5

5.4K 458 44
                                    

Año 2004.

Louis había despertado esa mañana para ir al colegio y se encontraba desayunando con su mama y sus hermanas. Louis contaba sobre un nuevo chico que había entrado en su curso y lo bien que le había caído, todas lo escuchaban con enormes sonrisas en el rostro.

-Bueno dale lávense los dientes que nos vamos.- Dijo Laura riendo ante las cosas que sus hijas de le decían al castaño.

-Deciles que no me molesten ma.- Pidió con un puchero y su mama se acercó a abrazarlo.

-Dejen a mi bebe en paz.- Le beso la frente.- Apúrate dale.- Le dio un golpecito y Louis rio.

La risa se transformó en un grito de dolor de un momento a otro. Un fuerte tirón en el estómago lo hizo encogerse en su lugar y caer de rodillas al piso cuando sus piernas fallaron.

-¡Lou!- Grito Laura corriendo a él y envolviéndolo en sus brazos.

-Ma-mami me duele.- Lloro en los brazos de su mamá tocándose la pansa.

-Tranquilo amor respira, tranquilo.- Susurro ella largando sus feromonas para calmarlo.

-¿Qu-que me pasa ma? Me duele.- Lloro en su cuello.

-Estas entrando en celo mi amor, tranquilo.- Dijo y alzo la mirada a sus hija que veían la situación asustadas.- Vayan a sus cuartos, ayudo a Lou y voy con ustedes.- Todas asintieron y corrieron de vuelta a sus habitaciones.

-Me due-duele mucho.- Las lágrimas no paraban de salir mientras se retorcía del dolor.

-Ya se mi amor.- Laura lo alzo.- Vamos a tu cuarto.- Susurro caminando hasta la habitación de su hijo.

Cuando entro lo dejo sobre la cama y enseguida el lugar se pobló de hormonas, olía asquerosamente a celo.

El dolor de Louis aumentaba y con este el deseo de ser llenado, cosa que lo hacía sentir miedo y lo confundía.
Sus manos se cerraron en puños apretando las sabanas cuando comenzó a retorcerse. Por dentro necesitaba algo, lo deseaba, pero no sabía que era.

Su mama volvió a entrar con una toalla mojada y unas pastillas que por lo que llego a entender eran supresores para aliviar el dolor. Las tomo esperando relajarse pero eso nunca paso. El dolor seguía presente al igual que las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

-Tranquilo Lou, ya va a pasar tranquilo.- Dijo ella y Louis lloro más fuerte.

-

Su celo duro dos días. Dos días en los que apenas pudo levantarse de la cama y en los que ágatas comió. Su mama estuvo todo el tiempo a su lado intentando calmarlo, colocándole toallas mojadas en la frente y susurrando cosas para que se tranquilice a la vez que largaba más feromonas, su habitación era un desastre de aromas.
Cuando salió de la cama después de 26 horas sus huesos tronaron y gimió de dolor. El cuello y la espalda le dolían horrores, además sentía muchas ganas de llorar y no sabía porque, se sentía sensible.
No fue hasta el día siguiente que volvió a ver a Harry. El rizado estaba muy preocupado y le conto a Louis que había ido a su casa y que su mamá le dijo que estaba enfermo, por dentro murió de vergüenza.
Ahora se encontraban en el parque de la casa de Louis aprovechando el sol que golpeaba sus rostros.

-Soy omega.- Soltó Louis bajito y Harry lo miro.

-Ya se, igual todo puede pasar.- Respondió el rizado.

-No no Harry. Soy omega, no estuve enfermo, tuve mi primer celo.- Harry trago saliva.

-¿Cómo te sentís?- Louis se encogió de hombros.

-No sé, no siento que haya cambiado nada.- Contesto restándole importancia.- Lo único que note es que siento los olores más fuerte.- Harry asintió.

-Ahora podes percibir mejor los aromas.- Louis tarareo en acuerdo.-
¿Sentiste alguno que te gusto?- Pregunto y Louis lo miro confundido.

-¿C-cómo?-

-Papá me dijo que te podes enamorar de alguien por su aroma, te puede llamar la atención, sentirlo aunque estés lejos.- Louis asintió despacio.

-Igual no, no me paso. Al menos por ahora.- Se encogió de hombros.

-Selena y yo somos novios oficialmente.- Soltó después de un largo rato de silencio cómodo y el corazón de Louis se helo.

-Qué bueno, me alegro mucho.- Le sonrió sintiendo esa sensación conocida en su cuerpo que no sabía que significaba.

-Gracias.- Contesto Harry sonriendo sincero.- Me gustaría que la conozcas, seguro se llevan bien.- Louis parpadeo.

-S-si obvio.-

Louis era el primero en su grupo de amigos, o conocidos, que finalmente se había presentado. Había tenido un celo temprano con solo trece años, por eso había cosas que aún no entendía, su cuerpo reaccionaba de maneras que creía no comprender jamás, pero su mamá prometió explicarle todo.

The sun, the moon, the truth (omegaverse Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora