GIRLS LIKE GIRLS │A Aurora Lindon le gustan las chicas. El verdadero problema era que era la única chica abiertamente lesbiana de Forks, y eso no era algo exactamente aceptado por sus padres adoptivos. Cuando tiene la oportunidad de ir a Italia con...
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El grupo tuvo que quedarse en un motel hasta que se resolviera la situación en Seattle. Aurora estaba a cargo de la compra de habitación, ya que fue considerada la más accesible.
Era difícil contenerse de lanzarse a través del mostrador y morder a la señora en la recepción, pero se las arregló, sonriendo mientras trabajaban en cuántas habitaciones y camas necesitarían.
La señora parecía asumir que había dos parejas y una sola entre el grupo, sin duda en su mente. Ella sugirió tres habitaciones individuales, y aceptaron.
Como resultado, Aurora y Jane compartieron una habitación, mientras que los otros tres pelearon por quién podría estar solo. Alec ganó, obligando a Demetri y Félix a la tercera juntos; ninguno de los dos parecía particularmente feliz por la situación.
Jane y Aurora habían pasado mucho tiempo juntas, pero nunca con tanto tiempo libre como ahora se les presentaba. Aurora descubrió que había llegado a saber menos sobre Jane de lo que hubiera esperado.
—¿Jane?— preguntó, sentada al final al lado de la rubia. Estaba mirando fijamente la televisión, que estaba pasando Titanic, con desinterés. —Quería preguntarle sobre tu pasado— Eso llamó su atención. Rápidamente apagó la televisión y se giró para mirar a la neofita. —¡No tienes que hacerlo, por supuesto! Yo iré primero, incluso.
—Nací en California. Vivimos allí durante tres años. Cuando tenía ocho años, estaba en la escuela cuando un amigo de mis padres me sacó. Dijo que había habido un incendio. Mis padres no sobrevivieron. Me pusieron en un sistema de acogida. Eventualmente terminé en Forks con una familia tranquila que había adoptado a otros cinco niños. Yo era la mayor, así que no me prestaron mucha atención. Entonces conocí a los Cullen y ya sabes el resto.
Ella asintió, poniendo una mano vacilante en el brazo de Aurora. La comodidad se inundó a través de la castaña a su toque. Jane se puso tensa, antes de empezar a divulgar su historia.
—Hace tiempo que no hablo de nuestro pasado—Aurora volvió su cuerpo hacia adentro, para ver a Jane. —Alec y yo nacimos durante un tiempo donde muchos eran juzgados como brujas. El hecho de que nuestra madre tuviera gemelos nos puso en un mal punto de partida. Tener gemelos no era exactamente aprobado. Pero luego pasaron cosas malas a los que eran malos con nosotros, y nos etiquetaron como brujas. Una noche se metieron y nos agarraron a Alec y a mí. Nos ataron a estacas y nos vitorearon mientras nos prendían fuego.
Los ojos de Aurora se abrieron al comienzo de su historia, sintiéndose arrepentida ya. —Nuestra madre luchó por nosotros pero fue asesinada. Alec había cerrado los ojos, esperando que el dolor desapareciera, y así consiguió su poder.
—¿Cómo conseguiste tu poder?
—Cuando miré a la gente del pueblo, no quería nada más que sintieran el dolor que sentía. Quería que sufrieran— dijo.
—Aro nos salvó antes de morir. Él nos cambió. Él había estado velando por nosotros desde que éramos jóvenes, sospechando que tendríamos dones valiosos— Jane continuó, —Mató a los otros habitantes del pueblo y estábamos oficialmente en su clan—Terminó. Los ojos rojos de Aurora eran tan anchos como platillos.
—Tengo mi don porque quería causarles dolor. Todavía lo disfruto— Ella aclaró su garganta. —Soy una psicópata.
—Ningún psicópata admitiría que son uno— Aurora se acercó, —Además, creo que el término correcto es sádica.
