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Año 2005.

Finalmente había llegado el celo de Harry. Con quince años y después de estar tres días encerrado en su habitación, el hijo menor de los Styles se había presentado como alfa.

Con Louis se habían acercado más. Tenían una amistad bastante bonita, se querían y siempre cuidaban del otro.
La primera vez que se vieron luego del celo de Harry el aroma de Louis lo golpeo como si de un cachetazo se tratase. El omega olía a vainilla, era el olor más dulce y más hermoso que jamás había sentido. Harry en cambio olía a una mezcla de vino y madera que el omega empezó a amar.

Se habían acostumbrado a sus aromas. Siempre que estaban enojado o estresados se buscaban el uno al otro e inconscientemente largaban sus feromonas para calmarse entre sí.

Ahora Louis se encontraba sentado en la cama del rizado con las piernas cruzadas como indio y en estas reposaba la cabeza del alfa quien aunque intentara ocultarlo estaba triste.

-No porque seas alfa significa que no puedas llorar.- Susurro acariciando sus rizos y Harry solo bufo.

-No tengo razones para llorar.- Louis largo un suspiro y comenzó a pasar la yema de sus dedos por la nariz respingada del alfa.

-No te merecía Harry, es una estúpida.- El mayor volvió a bufar y escondió su rostro en el estómago de Louis quien ahora volvió a acariciar sus rizos.

-Ya sé que es una estúpida.- Su voz salió ahogada ya que hablo sobre la panza del menor.

-Está bien que lo sepas, porque vos no hiciste nada. Ella se equivocó, ella es la que se pierde de tener al mejor alfa al lado.- Harry sonrió y volteo su rostro para mirar a Louis desde abajo.

-Te quiero Lou.- Dijo sonriendo y Louis se sonrojo.

-Yo también te quiero.- Se agacho solo un poco para besarle la frente.- ¿Podemos dormir ahora?- Pidió un puchero que hizo a Harry reír.

-Si podemos.- Rodo por la cama y se metió bajo las sabanas.- Veni.- Palmeo el lugar a su lado y Louis se acurruco sobre su cuerpo.

Esto era algo que habían empezado a hacer no hace mucho. No había segundas intenciones en el medio, solo amaban acurrucarse, sentir al otro en sus brazos, porque el cariño que se tenían era enorme.

The sun, the moon, the truth (omegaverse Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora