Ocho

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Felix arrojó al suelo la milésima camisa que se probaba. Según el rubio, su armario estaba lleno de ropa para nada atrayente, mucho menos digna de la última noche de Chan. El menor anhelaba verse lindo pero a la vez sexy.

Aquellas miradas que se habían dado entre ambos, fueron como una señal para el pecoso. Le habían dado esperanza. El Chris de sus sueños ya no importaba, la vida que ambos había compartido ahora era irrelevante porque no eran sus vidas. Estas eran sus vidas y Felix necesitaba tomarlas de las riendas para tener garantía de que Chris se quedaría.

Después de darle bastantes vueltas al asunto, Felix se decidió por unos pantalones de cuero negros, una camisa blanca y un suéter azul marino.

Su cuerpo se removió en el vehículo durante el trayecto hacia el hospital. La noche se sentía diferente, emocionante pero a la vez nostálgica por lo que vendría en el futuro. El viaje parecía ser eterno, y después de unos minutos, el rubio se encontraba parado frente al edificio.

"No estés nervioso", repitió aquel mantra un par de veces antes de entrar y dirigirse a la sala donde estarían ya acomodadas las cosas para la despedida de Chan.

Globos y serpentinas decoraban el lobby, Seulgi hablando con dos chicos uniformados acerca de cuál era el mejor lugar para colocar el pastel.

-Hola doctora Kim ¿Dónde está Seungmin?- preguntó Felix, revisando su celular para revisar la hora- ¿No sé suponía que la celebración empezaría a las ocho?-

- Seungmin está con Chan en una consulta, cosas de rutina. Esta cuidando que no llegue antes de lo acordado-. Respondió la doctora Kang.

- ¿Necesita ayuda?- preguntó Félix.

- No cariño, pero gracias de todos modos-

- De acuerdo- Felix echó un vistazo alrededor. Las mesas estaban acomodadas en una línea, cada una con diferentes tipos de snacks y un bar también; por supuesto, disponible con bebidas 0% alcohólicas.

Tratando de alejar el nerviosismo de su cuerpo, el rubio caminó hacia la puerta doble que daba hacia el jardín trasero. El aire frío golpeó la cara del pecoso, observó que cada uno de los arbustos estaban bellamente decorados con luces y adornos, dando una atractiva vista.

Felix fue en dirección a una de las bancas ubicada junto a un árbol para descansar y darse animos. Pero antes de saber lo que estaba haciendo, cerró los ojos y comenzó a cantar ciertas partes de Everglow. Sus labios temblaron con cada estribillo, recordando aquella vez que había cantado la melodía para Chan.

Diversas emociones revolvieron su estómago, cada palabra, cada frase le llenaron de forma diferente; y bastante pronto, cayó en cuenta de que la última oración se escapaba de sus labios. El rubio dió unas cuantas respiraciones profundas, sus ojos un poco acuosos y sus manos apretando las mangas de su suéter.

-Everglow. Mi favorita-.

Felix se inclino con rapidez, viendo a Chan recargado en el árbol que estaba junto a el. Todo en Bang se veía diferente. Su cabello estaba lacio y peinado en un estilo elegante, usaba un traje negro casual y sus manos estaban desnudas, sin rastro de las vendas que siempre las cubrían. Se veía muy guapo.

- Vaya, miren quien ya no tiene esas vendas molestas- Poniéndose de pie, Felix camino en dirección a Chris. El azabache solo sonrió y asintió con la cabeza.- Y te pusiste bonito- susurró el pecoso.

- Usted también, joven Lee- La voz de Chris fue delicada y suave. Estiró una mano en dirección al más bajo y la coloco sobre el hombro de este, cercana al cuello. - Me gustan tus pantalones-.

- Chris mira...-

-¿Puedo grabarte?- su voz sonó temerosa.

-¿Q-Qué?-

Everglow {ChanLix} - 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora