Craig nota que aún no hay ni luces de plumaje por salir. Aún le falta a la piel por sanar completamente para que las primeras comiencen a salir.

— Craig...?— Dudoso le mira de reojo.

— Sí?— Alza la mirada de su trabajo.

Craig comprende que quiere voltearse, así que deja lo que tenía en manos, lo bueno es que ya había terminado.—... Puedo ayudarte con las tuyas...?— Susurra temeroso.

Craig sonríe. — Claro.

Al principio estaba algo dudoso, esta sería la primera vez que Tweek vería sus alas como pareja que son.

Y por alguna extraña razón, se sentía algo cohibido por ello.

Nunca se había permitido pensar en si Tweek le gustarían sus alas, esta nueva expectativa lo tomó por sorpresa. Se arrepiente de no haberlas acicalado un poco antes de ir.

Pero sus dudas quedan olvidadas al ver la mirada asombrada del rubio. Se veía genuinamente interesado.

Entonces se dejó ser un poco galante frente a él.

Ceremonioso extendió de a poco sus alas, sacudiendo un poco el plumaje. Un estremecimiento le recorre y sus plumas se esponjan brevemente. Con el pecho de fuera, presenta sus plumas a su pareja, su compañero y amigo.

Tweek al verlo, su sonrojo creció exponencialmente.

Craig sonríe enternecido y enamorado al notar las alas de Tweek respondiendo inconscientemente a la presentación. Se agitaban y movían emocionadas. Craig alza las cejas al ver lo erráticas que se movieron por segundos.

Tweek cayendo en cuenta de lo que hacía, se sonroja de cuerpo completo y grita apenado. — Oh! AGH! L,lo siento! Eso debió ser horrible! Me debí ver muy ridículo!!— Apenado a más no poder, vuelve a ocultar sus alas.

— No.— Niega aún sin poder quitarse la sonrisa boba de su rostro. — Me hace muy feliz que hayas respondido.— Se sincera besando su mejilla y acunando brevemente entre sus alas a Tweek.

Cuando se separa, deja su ala derecha al alcance del rubio, listo para que su compañero comience a acicalarlo.

Craig no creyó que esto le emocionaría tanto.

Con las manos temblorosas, Tweek en un principio era renuente a tocarlas. Probablemente piense que lo arruinará o le hará daño.

— Confío en ti, cariño. — Susurra.

Tweek le mira de reojo nervioso. Para Craig no es tan usual verlo así durante tanto tiempo, por lo general era natural y ruidoso, no callado y temeroso.

El rubio asiente para sí mismo y toca por primera vez su plumaje.

Primero es algo tímido, lo toca con sus nudillos comprobando su suavidad, luego se vuelve un poco más confiado y comienza a enredar sus dedos entre las plumas. Al principio es algo torpe encontrando las que ya cayeron, pero lentamente toma ritmo.

Las peina y acomoda en su lugar, con devoción toca cada una, como si fueran un preciado tesoro.

Craig gustoso por el mimo, lentamente comienza a quedarse dormido bajo su toque cálido y suave.

— ... Prometo no hacerme daño de nuevo...— Susurra tan bajito, que apenas es perceptible.

Aún sin abrir sus ojos, Craig responde igual de íntimo. — Me alegra escucharlo...

— Quiero que llegues a amar mis alas...— Cohibido lo abraza y susurra en su cuello.

Craig corresponde al abrazo, besa sus cabellos y confieza. — Ya lo hago, bebé.

Imperfección Perfecta. (Creek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora