GIRLS LIKE GIRLS │A Aurora Lindon le gustan las chicas. El verdadero problema era que era la única chica abiertamente lesbiana de Forks, y eso no era algo exactamente aceptado por sus padres adoptivos. Cuando tiene la oportunidad de ir a Italia con...
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Aurora Lindon se enteró de que los Cullen eran vampiros poco después de que Bella llegara a Forks. Alice afirmó haber tenido una visión, una que decía que sería como ellos y que era importante que lo supiera.
Bella por otra parte dudaba en decirle. Aurora era la persona de su grupo de amigos que aceptaba a todo el mundo sin importar qué. Siempre se aseguraba de ser amable y hacer felices a los que estaban tristes. Bella no quería decírselo y hacer que Aurora huyera asustada.
Ella estaba aún más indecisa cuando Aurora se abrió a ella y le compartió a Bella sus preferencias, de hecho, que era lesbiana. Ella había dicho que Bella era la primera en saber y que era su mejor amiga, dejando un sentimiento de culpa en el estómago de Bella.
—Necesito hablar contigo— dijo Bella, dejando de lado el malestar en su estómago. Se sentó junto a Aurora en la biblioteca.
—¡Por supuesto!— dijo Aurora, cerrando su libro y volviéndose hacia Bella. Al notar el nerviosismo de su amiga más cercana, frunció el ceño. —¿Cuál es el problema?
—Um, está bien, bueno...—Bella comenzó torpemente, sin saber cómo hablar con Aurora sobre que los Cullen eran criaturas sobrenaturales que brillaban a la luz del sol. —Puede que encuentres esto difícil de creer, pero... quédate conmigo, ¿de acuerdo?
—Los Cullen— Bella comenzó antes de darse cuenta de que estaba tartamudeando. —Son...
—¿Vampiros?— Dijo su amiga de pelo castaño, una sonrisa de oveja en su cara. Los ojos de Bella se abrieron enormemente.
—¿Cómo lo sabes...—ella preguntó aún sorprendida.
—Sentido común. Son súper pálidos, Alice y Rosalie son súper calientes, todos tienen ojos dorados y... Alice ya me dijo— Terminó. Bella suspiró aliviada, se había sentido como una idiota pensando que su amiga se había dado cuenta antes de lo que había logrado sin siquiera hablar con ellos. —Aunque no sé por qué me lo dijo. Pero he oído que podrías serlo."
—Sí, ese es el plan. Edward no está muy contento con eso— Bella dijo, pasando una mano por su cabello, el foso de malestar había desaparecido por completo.
—Yo tampoco. Edward te tendrá para siempre. Sólo tendré una pequeña cantidad de tiempo contigo, nada justo. Eventualmente envejeceré y moriré— Dijo Aurora, pero su brillante sonrisa nunca se desvaneció. —Supongo que es bueno que al menos sabes que estás con la persona adecuada para ti. Porque el para siempre es un gran viaje— Puso su libro en su bolso antes de ponerse de pie.
—Además, serás aún más atractiva. Tengo que hablar con el entrenador Clapp. Te veré más tarde, Bella—Aurora dijo con una última sonrisa antes de salir de la biblioteca.
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