Nostalgia

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Entró Auron a la casa con lucas en brazos, dejándolo sobre el sofá, llamando la atención de las mujeres que habitaban la casa

- ¿Qué le paso?

Auron solo jaló a Mónica y a Lana a u lado y en un tono bajo con una gran preocupación en el -Solo intenten calmarlo... YA saben que Mangel está aquí, no sé qué van a hacer y... Dalia murió, todo está hecho un desastre, necesito volver- No dejo que las mujeres pudiesen decir alguna palabra cuando ya había dado la vuelta para volver con sus amigos

Mientras, Mónica y Lana solo pudieron intercambiar miradas analizando la información que el azabache les acababa de dar. Con suma pena, caminaron hasta el sofá, lugar donde ya hacia su pequeño, el cual estaba sentado abrasando sus rodillas mientras miraba un punto fijo del azulejo del suelo. Cuando ambas mujeres se sentaron a su lado eh intentaban llamar su atención este solo las ignoraba, bien se podía decir que se encontraba en estado de shock, aun con una apariencia viscosa y amarillenta.






...







- ¡Allí estas! Vamos, despídete, nos vamos -Sam tomó con fuerza el brazo de la ozesna jalando de este para que ella empezase a caminar en su dirección

- ¡Cálmate quieres! -En un fuerte jalón, se soltó de su agarre -No eres mi padre

Este solo le lanzo una mirada seria, controló sus impulsos intentando no causar una mala impresión ante la chica que los observaba, adoptando una postura más relajada y cruzando los brazos como era su costumbre - ¿Quién es tu amiga?

-No te incumbe- Se apresuró a contestar Dalia

Violeta se acerco a su hermano y lo tomo por el brazo, susurrándole en el oído lo poco que había descubierto de aquella chica.

- ¿No eres de por aquí? No lo parece... -Interrogó a la pelirroja a lo que esta solo se mostró silenciosa -Ah, no hablas mucho, ¿verdad?

-No hablo con extraños

-Aja... bien, fue un gusto -Dijo cortante, volteando nuevamente con su hermana, tomándola de la mano- Violeta, a casa

-Espera- Volvió a soltarse, sosteniendo la mano del mayor, siendo ella quien ahora jalaba de su brazo- Hay que ayudarla

-No parece querer tu ayuda

- ¡Solo!... Dame cinco minutos- Este mantuvo silencio, soltándose de su agarre y rodó los ojos, a lo que la chica de cabellos bicolor interpretó como un "Date prisa"

Se acerco a la chica la cual abrazaba sus brazos, dando un claro signo de vulnerabilidad -Vamos, déjame ayudarte antes de que el me lleve- Interrumpiendo la plática, el castaño se acercó mientras abría el comunicador de su muñeca - ¿Tienes a alguien que pueda venir por ti? ¿Un amigo, un hermano, un padre o madre? Puedo decirle al comisario que te ayude

- ¡No! -Se apresuro a responder al oír la mención del uniformado -Solo... ¿A quién puedes contactar?

- ¿Con quién quieres hablar?





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